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Qué hacer en Torremolinos: 20 planes imprescindibles

Qué hacer en Torremolinos

Desde la década de los cincuenta, lo que había sido antiguo pueblecito de pescadores se convirtió en uno de los destinos más populares del país. Si piensas visitar la ciudad, descubre en este post algunos de los mejores planes que hacer en Torremolinos

La localidad malagueña de Torremolinos supone un enorme reclamo turístico internacional en la Costa del Sol y ofrece una amplia oferta de actividades de ocio

Si te estás preguntando qué hacer en Torremolinos es importante que sepas que sus atractivos son diversos. Descubrirás una incomparable gastronomía con una interesante diversidad cultural, así como una amplia oferta de actividades de ocio. 

Hay muchas cosas que hacer en Torremolinos, de buen seguro que no te aburrirás. Pasemos ahora a ver algunas de los planes más interesantes.

Qué hacer en Torremolinos: 20 planes imprescindibles

1. Aprovechar un free tour por Torremolinos

Este free tour de dos horas permite conocer los rincones más emblemáticos de una de las localidades más turísticas de todo el litoral andaluz. 

En la plaza Costa del Sol se inicia una ruta que te llevará por los principales monumentos y la historia de la ciudad. En primer lugar, el camino llevará al mítico pasaje Begoña, callejuela con forma de “L” en pleno centro urbano, con un fascinante pasado de libertad sexual. 

Un oasis en la represión franquista y referente de la lucha LGTBI. Entre 1962 y 1971 contó con no menos de 50 locales de copas y música en directo entre, entre ellos el Tony’s Bar, primer bar homosexual de la historia española. 

Llegando al barrio de la Nogalera, se podrá vivir el ambiente cosmopolita y acogedor de la zona del Pueblo Blanco, conociendo la iglesia de San Miguel Arcángel, la más antigua de Torremolinos, una construcción neoclásica del año 1718. 

Profundizando en la huella del reino nazarí en Torremolinos se visitarán los exteriores de la Torre Pimentel, construcción de más de siete siglos de antigüedad. 

Después, la Casa de los Navajas, precioso palacio neomudéjar. El free tour finalizará en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen.

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2. Visitar la torre que dio nombre a la ciudad

Visitar la Torre de Torremolinos

Construida alrededor del año 1300, originalmente se llamó Torre de los Molinos. Es el principal monumento de la ciudad a la que dio nombre, toda una referencia histórica en pleno centro. 

Tomó luego la denominación de Pimentel en homenaje a un militar que ayudó a los Reyes Católicos a conquistar Málaga, a finales del siglo XV. 

Está ubicada entre la calle de San Miguel y la Cuesta del Tajo, en la parte alta del acantilado que domina la barriada del Bajondillo. 

Formó parte de la amplia red de torres defensivas nazaríes de la costa sur de la Península, para vigilar la llegada de posibles intrusos desde el mar. 

A lo largo del tiempo fue reformada según las necesidades de cada época. Tiene 12 metros de alto, con forma cuadrada con tendencia al prisma y la parte inferior algo más ancha que la superior. 

Alrededor de ella se fue creando un humilde barrio de molineros que acabaría convirtiéndose en la moderna Torremolinos

En la zona se ubican distintos molinos que empleaban la fuerza del agua encauzada desde los manantiales a pie de monte. El barrio siguió con su actividad molinera hasta el primer tercio del siglo XX.

3. Dejarse llevar por la belleza del paseo marítimo

Dejarse llevar por la belleza del paseo marítimo

Una de las cosas que ineludiblemente hay que hacer en Torremolinos es pasear por su bonito paseo marítimo, más de seis kilómetros que bordean las playas del municipio. 

Une los dos extremos de Torremolinos, desde la playa del Saltillo, en el barrio de la Carihuela, hasta la de los Álamos, en su extremo más oriental. 

