La localidad malagueña de Nerja es una de las ciudades más destacadas de la Costa del Sol. Sin duda, esta villa costera merece ser visitada con calma, porque hay bastantes cosas que hacer en Nerja.
De las ciudades destacadas de la Costa del Sol es la más oriental de toda la provincia y uno de los destinos turísticos por excelencia en Andalucía.
Dotada de un clima soleado durante la mayor parte del año, es el lugar preferido de vacaciones para miles de personas, atraídas por sus amplias playas y sus atractivos monumentales.
Qué ver y qué hacer en Nerja
Con la merecida fama de ser uno de los rincones más hermosos de Andalucía, tiene encanto especial que se desprende de sus callejuelas, repletas de casas blancas, y las impresionantes vistas del Mediterráneo.
1. Aprovechar un free tour para recorrer Nerja
Para conocer bien lo mejor de Nerja, es una excelente idea aprovechar este free tour guiado, en un paseo de hora y media que recorre los principales monumentos y lugares más encantadores de la ciudad.
El punto de reunión se establece a las 11:00 horas en el famosísimo Balcón de Europa.
Este impresionante mirador está en el antiguo punto defensivo del Paseo de la Batería y desde allí divisan impactantes vistas de la costa y el mar. Allí, el guía repasará la anécdota de la visita de Alfonso XII, a quien se atribuye el nombre actual del mirador.
Después, se visita una de las calas más bonitas de Nerja, para contemplar las típicas casas de pescadores, para adentrarse después en el centro histórico, contemplando la parroquia de El Salvador, templo barroco del siglo XVII.
Tras pasear por la plaza de España, llega el momento de apreciar la ermita de Nuestra Señora de las Angustias, de la que merece mucho la pena ver los preciosos frescos de su cúpula.
Tras admirar las vistas del parque Plaza de los Cangrejos, llega el momento de acercarse a un lugar muy especial, para rememorar la mítica serie de “verano azul”, tan importante para Nerja.
También es un buen momento para tomarnos unas fotos en la réplica del barco de Chanquete. Junto a esta embarcación, a las 12:30 horas, finalizará el free tour.
2. Pasear por el centro histórico
Una de las cosas que hay que hacer en Nerja es pasearse por su pintoresco centro histórico. Se fue originando desde finales del siglo XV, formando un entramado de calles estrechas y casitas con las fachadas blancas.
Allí se puede disfrutar del aire típico andaluz de este pueblo blanco pegado al mar, a la vez que se contemplan interesantes ejemplos de arquitectura religiosa.
El centro de Nerja es encantador y está muy bien conservado, mostrando la alegría colorida de las macetas en las ventanas y terrazas.
Lo mejor es callejear sin prisa y sin un rumbo fijo, porque no es demasiado grande, aunque está repleto de tiendas de artesanía y recuerdos. También encontrarás tabernas típicas de tapas o raciones de pescado y tiendas de las de toda la vida, como los ultramarinos.
Los lugares más concurridos del centro son el Balcón de Europa, la Plaza Cavana y las calles Pintada y Almirante Ferrándiz y sus monumentos más destacados el Ayuntamiento, la iglesia de El Salvador y la de Nuestra Señora de las Angustias.
3. Alucinar con las vistas desde el Balcón de Europa
Sin duda el rincón más emblemático y atractivo de Nerja, y uno de los lugares más famosos de Andalucía, para disfrutar de impactantes vistas hacia el continente africano, cuya costa incluso se aprecia en días despejados.
Este precioso mirador situado en pleno centro, está colindando con dos de las playas más conocidas de Nerja, la de Calahonda y la Caletilla.
Reposa en un saliente de roca sobre los acantilados de Nerja, donde se instaló una amplia plazoleta que mira al mar, los acantilados y la playa, dando la sensación misma de estar al final del continente.
El nombre lo tomó de una visita del rey Alfonso XII, tras el terremoto de 1885. Impresionado, exclamó: “este es el balcón de Europa”. Para recordarlo, se instaló una estatua de tamaño natural del monarca, apoyado en la barandilla y mirando de forma pensativa.
En tiempos, el emplazamiento se conocía como Paseo de la Batería, un punto de vigilancia contra posibles enemigos, sobre todo piratas y corsarios, que frecuentemente llegaban a las costas.
De este lugar poco se conserva, salvo algunas rocas originales y un par de cañones oxidados, porque en 1882 quedó devastado por el bombardeo de la flota británica.
Hoy es un lugar muy animado, donde se concentran numerosos artistas, entre músicos, caricaturistas, malabaristas y otros.
4. Conocer la Iglesia de El Salvador
Ubicada en pleno centro neurálgico de Nerja, entre la plaza Cavana y el paseo del Balcón de Europa. Es la principal iglesia de Nerja, una construcción de estilo barroco academicista que llama mucho la atención porque siempre está encalada en un blanco impoluto, como las casas del pueblo.
