Firigiliana está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. En este post te propongo una lista de los mejores planes que hacer en Frigiliana.
La localidad se extiende sobre la ladera de una montaña de la Sierra de Almijara, a 300 metros sobre el nivel del mar, que se puede observar desde sus alturas, porque está tan solo a 7 kilómetros de la Costa del Sol.
Conserva el encanto de las típicas casas encaladas de blanco, sus estrechas y empinadas calles empedradas repletas de plantas y flores.
Frigiliana tiene una larga historia desde la lejana prehistoria, como punto de confluencia de diferentes civilizaciones.
Por este motivo le han dado a la localidad la etiqueta de ciudad de las tres culturas. Hay mucho que ver y que hacer en Frigiliana.
Si por casualidad decidiste buscar alojamiento en Málaga o en alguna de las mejores zonas donde alojarte en la Costa del Sol, no dejes de visitar esta pequeña localidad.
Te recomiendo hacer una excursión a la localidad de Frigiliana y conocer otro de los pueblos más bonitos de España.
Qué hacer en Frigiliana: los mejores planes
1. Aprovechar un free tour por Frigiliana
Una excelente idea para descubrir la historia y los principales monumentos y lugares de interés de esta hermosa localidad malagueña es coger este interesante free tour de hora y media de duración.
Para afrontar un paseo a pie por el centro histórico de Frigiliana, el itinerario comienza a las 10:30 horas en la céntrica plaza del Ingenio.
Durante el recorrido por las sinuosas calles empinadas de la localidad se repasará la historia de lo que fue un hermoso rincón de Al-Andalus y acabó convirtiéndose en la primera villa real de toda la comarca de la Axarquía.
En esta misma plaza del Ingenio se encuentran las instalaciones de la última fábrica de miel de caña que queda en activo en Europa. Están ubicadas en una construcción que en su inicio fue el Palacio de los Condes de Frigiliana.
Las peculiaridades de esta industria han dejado una huella profunda en la ciudad malagueña.
Se visitarán otros monumentos emblemáticos, como la Fuente Vieja, los Reales Pósitos o la iglesia de San Antonio. Esta última erigida sobre los restos de una antigua mezquita.
También se revisarán algunas tradiciones locales, antes de finalizar sobre las 12:00 horas, en la emblemática calle Real.
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2. Conocer la iglesia de San Antonio Padua, monumento más icónico de Frigiliana
La iglesia de San Antonio de Padua, ubicada en la calle Real, es el monumento más destacado. Conocerla es algo que hay que hacer ineludiblemente en Frigiliana.
Sobre lo que fue una antigua mezquita musulmana, tras la reconquista cristiana se levantó una iglesia renacentista.
La iglesia de color blanco inmaculado conserva su antiguo minarete transformado.
Observando los muros de la fachada se pueden ver a simple vista los ladrillos sin enfoscar. Estos definían la fachada de color tierra, antes de hacerse blanca por el encalado.
Pese a las reformas, mantiene su cuerpo rectangular, con cubierta a dos aguas, al que se adosa un cuerpo de campanario.
Sus elementos arquitectónicos característicos son las pilastras dóricas, sobre las que un arquitrabe enmarca el escudo del obispo fray Alonso de Santo Tomás.
El interior, de planta de cruz latina, se estructura en tres naves separada por arcos de medio punto sobre pilastras.
Las cubiertas de artesonados de madera ya eran rasgos significativos de la construcción hispano-musulmana.
Se conserva una escultura de San Antón del siglo XVIII, de madera policromada. Pero, lo más interesante, es la vitrina donde se guardan máscaras que representan a personajes bíblicos que acompañaron a Jesucristo en la última cena.
3. Pasear por las callejuelas laberínticas del barrio mudéjar
La parte antigua de Frigiliana está formada por uno de los pueblos moriscos mejor conservados de toda Andalucía.
Está considerado como el conjunto arquitectónico popular de origen árabe más puro de la provincia de Málaga.