Así, se inicia desde el tramo de la popular playa de la Carihuela, separada de la playa del Bajondillo por el saliente natural conocido como el Morro, que divide el paseo en dos tramos. 

Tras pasar por la playa del Bajondillo y antes de llegar a la de los Álamos, también discurre por la playa de Playamar

El paseo está muy cercano al casco urbano y es de muy fácil acceso desde cualquier punto de la ciudad. Basta con orientarse y caminar hacia el mar. 

Está muy bien acondicionado y tiene mucho ambiente, transitado por miles de visitantes en cualquier época del año. 

Su zona pavimentada, adornada con palmeras, es perfecta para pasear, patinar o montar en bicicleta por su propio carril. 

Además, contiene una gran oferta gastronómica y de ocio, con muchos chiringuitos ideales para comer y tomar algo y tiendas de todo tipo.

4. Bañarse en algunas de las mejores playas de la Costa del Sol

Bañarse en algunas de las mejores playas de la Costa del Sol

Uno de los indiscutibles grandes atractivos de Torremolinos son sus playas, repartidas en casi siete kilómetros de litoral. 

Se extienden a lo largo del paseo marítimo. La más popular y una de las más importantes de toda la Costa del Sol, auténtica referencia mundial, es la playa de la Carihuela

Es el arenal más largo de la ciudad, con dos kilómetros bañados por aguas cristalinas y poco profundas y con una amplia oferta de restauración en su tramo del paseo. 

Separada de la anterior por el famoso saliente del Morro, está la playa del Bajondillo, arenal oscuro en el corazón de Torremolinos. Es una magnífica extensión costera de 40 metros de ancho y más de un kilómetro de longitud, muy valorada por la variedad de servicios. 

Playamar, también conocida como playa de El Retiro, está dotada de buenos y abundantes servicios y un acceso muy próximo al centro, además de alcanzar el kilómetro de longitud y 50 metros de anchura media. 

Otra de las más valoradas es la playa de los Álamos, tapizada de arena dorada en sus más de kilómetro y medio de extensión, salpicados de palmeras y con una animadisima vida nocturna en sus clubs de playa.

5. Seguir las huellas del Camino del Agua

Un sendero que es fruto de un proyecto para unir la Senda Litoral de Málaga con la Gran Senda de Málaga.

La Senda Litoral es un gran recorrido que une los dos extremos de la Costa de Málaga, desde Estepona hasta Nerja.

Es un precioso trayecto que discurre por playas, acantilados, paseos marítimos y parajes de excepcional naturaleza y que tiene su etapa número 6 en Torremolinos. 

Por su parte, la Gran Senda de Málaga es un ambicioso proyecto que quiere unir, en una ruta de más de 700 kilómetros, todo el arco mediterráneo, desde España hasta Grecia. 

Ese nexo de unión entre ambas que es el Camino del Agua trata de poner en valor la cultura del agua del municipio a través de un recorrido urbano por las principales calles de la ciudad. 

Sigue las huellas históricas que el agua ha dejado en la historia de Torremolinos en fuentes públicas, abrevaderos, cauces y molinos, como el Inca, Manoja o Bóveda. Fueron base del trabajo de los pobladores antiguos y germen de la propia ciudad. 

El camino une el mar con la montaña mediante un recorrido agradable, con dificultad entre media y baja, según los tramos que lo componen.

6. Descansar en el Jardín botánico Molino de Inca

Descansar en el Jardín botánico Molino de Inca

Estos jardines forman parte del Conjunto de los Manantiales, Jardín Botánico, Molino de Inca. Toma su nombre del más antiguo de los molinos que molían la harina en otros tiempos. 

Está presente como una réplica que restaura el original del siglo XVII en la zona de los nacimientos de los manantiales de Torremolinos, como el de Inca y el del Albercón del Rey

El agua es protagonista y recorre el jardín a través de canalillos y se embalsa en estanques

Este lugar histórico acoge este precioso jardín botánico de más de 15.500 metros cuadrados, con casi un millar de especies vegetales reunidas en un oasis natural de tranquilidad. 