Se acabó de construir en el año 1697 y fue ampliada a finales del siglo XVIII. En 1724 se adosó la torre campanario.
El interior está dividido en tres naves separadas por pilares y arcos de medio punto. El techado de la nave central está elaborado en estilo mudéjar y los laterales son abovedados, mientras que el crucero del templo se remata con una cúpula semiesférica en la que se aprecian los nervios.
Aquí dentro es muy interesante contemplar el mural de la Encarnación, obra del artista Francisco Hernández, así como el Cristo de Bronce, de Aurelio Tena.
Como curiosidad, es uno de los escasos templos que reúne las imágenes de los tres Arcángeles, destacando que San Miguel es el patrón de Nerja.
Junto a la iglesia está el famoso árbol llamado Cerote, una araucaria gigante que se plantó en 1887 y se ha convertido en todo un símbolo de la localidad.
5. Seguir la ruta de Verano Azul
Si algo ha puesto a Nerja en el mapa internacional de forma definitiva, eso ha sido la serie televisiva “Verano azul” y, por eso, otra de las cosas que hacer en Nerja es conocer las huellas que esta ha dejado.
La serie se rodó en 1981, dirigida por el director Antonio Mercero y fue vista en muchos países europeos y latinoamericanos.
En un total de 19 episodios se narran distintas situaciones vividas por unos jóvenes durante sus vacaciones de verano, mostrando los paisajes más típicos de la localidad malagueña.
Como tributo a la importancia que tuvo para Nerja la serie, se instaló en el corazón de la localidad el Parque Verano Azul, donde está la réplica del famoso barco de Chanquete, “La Dorada”, donde todo el mundo se hace una foto de recuerdo.
La plaza está junto a un aparcamiento de autobuses turísticos. Cada calle del parque lleva el nombre de uno de los personajes de la serie y sus retratos están pintados en azulejos.
Otra interesante opción para los más interesados en “Verano azul” es seguir la ruta establecida, que muestra los rincones más emblemáticos donde se rodó la serie,
6. Disfrutar de las maravillosas playas de Nerja
Sin duda, las playas de Nerja son uno de sus mayores atractivos y la razón principal de la gran afluencia turística. La localidad comprende hasta 13 kilómetros de costa con playas y calas paradisíacas de aguas cristalinas.
Entre todas, la de Burriana es la más transitada, famosa por sus apariciones en la serie “Verano azul”. Tiene los mejores servicios y actividades diversas, con una longitud de unos 800 metros y 40 de anchura, arena oscura y un oleaje moderado de aguas cristalinas.
Probablemente, la más conocida por los turistas, al estar situada a los pies del Balcón de Europa, es la de Calahonda, un arenal de unos 120 metros, con 20 de ancho y alto grado de ocupación.
La más larga es el Playazo, con unos dos kilómetros y muy frecuentada por familias. Es la playa donde embarcan y desembarcan todos los barcos en Nerja, ya que no hay puerto propio en la localidad.
Otra con gran afluencia turística es La Torrecilla, muy cercana a la zona de restaurantes de la plaza de los Cangrejos.
Estas son solo algunas, pero en realidad Nerja dispone de un buen repertorio de playas y preciosas calas bajo los acantilados, para satisfacer los gustos de todos los visitantes.
Aprovecha para visitar Frigiliana, uno de los pueblos más bonitos de Andalucía. Si no tienes coche propio puedes contratar una excursión organizada a Frigiliana.
7. Degustar unos deliciosos espetos de sardinas
Sin duda, disfrutar del placer de comerse un espeto es indispensable entre lo que hay que hacer en Nerja.
Si algo es tradicional de la gastronomía malagueña en general y de Nerja, en particular, es el espeto de sardinas. Es uno de los manjares más apreciados y demandados en chiringuitos y restaurantes.
Es una singularidad propia de la cocina malagueña, especialidad ancestral ligada a la tierra y vinculada a la fiesta popular de la moraga. El espeto consiste en varias sardinas insertadas en una caña y asadas sobre la arena de la playa.
Una imagen muy emblemática es la de las pequeñas barcas varadas en la playa y llenas de arena, donde se clavan los espetos y se instala un fuego para que se vayan asando con las brasas.
Los historiadores apuntan que esta costumbre la iniciaron los pescadores, aprovechando el pescado sobrante y los cañaverales que estaban cerca de la playa para hacerlo.
De esta especialidad ya hay noticias a finales del siglo XIX. Incluso, las crónicas hablan de que durante la visita del rey Alfonso XII en 1885, estuvo comiendo espetos de sardinas.