Por eso, una de las mejores cosas que hacer en Frigiliana es pasear por las bonitas calles del casco antiguo, declarado Conjunto Histórico Artístico.
Conocido como Barribarto, se caracteriza por sus impolutas y encaladas fachadas. Es un verdadero entramado laberíntico de calles empedradas, estrechas, sinuosas y empinadas.
Sus calles que suben y bajan, van dejando a sus costados las típicas casitas blancas con puertas de colores y plantas por todas partes.
La herencia morisca se observa en calles, pasadizos, adarves y revellines. Todos estos elementos forman un peculiar entramado de pequeñas casas que se amontonan unas encima de otras.
No se muestra un trazado urbano premeditado, sino grandes manzanas comunicadas por calles en recodo.
Uno de los tramos que mejor ejemplifica estas características es el punto en el que la calle Hernando el Darra desemboca en Travesía. Enlazando con la calle Amargura y con la calle Alta. Desde aquí se va a parar a la calle Zacatín, para finalizar en la iglesia de San Antonio.
4. Admirar impresionantes panorámicas desde los miradores de Frigiliana
Frigiliana es una localidad situada a una altitud de 320 metros sobre el nivel del mar, a solo 6 kilómetros de la playa. Se encuentra a los pies del Parque Natural de las Sierras de Almijara, Tejeda y Alhama.
Por eso, dispone de imponentes miradores desde donde divisar preciosas panorámicas de los alrededores. Si las vistas son de por sí impresionantes, hacerlas coincidir con la puesta de sol lo convierte en algo inolvidable.
Uno de los miradores preferidos por los visitantes es el del callejón del Peñón. El mirador permite hermosas vistas sobre los tejados y casitas blancas del barrio morisco.
Para llegar, subiendo por la calle Hernando el Darra se encuentra una puerta de arco que da acceso a la empinada cuesta escalonada y que conduce a la parte más alta del pueblo.
Allí, junto al restaurante The Garden, en un tramo de escaleras que hace curva y se une a la calle de Santo Cristo, la más alta de toda Frigiliana, se consigue la mejor perspectiva.
Ante la vista se extiende un imponente balcón al Mediterráneo, con una espectacular panorámica de la Axarquía y de la Costa del Sol. Otra buena opción es subir hasta las ruinas del Castillo de Lízar.
5. Rememorar una batalla en las ruinas del castillo de Lizar
Del castillo de Frigiliana o de Lízar, también conocido como el Fuerte, solo quedan unas ruinas en la parte más alta del pueblo.
Se trata de una antigua fortaleza musulmana, construida entre los siglos IX y XI, que debió ser todo un referente para la población.
De importancia histórica, porque fue el último reducto que ofreció dificultades a los cristianos en su proceso de desmantelamiento y dispersión de los moros. En Frigiliana se concentraron rebeldes de la zona de Granada y Malaga.
Tras la batalla del Peñón de Frigiliana en la revuelta morisca de las Alpujarras, los últimos rebeldes se refugiaron en el castillo hasta ser invadido por los ejércitos del rey Felipe II.
Una vez rendidas las tropas árabes, la fortaleza fue destruida por orden del Luis de Requesens, Comendador Mayor de Castilla. Fue destruida con el beneplácito de Felipe II con la intención de que no volviera a ser refugio de moriscos.
Actualmente apenas quedan algunos lienzos de muralla de poca altura y parte de la rampa de acceso.
Por esos restos se deduce que cubría la totalidad de la corona del cerro, con una superficie de unos 4.000 metros cuadrados. Parte de los sillares del castillo se encuentran en los muros del Palacio de los Manrique Lara.
Desde su posición elevada se tienen unas panorámicas preciosas y muy completas de Frigiliana y su entorno, además de la costa malagueña.
6. Saborear la deliciosa miel de caña
La miel de caña es toda una tradición en Frigiliana, es un producto que hay que probar y comprar. Es casi el mejor souvenir de esta localidad malagueña.
La melaza o miel de caña es un jarabe espeso. Se produce cuando la planta de caña de azúcar es procesada para extraer el azúcar refinado.