En este entorno, destacan 150 variedades de palmeras, arbustos y árboles. Entre estos últimos, una araucaria de 50 metros de altura, un olivo milenario y un pino de 50 metros, originario de la isla Norfolk. Se encuentra en el centro de un pequeño laberinto. 

También acoge numerosas especies de aves, algunas de ellas con ejemplares únicos. 

Dentro del recinto también hay un singular Jardín Japonés de unos 500 metros cuadrados, que reproduce en una ladera rocosa una zona ajardinada con colinas y lagos, típica de aquel país, con un pabellón de estilo oriental.

7. Admirar la hermosa arquitectura de la Casa de los Navajas

La Casa de los Navajas es un palacio ubicado en el corazón mismo del barrio del Bajondillo

Su origen está en los primeros años del siglo XX, cuando algunas familias acaudaladas eligieron Torremolinos como segunda residencia y erigieron sus casas, con indudable interés arquitectónico. 

Esta mansión se construyó en 1925, por encargo de la familia Luque-Navajas, vinculada al próspero negocio de la caña de azúcar

La edificación está construida en estilo neomudéjar, con retoques mozárabes, siguiendo un estilo muy característico de la época que buscaba emular la arquitectura musulmana existente en la España medieval. 

Declarada como Bien de Interés Histórico, la Casa de los Navajas tiene una hermosa fachada decorada con elegantes mosaicos. 

El interior también es muy llamativo, inspirado en la majestuosa Alhambra de Granada, salpicada con muebles y accesorios que fusionan el estilo art déco y con el renacimiento español, así como mosaicos y molduras realizados con gran precisión y detalle. 

El segundo piso de este espectacular palacio fue diseñado como una terraza y mirador costero que permite unas vistas sublimes del Mediterráneo.

Además, el edificio alberga una exposición de fotografía que hace un interesante recorrido por el pasado de la ciudad.

8. Degustar el delicioso pescaito frito

Degustar el delicioso pescaito frito

La gastronomía local de Torremolinos es una mezcla de modernidad y tradición muy marcada por su famoso pescaito frito, del que se dice que es cuna de esta localidad malagueña. 

Este pescaito frito en aceite de oliva es todo un símbolo de la gastronomía malagueña, un plato de origen sencillo y humilde que tuvo su origen en los años sesenta, en pleno boom del turismo, en el barrio marinero de la Carihuela. 

Este plato estrella, que muestra una herencia de la cocina sefardita, se puede encontrar en chiringuitos repartidos por todas las playas. 

Es una comida bastante heterogénea, que admite diversos tipos de pescado como boquerones, salmonetes, calamaritos, chocos o puntillitas entre otros. 

Dentro de este apartado merecen una mención especial los incomparables espetos de sardinas, ensartadas en cañas finas y asadas entre brasas de leña en la arena de la playa. 

La oferta de pescaito frito en Torremolinos es amplia, pues se puede degustar en los chiringuitos de la playa o en los más de 250 bares y restaurantes de la localidad. 

Torremolinos organiza, incluso, espectaculares rutas de pescaito frito, pasando por diferentes establecimientos de la ciudad en barrios como la Carihuela, el Bajondillo o Playamar.

9. Recorrer la ruta de los murales

La ruta de los murales de Torremolinos es una excelente muestra de Street art, que identifica a la ciudad como símbolo de vanguardia y arte. 

Hace todo un homenaje a destacadas personalidades del arte, la cultura y el entretenimiento que han residido en la ciudad. 

El gran boom turístico de Torremolinos de los años 50, 60 y 70 hizo que la ciudad fuera visitada por artistas y estrellas de Hollywood, que venían a rodar películas o disfrutar de las playas y la animada noche española. 

Torremolinos ha querido recuperar esa memoria histórica de forma visible y moderna, representando en murales de algunas fachadas de la ciudad un tributo a estas estrellas, de la mano de artistas reconocidos como Nesui SRC, entre otros. 