Es tanto el apego a esta especialidad, que hasta hay asociaciones que han solicitado a la UNESCO que sea declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
8 Adentrarse en el mundo mágico de la Cueva de Nerja
Una de las cuevas más famosas de toda España, declarada Monumento Histórico Artístico y uno de los principales reclamos turísticos de la localidad. Para comprender su importancia y espectacularidad, basta decir que es el cuarto monumento natural más visitado del país.
Fue descubierta en 1959, cuando unos chicos de Maro que vieron salir unos murciélagos de una cavidad pequeña decidieron guardarla para entrar.
La espectacular Cueva de Nerja es una joya geológica de la naturaleza, repleta de estalactitas y estalagmitas, formadas sólo por la acción de la naturaleza, con el paso de los siglos.
Visitarla es algo mágico que transporta a otro mundo, hacia las curiosidades del centro de la tierra. La cavidad tiene unos 5 kilómetros de extensión, con galerías de hasta 140 metros de altura.
Está compuesta de muchas salas con rocas de formas curiosas, a las que se han bautizado con nombres peculiares. En la llamada Sala del Cataclismo está la estalactita más grande del mundo, incluida en el Libro Guinness de los Récords, con nada menos que 33 metros de tamaño y anchura entre 13 y 7 metros.
En su interior se han encontrado pinturas prehistóricas de unos 42.000 años de antigüedad, lo que podrían considerarse como algunas de las primeras obras de arte de la Humanidad.
9. Aprender historia malagueña en el Museo de Nerja
Se encuentra en la Plaza de España, muy cerca del Balcón de Europa y constituye un importante enclave cultural no solo de Nerja, sino de toda la comarca de la Axarquía.
En el museo se exponen restos arqueológicos, hallados sobre todo en la cueva de Nerja y se analiza la historia de la localidad.
Durante su recorrido se repasan diferentes civilizaciones que se han ido sucediendo. Se reflejan distintos contextos históricos como el Neolítico, la época romana o la Edad media, hasta el siglo XX.
En varias salas se exponen utensilios, amuletos de piedra o hueso, cerámica y restos humanos, presentando temas y cuestiones referentes a la rica historia local, desde la prehistoria hasta la actualidad, incidiendo en lo más significativos de cada época.
La pieza más valiosa del museo es “Pepita”, un esqueleto prehistórico de más de 8.000 años de antigüedad, de una mujer que debía tener unos 20 años de edad.
Se encontró en la cueva y se ha convertido en todo un símbolo de la localidad. Pasó muchos años expuesto en la Sala del Belén, hasta su definitiva ubicación en estas instalaciones.
Aparte de las exposiciones permanentes, el museo cuenta con un amplio calendario de actividades durante todo el año.
10. Ver la serena belleza de la ermita de las Angustias
Situada en pleno corazón del casco antiguo de Nerja. El templo es una sencilla construcción de estilo barroco y fachada blanca, una obra de mampostería y ladrillo con una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón.
El pórtico es la obra más moderna, con una sencilla espadaña. En este templo se iniciaron los cultos en 1720, como capilla privada asociada al vecino ingenio azucarero de San Blas.
A finales del XVIII fue reformada, decorando su presbiterio con magníficos frescos. La iglesia está dedicada a la patrona de la villa y alberga su imagen en el interior, presidiendo el altar.
Es una escena sobrecogedora en la que la Virgen sujeta el cuerpo de Cristo. Destacan los frescos del interior de la cúpula, una escena del Pentecostés muy colorida y dinámica, trabajo que se atribuye a la escuela granadina de Alonso Cano.
Se refleja la imagen de la Virgen con los apóstoles y figuras de ángeles, mientras que en el centro de la cúpula se representa la paloma que trae la paz.
En las pechinas están representados los cuatro evangelistas, mientras que en las pilastras y arco triunfal se representan las virtudes teologales. En las paredes también hay hermosos cuadros de la escuela de pintura de Granada
11. Seguir la Ruta del río Chillar
Esta es una de las excursiones más populares en Nerja, también conocida por ruta de los Cahorros y una de las rutas de senderismo más bonitas que uno se pueda imaginar.
Situada en el espacio natural protegido del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, tiene un recorrido de unos ocho kilómetros, con paisajes imponentes.
El camino está marcado por la presencia de agua, árboles y vegetación acompañado por el canto de las aves. En el recorrido se divisan cascadas y embalses, cañones y gargantas excavadas por la erosión del agua en la roca caliza.
El recorrido completo llega hasta el lugar conocido como la Presa. La parte más interesante son los llamados Cahorros, una sucesión de impresionantes grietas en las montañas por donde discurre el río.
En algunos sectores se pueden tocar ambas paredes a la vez extendiendo los brazos, porque tienen poco más de un metro de anchura. Hacia arriba, las paredes tienen una altura de más de 20 metros.
Saliendo de ellos llegaremos a una zona en la que hay pequeñas pozas o balsas de aguas transparentes, alcanzando el llamado Vado de los Patos, una poza con tamaño más grande y una cascada recrecida con una pequeña presa artificial.