Es un producto altamente nutritivo, con todos los minerales y nutrientes de la planta. Un alimento completo que está alcanzando importancia en la dieta mediterránea, como complemento y aderezo.
No solo se lleva elaborando desde 1630, sino que aquí permanece la última fábrica tradicional que queda en Europa.
La industria frigiliana se inició a mediados del siglo XVII, con la construcción de un molino que molía la caña de azúcar y cubría los campos cercanos.
Para ello, se aprovechó el salto que pasaba justo por el lugar en el que se levantó el edificio de la casa solariega de los Manrique de Lara. Hoy en día es la fábrica de Nuestra Señora del Carmen.
En otros tiempos la planta baja del Ingenio fue el Palacio de los Condes. Actualmente se encuentran las zonas de procesado, decantación, etiquetado y envasado y la maquinaria, prosiguiendo un proceso casi artesanal.
7. Hacerse una foto en el emblemático rincón del Torreón
Caminando por la céntrica calle Real nos encontraremos con uno de los rincones más pintorescos de Frigiliana, una estampa verdaderamente icónica de la localidad.
El Torreón está ubicado justo frente al Ayuntamiento. Se supone que hubo antiguamente un cuartel militar y una torre vigía que formaba parte de la muralla.
Durante mucho tiempo se creyó que era de origen árabe, pero ahora se considera casi unánimemente que es una construcción posterior.
Es similar a las que proliferaron como un punto de vigilancia costera contra los piratas.
Durante el siglo XVIII se alzaba en este mismo lugar un depósito de cereales de carácter municipal, actualmente adosado a una vivienda.
Lo que queda en la actualidad es un pequeño pasaje con encanto, con un típico adarve.
Este elemento constructivo, tan tradicional en la arquitectura árabe, ha dado tradicionalmente acceso a las viviendas sin entrada directa desde la calle. Hoy en día, conduce a una placita.
El emplazamiento tiene, además, cierto valor simbólico, ya que aquí se encontró la vasija en la que se estaba grabado un enigmático dibujo.
En el dibujo se representan los símbolos de las religiones cristiana, musulmana y judía, que dio origen a la tradición de las tres culturas.
8. Visitar el encantador pueblo de Cómpeta
A poco más de media de hora de Frigiliana, en pleno corazón de la Axarquía, se encuentra Cómpeta. Es un pueblo blanco de la Axarquía y también está considerado como uno de los más bonitos de Andalucía.
El pueblo de Cómpeta está encaramado en las faldas de la Sierra de Almijara y es famoso por su delicioso vino dulce.
Se encuentra a casi 700 metros sobre el nivel del mar. Con extraordinarias vistas del Mediterráneo, le ha proporcionado el sobrenombre de “la cornisa de la Costa del Sol”.
Es un pueblo de origen romano en donde desde hace siglos se han cultivado vides y olivares.
Merece la pena recorrer a pie el casco histórico de Cómpeta, formado por una maraña de callejuelas de casas blancas y cuestas empedradas.
Su monumento más destacado es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. El monumento destaca por su altura y tamaño y se conoce como “catedral de la Axarquía”.
Otro lugar imprescindible son las casas colgantes, que recuerdan a las famosas viviendas de Cuenca. Las casas están enclavadas en formaciones rocosas, y su asombroso mirador panorámico, un rincón artístico con un diseño particular al estilo Gaudí.
Sin dejar al margen el producto local estrella de Cómpeta, el vino dulce de uva moscatel y la popular fiesta de la “noche del vino”.
9. Qué hacer en Frigiliana: conocer su museo arqueológico
Para conocer la historia de la villa desde el Neolítico hasta la actualidad, lo que hay que hacer en Frigiliana es visitar su museo arqueológico. Inaugurado en 2009, ocupa una superficie de 400 metros cuadrados.
Está ubicado en la Casa del Apero, un edificio del siglo XVII que se usaba como granero, caballerizas y almacén de útiles de labranza.
El objetivo fundamental del museo es la difusión del patrimonio cultural e histórico del municipio, promoviendo su conocimiento, protección y conservación.