Así, Brigitte Bardot permanece en la fachada lateral del antiguo Hotel Adriano, en plena plaza Costa del Sol, mientras que el mural de Frank Sinatra está en un edificio del Paseo Marítimo

La Avenida Carlota Alessandri es la calle por excelencia para observar estos murales, sobre todo en la zona de la Carihuela, con pintores como Pablo Picasso o Salvador Dalí. 

También se encuentran murales de actores como Ava Gardner, Anthony Hopkins, Samuel L. Jackson, Laurence Fishburne o Tommy Lee Jones.

10. Acercarse a Benalmádena pueblo 

Acercarse a Benalmádena pueblo 

La estancia en Torremolinos puede ser un buen momento para hacer una visita a Benalmádena pueblo, así denominada para diferenciarse del núcleo de Benalmádena Costa. 

Es una localidad hermosa y tranquila, alejada del bullicio, tan solo a 10 minutos en coche de Torremolinos. 

Esta población de origen andalusí en lo alto de una colina tiene las típicas calles estrechas, casitas encaladas, llenas de macetas de geranios, y tejados de terracota que trasladan a otros tiempos pasados. 

La población se extiende alrededor de la plaza de España, un bonito espacio rodeado de naranjos donde se encuentra su emblemática escultura de bronce de “la niña”

Merece la pena dar un paseo por su casco urbano, ver los restos de la muralla del antiguo castillo y disfrutar de espléndidas panorámicas de la Costa del Sol.

También tiene un curioso Mariposario, verdadero parque temático que alberga un espectacular templo tailandés con hasta 1.500 mariposas exóticas volando en libertad.

Frente al recinto se encuentra la Estupa de la Iluminación, la mayor construcción budista del mundo occidental, con sus 33 metros de altura. 

En el otro extremo del casco antiguo está el Castillo de Colomares, erigido en homenaje a Cristóbal Colón.

11. Vivir la noche con intensidad

En Torremolinos hay una animadísima vida nocturna. Es posible salir de marcha cualquier día de la semana porque siempre hay gente, especialmente en temporada alta. Durante los meses de julio y agosto la población de Torremolinos crece de forma considerable. 

En un principio, la vida nocturna más destacada se concentraba en la zona del Pueblo Nuevo, en el centro de la ciudad. 

Desde hace algunos años ha resurgido desplazándose a lo largo del paseo marítimo de Playamar y los Álamos, con locales de playa que ofrecen música día y noche. 

Esta zona, especialmente los Álamos, lleva bastantes veranos siendo un punto clave en donde se concentra a diario el público más joven, para disfrutar de modernas discotecas

El paseo marítimo se va llenando previamente de gente haciendo botellón antes de entrar en las discotecas de moda. Las calles peatonales del casco antiguo también tienen su propia animación, con locales nocturnos y fiestas que se prolongan hasta la mañana. 

Pero, Torremolinos destaca, por su ambiente gay malagueño, con multitud de discotecas y locales, como ocurre en la Nogalera, plaza peatonal en pleno centro, y sus calles adyacentes.

La zona de la Plaza es otro de los núcleos conocidos del turismo gay friendly, tanto de día como de noche destaca por su animación alternativa y oferta gastronómica.

12. Contemplar imponentes panorámicas desde la Torre mirador del Parque de la Batería

Contemplar imponentes panorámicas desde la Torre mirador del Parque de la Batería

Una de las cosas más interesantes que hacer en Torremolinos es visitar el Parque de la Batería y disfrutar de las impresionantes vistas desde su Torre Mirador, probablemente el mirador más espectacular de la ciudad. 

Esta construcción es moderna y tiene unos 15 metros de altura total. Por supuesto, se puede subir por las escaleras, pero, para mayor comodidad, también se puede ascender a lo más alto en ascensor. 