12. Apreciar el significado simbólico de la Fuente de Europa
Es un monumento contemporáneo que merece la pena conocer por su significado, simbolizando la tradición europea del municipio de Nerja.
Está construida como testimonio de la unión de los pueblos europeos, representando en su columna central la unión de esos países que fueron clave en la formación de la cultura occidental.
La iniciativa partió de un ciudadano austriaco afincado en la localidad malagueña, que había hecho lo propio en su país. Fue inaugurado el 13 de julio de 2002, con la presencia de los embajadores de los diferentes países que entonces formaban parte de la Unión Europea.
La parte central está formada por 16 piezas, con piedras enviadas gratuitamente como representación típica o característica de cada uno de los 15 países que formaban parte de la Unión Europea.
La parte central fue completada con otra roca característica de Nerja. En la base de la fuente se alinean piedras procedentes de cada una de las ocho provincias de Andalucía.
La fuente estuvo ubicada inicialmente en el Parque Verano Azul, para trasladarse posteriormente a la plaza de los Cangrejos, con el fin de que fuera alojada en un lugar más transitado y visitado.
13. Contemplar la grandeza del Acueducto del Águila
Este acueducto, también conocido como Puente del Águila, está algo alejado del casco antiguo, a unos tres kilómetros, pero, visitarlo es, sin duda, una de las cosas más interesantes que hacer en Nerja, por su peculiar estampa.
El nombre viene del pináculo con que está rematado, una veleta con silueta de águila bicéfala. Es una construcción pública del siglo XIX, a la manera de los acueductos romanos.
Tiene 40 metros de altura y su objetivo era transportar agua a los molinos de la fábrica azucarera de Maro, salvando el desnivel del enorme barranco de la Coladilla.
Aunque la fábrica está cerrada desde hace bastante tiempo, el acueducto sigue siendo utilizado para regar las plantaciones de los alrededores.
Consta de cuatro pisos, todos ellos formados por un total de 38 arcos superpuestos. En su fachada cuenta con arcos de herradura ciegos que recuerdan el estilo mudéjar y dispone de algunos templetes de entrada en la parte central y en la superior.
El frente está orientado hacia el norte, ya que por allí pasaba el antiguo camino. En el centro de la construcción se erigió un pequeño templete con una inscripción en la que se puede leer, con bastante dificultad: “Pura y limpia concepción”.
14. Extasiarse con los paisajes del Paraje Natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo
Este paraje natural de la costa oriental de Nerja, declarado como ZEPIM (Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo) forma una franja de 12 kilómetros paralela a la costa, en uno de los pocos terrenos del litoral andaluz sin desarrollar o comercializar.
Está compuesto por abruptos acantilados de hasta 250 metros de desnivel, formados por las estribaciones de las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama y erosionados por el oleaje marino.
Están intercalados con impresionantes playas y pequeñas calas de difícil acceso, en estado casi virgen, mientras que en las laderas de las montañas cuelgan terrazas cultivadas, a grandes alturas.
Es todo un espectáculo natural con impresionantes vistas. Desde sus miradores naturales, en los días claros, se puede contemplar la costa africana.
Alberga numerosas especies botánicas, como el matorral mediterráneo y masas arbóreas de pino carrasco, y es notable la presencia de aves como lavanderas o gaviotas.
Dentro del mar hay grutas y fondos escarpados con una rica variedad de fauna marina y las extensas praderas de Posidonia, junto con corales, esponjas y amplia variedad de peces.
Podemos encontrar morenas o meros y algunos de vivos colores como el pez doncella o formas espectaculares como el pez luna.
15. Acercarse hasta la Torre de Maro
También conocida como Torre de Calaturcos, es una atalaya costera que se divisa desde muchos puntos de la zona. Es un interesante ejemplo del complejo sistema de control y comunicaciones establecido a lo largo de toda la costa andaluza.
Fue construida en el siglo XVI para paliar los desastres que causaban los piratas, que robaban todo lo que encontraban y hacían prisioneros.
Sirvió para la defensa de Nerja y de Maro, dando la alarma con humo durante el día y fuego durante la noche. Fue un procedimiento de influencia musulmana, ya existente en el litoral africano desde el siglo VII.
Está situada sobre un promontorio a 120 metros sobre el nivel del mar, rodeada de monte y próxima a un acantilado, dentro del parque natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo.
La torre es troncocónica, orientada hacia el mar, con plataforma cuadrada y tiene 11 metros de altura y un perímetro en su base de 23 metros.
Aunque se utiliza el ladrillo en algunos elementos, como en el hueco de acceso, está esencialmente construida con mampostería y mortero de cal y es maciza hasta la puerta-ventana.
Se accedía al interior desde la puerta-ventana, subiendo una escala que se retiraba si había peligro.
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