Para ello, relata la historia de Frigiliana a través de los principales yacimientos encontrados en el municipio. El museo expone alrededor de 125 piezas, dispuestas de forma cronológica para facilitar la comprensión por el visitante.
Los primeros restos datan de la Edad del Cobre y fueron encontrados en la cercana Cueva de los Murciélagos.
Entre los más relevantes cuentan con el cráneo de un niño que data del Neolítico, entre los siglos 4000 y 5000 a. C.. Además de una daga morisca del siglo XVI y vasijas fenicias muy bien conservadas entre otros.
Igualmente, se exponen restos hallados en la zona de la batalla del Peñón de Frigiliana. Se encuentran restos como monedas de la época califal, maravedíes o piezas cerámicas, entre otros.
10. Seguir las huellas de las tres culturas que convivieron en la ciudad
Frigiliana conserva la esencia de su pasado de convivencia con muestras de honor a las tres culturas que allí se desarrollaron: árabe, judía y cristiana.
La plaza de las tres culturas es el punto neurálgico de Frigiliana y da la bienvenida al turista. Sirve como zona divisoria entre la parte antigua del barrio mudéjar, y la zona nueva, ya es un homenaje.
Otro importante símbolo es la fuente de las tres culturas, con tres caños. Cada uno coronado con los símbolos de esas tres religiones monoteístas que convivieron en España: la cruz, la estrella de David y la media luna.
Los mismos símbolos aparecen entrelazados en la escultura que simboliza la unión fraternal de las tres religiones.
Y, la demostración más importante, es el Festival de las Tres Culturas, que se celebra todos los años a finales de agosto.
Es una actividad cultural y lúdica en un auténtico foro de encuentro y convivencia, con un abanico muy amplio de actividades.
Las calles adoptan un ambiente cosmopolita y activo, con actuaciones musicales, pasacalles, danzas, conferencias y exposiciones.
También se realizan jornadas gastronómicas y una muestra de la gastronomía popular en la exitosa Ruta de la Tapa.
11. Recorrer los desfiladeros del río Higuerón
Su ubicación en plena naturaleza hace que sea una de las mejores cosas que hacer en Frigiliana. Te recomiendo emprender alguna de las muchas rutas de senderismo que rodean la localidad.
Una de las más cercanas y pintorescas es el paseo por la garganta del río Higuerón. Es una caminata que se hace con los pies en el agua.
El Higuerón es un río corto de la cuenca mediterránea andaluza, de no más de 20 kilómetros. Discurre en su totalidad por el territorio del extremo oriental de Málaga.
Siguiendo el curso del mismo por el sendero, el escenario se va haciendo pintoresco y muy hermoso, a la sombra de pinos y eucaliptos.
El recorrido viene acompañado del aroma de tomillo y romero procedente de las laderas circundantes de las montañas de la Sierra Almijara.
El desfiladero tiene algunas subidas y bajadas empinadas. A no ser que haya llovido excesivamente, el paseo es corto, relativamente fácil y accesible a personas de todo tipo.
Tras caminar durante un tiempo a lo largo del lecho de grava, el río se va haciendo más angosto, formando lo que por allí se denominan cahorros.
Es la zona más espectacular, donde el río tiene más caudal y forma saltos de agua, toboganes y una bonita cascada.
12. Comprar artesanía una compra imprescindible que hacer Frigiliana
Aparte de las compras clásicas en Frigiliana, como son la miel de caña, el aceite de oliva y el vino de moscatel, los artículos que más atraen a los turistas son productos de artesanía local.
Frigiliana está muy ligado al comercio de artesanía. on solo dar un paseo por sus calles se puede observar la huella que dejan los artesanos residentes.
Trabajan con todo tipo de materiales, desde el cuero, madera, cerámica, vidrio, ropa, tejidos, metales y hasta joyas. Las calles son, en verdad, un extenso escaparate callejero de artesanía.