Desde arriba se disfrutan de las mejores panorámicas de la bahía de Málaga, por un lado, y de la Sierra de Málaga por el otro. 

La posición elevada del Parque de la Batería, uno de los pulmones de la ciudad, sirvió para la instalación de una batería de cañones que defendían esta parte de la costa. Aún se pueden observar los restos de algunos de ellos, así como un par de bunkers. 

El parque en sí tiene muchos rincones interesantes, muchos árboles y vegetación, senderos para practicar deporte o hacer caminatas.

Dispone de un gran lago artificial de más de 9.000 metros cuadrados donde se puede pasear en barca. También alberga un precioso tiovivo de estilo veneciano, con más de 50 figuras, caballos, carrozas y jirafas.

13. Caminar en plena naturaleza hacia la cañada del lobo

En los alrededores de Torremolinos podemos encontrar magníficos parajes naturales de gran riqueza medioambiental que merece mucho la pena conocer y disfrutar. 

Uno de los más destacados es la Cañada del Lobo, que ha tomado el nombre de la escultura de un lobo aullando que corona la cima del monte. 

Para llegar hasta allí se dispone de una red de senderos, entre los límites territoriales de Benalmádena y Torremolinos, que atraviesan un denso pinar salteado también de robles, encinas, alcornoques y especies típicas mediterráneas. 

Por el camino, con una pendiente suave que se va haciendo más pronunciada, se puede disfrutar de espléndidas vistas de una gran extensión de la Costa del Sol. 

Pero, el mejor mirador está en la cima misma, desde donde se puede contemplar una panorámica verdaderamente espectacular. Además de la costa mediterránea se llega a vislumbrar Sierra Nevada en la lejanía. 

También se observan con claridad las hermosas montañas de los alrededores y la Hoya de Málaga, una impresionante depresión natural que conforma en su camino la afluencia de los ríos Guadalhorce y Guadalmedina.

14. Alucinar con el impresionante recorrido del Caminito del Rey 

Alucinar con el impresionante recorrido del Caminito del Rey 

A menos de una hora de Torremolinos, entre los términos municipales de Ardales, Álora y Antequera, encontramos esta verdadera aventura al aire libre inscrita en un paisaje único e impresionante. 

Se trata de una pasarela peatonal de unos 8 kilómetros de longitud y un metro de ancho. Está colgada a unos 100 metros de altura de las rocas verticales del Desfiladero de los Gaitanes, sobre el río Guadalhorce. 

Es una espectacular garganta excavada por el río, con paredes que llegan a 700 metros de profundidad, que acoge un rico ecosistema de especies vegetales y animales. Entre estos destacan alimoches, buitres leonados, águilas reales o ejemplares de jabalí o de cabra montés. 

La construcción de esta imponente obra de ingeniería comenzó en 1901 entre los saltos de agua del Gaitanejo y de El Chorro.

Su origen estuvo en la necesidad de la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro de abrir un acceso de paso para obreros y materiales de mantenimiento dirigidos a la central hidroeléctrica. 

Con el paso del tiempo, la pasarela original de lo que fue uno de los caminos más peligrosos del mundo quedó muy deteriorada.

Hoy en día, es un recorrido totalmente seguro, renovado recientemente y en constante mantenimiento.

Si te interesa recorrer sus tres kilómetros de pasarelas colgantes sobre el desfiladero y disfrutar de unas vistas espectaculares, te recomiendo la siguiente excursión.

>>> Excursión al Caminito del Rey <<<

La excursión comienza a bordo de un autobús dirección al Caminito del Rey. Al llegar se disfruta de una ruta a pie de entre dos horas y media y tres horas.

15. Hacer todo tipo de compras en Torremolinos

Torremolinos es una ciudad cosmopolita en la que los amantes de las compras encuentran todo lo que deseen. 

Comercios tradicionales y artesanos conviven con grandes firmas de moda y modernos establecimientos, con gran variedad de propuestas en estilos, marcas, tendencias, calidad y precios. 