Las compras de los visitantes se componen, casi siempre, de artículos de recuerdo como la alfarería o productos de cerámica, vitrales, cuadros, delantales. Otros artículos que se pueden encontrar son las habituales camisetas y tarjetas postales.
Una ocasión ideal para conocer las especialidades de la zona es cuando se celebra el mercadillo. Se ubica todos los jueves, de 9 a 14 horas, en la plaza de las tres culturas.
El mercadillo cuenta con más de 40 puestos que venden de todo, desde ropa, sombreros, zapatos, marroquinería, carteras, arte, joyería, cerámica y artesanía local. También encontrarás productos de alimentación como frutas, verduras, dulces o tartas.
13. Ver la única fábrica de miel de caña en Europa, instalada en el Ingenio
Su origen se remonta a finales del siglo XVI, es una enorme mansión sobre 2.000 metros que levantaron los Manrique Lara, señores de estos lugares.
Esta casa solariega se llamó la Casa de los Condes y ahora es conocida como el Ingenio. Es uno de los lugares de mayor valor histórico, artístico y económico de Frigiliana.
Arquitectónicamente, es un cuerpo rectangular de estilo renacentista con una techumbre a dos aguas. Muchos de los sillares de su construcción proceden del castillo árabe.
De la fachada principal llama la atención la decoración, con pinturas y esgrafiados con motivos geométricos.
Esta decoración mural se organiza en bandas, diferenciando rombos y rectángulos en tonos tierra y azules.
No se ha querido blanquear para evitar desgastar los elaborados dibujos. Además, se pueden apreciar balcones, rejas de hierro forjado, relojes de sol y hermosas pinturas murales.
En la actualidad, el Ingenio es la sede de la Fábrica de Miel de Caña Nuestra Señora del Carmen.
Se acondicionó la planta baja para disponer la zona de procesado de la melaza, tanques de decantación, zona de etiquetado, envasado y demás.
La fábrica conserva la maquinaria de principios del XX que, en algunos casos, sigue en funcionamiento.
14. Descubrir las placas conmemorativas de la tragedia de la población mudéjar
A lo largo del recorrido por el barrio mudéjar se pueden contemplar por las fachadas de las casas una serie de 12 placas cerámicas. Todas ellas relatan la historia de la sublevación de la población de origen árabe durante la reconquista.
Se trata de unos dibujos en tonos ocres, acompañados de diversos poemas. En ellos se narran los enfrentamientos y la expulsión de los moriscos a finales del XVI.
Por aquellas fechas, se vivió en Frigiliana la batalla del Peñón, donde los moriscos se hicieron fuertes en el antiguo castillo.
En los mosaicos se ilustra sobre el modo de vida de la población y las causas que desencadenaron el conflicto. Las circunstancias que rodearon el levantamiento de las Alpujarras, con la discriminación y reconversión cultural.
Desde otras tierras vinieron a reunirse en Frigiliana, por la resistencia del fuerte del Peñón. Se encontraban a mil metros de altura y con una acequia de agua.
Las placas también hablan de figuras como Hernando el Darra, personaje clave, guerrero y estratega responsable de la defensa.
La batalla final sucedió en junio de 1569. Con la victoria de las tropas cristianas, tuvo como consecuencia la expulsión y la diáspora de esa población de origen musulmán.
15. Descansar junto a la refrescante fuente Vieja
El agua siempre ha sido un elemento fundamental en el paisaje de Frigiliana. Desde sus tiempos de aldea andalusí ya contaba la población con una fuente construida en 1640.
Hoy se conoce como Fuente Vieja, por la construcción posterior de otras fuentes más modernas.
Íñigo Manrique de Lara, quinto señor de Frigiliana y primer conde de la villa mandó construir la que entonces llamaban Fuente Nueva.
Está adosada al alzado posterior de una vivienda y consta de tres caños situados entre unas pilastras de ladrillo que sostienen un tímpano semicircular. En su centro se sitúa el escudo de los condes, de la casa De Lara.