La zona comercial del centro, por excelencia, es la calle San Miguel, travesía peatonal con afluencia diaria de miles de personas. 

Allí y en sus calles adyacentes, se encuentran todo tipo de establecimientos, desde comercios de toda la vida, con su encanto especial, hasta una oferta muy atractiva de cadenas de ropa y complementos de marcas reconocidas. 

Otro clásico de las compras vacacionales son los mercadillos. Cada semana hay dos en Torremolinos, que se instalan en el Recinto Ferial

Los jueves se celebra el colorido mercadillo general, con más de 200 puestos con todo tipo de artículos y productos. Se puede encontrar desde ropa y zapatos hasta artesanía y decoración, fruta, verdura, dulces y muchos otros elementos. 

Los domingos, el especializado en artesanía y antigüedades, con unos 100 puestos. Exhiben productos tan variados como cerámica, cuero, elementos vintage, posters, carteles de cine, libros antiguos, discos de vinilo y elementos de segunda mano en general.

16. Conocer el famoso Morro de Torremolinos 

Considerado en Torremolinos como un magnífico monumento natural visible desde cualquier punto de la costa de la ciudad. 

Se trata de la Punta de Torremolinos, coloquialmente conocida como el Morro, una monumental elevación rocosa desde donde se observan unas vistas que verdaderamente impresionan y se contempla un amanecer de belleza inolvidable

Esta punta hace de punto intermedio de la localidad, dividiendo la costa en dos mitades y haciendo de frontera natural de sus dos playas más famosas, la Carihuela y el Bajondillo. 

Antiguamente, era un auténtico límite físico, pero a finales de los años 60, con la construcción del paseo marítimo, se estableció una prolongación del mismo que permite pasear junto al mar

Es un rincón con mucha historia, ya que, por su importante posición estratégica, alojó una batería defensiva en el siglo XVII. 

Sirvió para fortalecer esta zona que, durante siglos, había sido muy vulnerable para la entrada de invasores y piratas. 

Además, acogió el primer hotel reconocido como tal en la Costa del Sol, el conocido como Hotel Castillo de Santa Clara. 

Desde entonces, son muchos los artistas ilustres, entre escritores, pintores y demás, que pasaron por esta zona e hicieron luego alusiones en sus obras.

17. Asombrarse con el arte de los caballos del centro de equitación El Ranchito

Asombrarse con el arte del caballo andaluz

Este centro de equitación, fundado en los años 40, supone una experiencia diferente en una estancia en Torremolinos. Las instalaciones tienen estilo puramente andaluz, incluido el típico patio de Andalucía, con sus azulejos, tejados y la Virgen del Rocío al fondo. 

Cuenta con 55 boxes, una pista semicubierta de 20 x 35 metros y una gran pista cubierta con capacidad para 550 personas, lo que permite la puesta en escena de vistosos espectáculos. 

De hecho, aquí se puede disfrutar del único espectáculo de la Costa del Sol con típicos caballos andaluces, de una las razas más antiguas y puras del mundo. 

Si te interesa ver un espectáculo donde los caballos danzan al son de las melodías puede que te interese este espectáculo ecuestre realizado en el  centro hípico El Ranchito.

Su número más famoso, el denominado “Ritmo a caballo”, es un auténtico ballet ecuestre donde se puede apreciar el arte de la doma con los caballos danzando al compás del flamenco. 

Desde el año 1993, han sido muchas las diferentes coreografías con música española y vestuario clásico andaluz que han conformado este espectáculo, con más de 20 caballos en escena. 

En El Ranchito también se ofrecen espectáculos con cena, clases de equitación para todos los niveles. También paseos a caballo con rutas con increíbles vistas a la bahía de Málaga y a la montaña, guiadas por personal especializado.

En este espectáculo de 1h 30 minutos de duración, se aprecian preciosos caballos de raza española que coordinan sus movimientos bailando, acompañados por el sonido de diversas melodías.