La fuente, la pila y los caños estuvieron cubiertos de cal, hasta que en la década de 1990 se restauró, recuperando su bicromía original. Siempre ha sido de gran importancia en el pueblo.
La Fuente Vieja formaba, en las primeras décadas del siglo XIX, parte de la red que surtía las cercanías de la villa.
La gente acudía a llenar sus cántaros, charlar, lavar y abrevar el ganado. La procedencia del agua es subterránea, del borde de Sierra Tejeda.
Actualmente, no es recomendable para el consumo, aunque la realidad es que la gente sigue bebiéndola.
16. Degustar la gastronomía típica de la Axarquía, entre los mejores planes que hacer en Frigiliana
La cocina tradicional en Frigiliana se articula en torno a los elementos naturales de la tierra. Destacando alimentos como la miel de caña y aceite de oliva virgen muy presentes.
En general, en la región de la Axarquía destaca la contundencia de sus platos tradicionales. Destacan platos como el chivo frito con especias, potaje de hinojos, garbanzos con callos o las migas.
Entre los frecuentes potajes, en Frigiliana es tradición el potaje de bacalao, acompañado de tortillas de huevo y harina mojadas en miel de caña.
También son muy usuales las migas a base de pan y harina de maíz acompañadas con pescado fresco, hortalizas o chorizo y morcilla.
Sin olvidar el ajocolorao, una salsa espesa a base de pimentón, bacalao, ajo y zumo de limón.
La omnipresencia de la miel de caña es visible en platos como las famosas berenjenas rebozadas con este ingrediente o en repostería.
También se puede degustar con la arropía, plato frito elaborado con miel de caña y bicarbonato. Otro plato a degustar es la batata con miel, las tortas de San Juan o las marcochas.
Frigiliana también destaca por sus vinos, producidos en lugares particulares. Encontrarás vinos con diferentes tipos de tonalidad y graduación, desde los más secos a los más dulces, como los deliciosos moscateles.
17. Aprender historia de forma divertida con el teatro mecánico
El teatro mecánico, oficialmente “Casita de información y fantasía”, es una curiosidad instructiva para los visitantes de Frigiliana. La atracción se ubica en pleno centro Frigiliana, en la plaza del Ingenio.
Se trata de una cabina de información muy peculiar que proporciona datos resumidos de la historia de la localidad.
Transmite información sobre la influencia que han tenido las distintas civilizaciones que por allí han pasado. La información la podemos obtener en español, inglés, alemán o francés.
Tiene la forma de un quiosco redondo muy llamativo y colorido, con tres ventanas acristaladas en las que se desarrolla un teatrillo de marionetas mecánicas.
Las marionetas cuentan la historia de Frigiliana y algunos muñecos incluso mueven los labios de forma sincrónica al texto. Dando la vuelta alrededor del quiosco se pueden ver tres escenas o “arte-máticos”.
En una de ellas, dos ancianas llamadas Carmen y Dolores, sentadas frente a su mesa camilla, hablan sobre Frigiliana y “los viejos buenos tiempos”.
En otra, se desarrolla la escena de “el moro y el loro”. La escena se centra en el pasado árabe de Frigiliana y las vicisitudes de su población morisca.
La última se llama “El milagro de la vida” y nos relata el valor existencial del agua en general y en particular para Frigiliana.
18. Acercarse a la localidad costera de Nerja
La visita a Frigiliana también puede ser la ocasión de conocer Nerja, un destino vacacional muy popular en plena costa malagueña.
Está considerado uno de los pueblos con más encanto de toda Andalucía, apenas a un cuarto de hora de distancia.
Nerja se hizo muy famosa por ser el pueblo donde se rodó la popular serie de “Verano azul”. La serie narraba situaciones que vivía una pandilla de niños que veraneaba en dicha localidad.
Sin duda, Nerja tiene alguna de las mejores playas de Málaga. Entre ellas destaca la de Burriana, la más grande y escenario de rodaje de muchos capítulos de “Verano azul”.
También encontramos zonas como la del Playazo o las playas de Calahonda y el Salón. Junto al Balcón de Europa se encuentra el imponente mirador ubicado en un saliente sobre los acantilados.