>>> ESPECTACULO ECUESTRE EL RANCHITO <<<

18. Asistir a algún evento cultural en el Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso

El verdadero epicentro del arte y la cultura en Torremolinos está en el Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso. La institución está ubicada en un edificio histórico de la calle de la Cruz, declarado como Bien de Interés Cultural

Fue diseñado y construido en 1935, en un estilo art déco, como sede del Colegio e Internado de huérfanos ferroviarios. El edificio está rodeado exteriormente por jardines muy bien cuidados, adornados con diferentes esculturas. 

En su interior cuenta con una gran biblioteca con diversas salas de lectura, zona de estudio y ordenadores con conexión wifi disponible, así como una bonita cafetería con grandes ventanales para observar el mar. 

Si se quiere estar al día de las actividades culturales de la ciudad, lo que hay que hacer en Torremolinos es visitar este Centro Cultural, porque se dedica a la propagación de diferentes géneros artísticos. 

El centro llega a acoger eventos culturales como exposiciones de pintura y fotografía, ponencias, festivales o proyecciones. También tiene una sala dedicada a la escultura de la artista española Elena Laverón.

Como complemento de su programación cultural, la institución está dotada de un salón de actos, dos salas de cine, una de yoga y otra dedicada a actividades infantiles.

19. Disfrutar de las divertidas atracciones de Aqualand

Considerado como el mayor parque acuático de la Costa del Sol, es una alternativa de diversión en familia a solo cinco minutos del centro de Torremolinos. 

El parque cuenta con las mejores instalaciones, muchas piscinas, tubos y toboganes para todos los públicos, en una superficie de 70.000 metros cuadrados. 

La zona Adrenaline Fun es la más espectacular, con atracciones en tubos y toboganes que proporcionan vertiginosos descensos y caídas en la piscina. 

Entre algunos de ellos encontramos atracciones como Boomerang, Crazy Cones, Twister, Black Hole, Anaconda o Kamikaze, un tobogán individual que alcanza 22 metros. 

Este último presenta el tobogán con el desnivel más alto de Europa y una impresionantes sensaciones con su recorrido de aceleración progresiva. 

La diversión también está asegurada con emocionantes carreras como las de Speed Racer, Multipistas, Crazy Race o Super slalom o en los Rapids

Son una experiencia de rafting en la que no faltan los remansos, rápidos y remolinos propios de la actividad. Para los niños, Aqualand ha habilitado la zona denominada Kidzworld, con sus propias piscinas y toboganes. 

Además, hay una zona de playa, la Surf Beach, con olas de más de un metro de altura, una laguna tropical, una piscina de hidromasaje con burbujas y un campo de minigolf.

20. Saber más del pasado de la ciudad en el yacimiento romano de La Cizaña

El yacimiento arqueológico de la Cizaña se encuentra a unos 100 metros de la costa, en un paraje rodeado de urbanizaciones y complejos hoteleros de Torremolinos.

Los restos arqueológicos que allí se encuentran pertenecen a la época romana, durante el periodo entre el siglo I al IV. 

Se trata de una villa que se dedicó al comercio de productos alimenticios del mar y de la producción agrícola de la zona. Se estima que llegaría a ser uno de los puntos más importantes del imperio romano, de este tipo de comercio, en la costa malagueña. 

De la existencia de estos vestigios se tiene constancia desde los años 60, cuando se identificaron unas piletas para elaborar salazones y, más adelante, el complejo termal

En este asentamiento costero se identifican áreas residenciales, como una villa y algunas casas que podrían haber sido ocupadas por los trabajadores. También se identifican instalaciones de carácter industrial y comercial, dedicadas en especial a la salazón. 

Se conservan numerosos elementos complementarios como un área termal con piscinas, un centro productor alfarero con varios hornos y un gran almacén. 

Perduran restos cerámicos, sobre todo sigilatas, lucernas, ánforas y otros relacionados con la industria de la salazón.

Foto: Shutterstock

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