Si vistas Nerja y dispones de tiempo para descubrir un poco más de sobre esta población te recomiendo leer este post sobre los mejores planes qué hacer en Nerja.
En Nerja merece mucho la pena dar una caminata por el casco antiguo, que se encuentra muy bien conservado y exhala aire andaluz.
Es de especial interés sus casas de fachada blanca con macetas y conocer su paseo marítimo. También destaca el Ayuntamiento o la iglesia de El Salvador.
Desde el punto de vista cultural, el museo de Nerja ofrece interesantes exposiciones de hallazgos arqueológicos, sobre todo en la Cueva de Nerja. La pieza más importante es un esqueleto bautizado como “Pepita”.
Una excelente idea para descubrir la historia y los principales monumentos y lugares de interés de esta hermosa localidad es coger este interesante free tour de hora y media de duración.
El tour comienza en la plaza Balcón de Europa para emprender un recorrido a pie por el pueblo más oriental de la Costa del Sol. El recorrido toma dirección al mirador del Balcón de Europa, anteriormente conocido como Paseo de la Batería.
Posteriormente también se contemplaran las vistas desde una hermosa cala. Durante el tour visitaras el centro histórico de Nerja, conocerás la parroquia de El Salvador, la plaza de España, la ermita Nuestra Señora de las Angustias y el parque Plaza de los Cangrejos..
Durante todo el tour disfrutarás de una ruta inolvidable por sus principales monumentos y lugares con más encanto.
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19. Ir al centro cultural instalado en la Casa del Apero
Aunque no se sabe la fecha exacta de su construcción, se cree que fue edificada a principios del siglo XVII por su arquitectura y materiales utilizados en la construcción.
Originalmente, se utilizó como granero, caballerizas y almacén de útiles de labranza. También se utilizó incluso de cobijo para los animales de trabajo que se encontraban al servicio de las actividades económicas de los condes.
Construido en dos alturas, con ladrillo y argamasa, el Apero se compondría de un patio central cuadrado rodeado de dependencias y terrazas. Los arcos y pilares están construidos con ladrillos al igual que la entrada principal.
Del edificio original sólo quedan los grandes muros y algunos arcos. Aún y así se pueden apreciar las texturas de las paredes viejas y blancas de ladrillo y piedra.
Desde los años 90 funciona como un edificio multiusos que alberga la Oficina de Turismo, la biblioteca municipal y el Museo Arqueológico.
También alberga una sala de exposiciones temporales de pintura y escultura, se celebran reuniones y se imparten conferencias.
Como espacio cultural de referencia de la localidad, se ubica el Centro Cultural del Apero, que incluye diversos equipamientos.
Desde la terraza superior del edificio se disfruta de unas vistas sobre el casco antiguo verdaderamente alucinantes.
20. Participar de la devoción popular en la ermita del ecce homo
La ermita del Santo Cristo de la Caña, también conocida como ermita del ecce homo, está situada en las afueras de Frigiliana.
Es una pequeña edificación del siglo XVIII de una sola nave con una sencilla armadura que hace de cubierta a dos aguas.
Antepuesta a la nave, en el atrio se abre la puerta de entrada, bajo un arco de medio punto con apoyos situados a ambos lados. Suele presentarse como lugar de encuentro de los vecinos.
En otros tiempos, la ermita conservaba una imagen antigua muy venerada del ecce homo. Actualmente sigue existiendo una talla con el mismo tema, en madera policromada de estilo neobarroco, de la segunda mitad del siglo XX.
En el pequeño altar de la cabecera se ubica la imagen. Se ubica dentro de una hornacina rodeada de un pequeño y simple retablo con decoración de pilastras en los extremos.
Es un lugar de interés cultural para conocer la tradición de las fiestas cristianas barrocas en Frigiliana. Desde aquí se procesiona la talla en dirección a la iglesia de San Antonio.
De esta manera se otorga testimonio de la tradición de procesión de imágenes, presente desde el siglo XVI.
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