
Hoy te proponemos algunos planes imprescindibles que hacer en Sevilla para disfrutarla al máximo. Toma buena nota de las actividades y de los sitios que te aconsejamos porque no te van a defraudar. Éxito total garantizado.
Sevilla es una ciudad que se deja disfrutar en todos sus momentos, en todos sus tiempos y estaciones. En primavera, cuando los 40.000 naranjos del centro de la capital desprenden sus aromas, lo embriagan todo y hacen muy dulce, muy edulcorado pasear por el barrio de Santa Cruz. Pero también se hace gratísima en verano, en las noches refrescadas de sus terrazas o en el tiempo de sus inviernos, inviernos suaves del sur.
A Sevilla hay que vivirla en la calle. Actividades al aire libre, recorridos turísticos poco conocidos, terrazas, vistas panorámicas o una gastronomía y una repostería exclusivas son reclamos que son muy difíciles de renunciar.
Índice de Contenidos
Las 15 mejores cosas que hacer en Sevilla
Esta es una guía ecléctica que ofrece que hacer en Sevilla, que busca sorprender y que reúne esas experiencias para vivirla ‘sevilleando’. De calle en calle, paso a paso, momento a momento:

1. Destapando la cocina sevillana, de tapa en tapa
Andalucía y, por supuesto, Sevilla, conservan y hasta alientan las excelencias de su cocina tradicional, abierta a influencias. Una cocina española, mediterránea con toques hebreos, moriscos y árabes, trae a la mesa las carnes, las frutas, las verduras y un rosario de especias de la tierra.
A Sevilla hay que ir directos a admirar su patrimonio monumental, pero hay que tomarse un tiempo reservado para catar sus manjares con el estilo de los sevillanos, de tapeo en tapeo. Par echar a andar ese plan hay que situarse en el centro histórico de la capital hispalense.
El centro de Sevilla, los alrededores de la Catedral, los barrios de Santa Cruz y San Bernardo, están llenos de tabernas sevillanas auténticas. Con sus propias bodegas. Un territorio que explorar en rutas de tapeo.
Ya en faena, para abrir apetito, se puede empezar con unas croquetas de jamón ibérico, como las de Casa Ricardo (calle Hernán Cortés, 2). Con el mismo gusto minimalista, no hay que perder de vista un lugar clave para encontrarse con los mejores montaditos de pringá de Sevilla. Los que son tradición en la Bodeguita de Antonio Romero (c/Antonio Díaz, 19). La pringá es un cocido andaluz que se suele untar en pan también en forma de montaditos.
Si buscamos algo más consistente, el mejor rabo de toro sevillano tiene casa y fonda en El Burladero -el nombre del lugar tiene su miga-. Rabos de toro especialmente tiernos en un restaurante con inequívoco ambiente taurino (calle Canalejas, 1).
Para refrescar y hacer más saludables las comidas en tiempos de calor, nada mejor que crearse experiencias frescas con los muy digestivos gazpachos. En Sevilla, hay que visitar el templo gazpachero por antonomasia, el de El Rinconcillo, fundado en 1670 como casa de comidas y el restaurante en activo más antiguo de España (calle Gerona, 40, cerca del Palacio de Dueñas).
Las delicias andaluzas tapeables se dejan ver también como pescaíto frito, ensaladillas rusas de varias maneras, papas aliñás, huevos a la flamenca, callos y, para otro tipo de degustaciones, sopa de picadillo. Todo es elegir que hacer en Sevilla para comérsela, literalmente, a bocados.
2. Experiencias dulces en Sevilla

El sincretismo de la mesa sevillana es aún más evidente en la repostería. Célebres son las tortas de Alcalá (por Alcalá de Guadaira), ideales para compartir con amigos o en familia, cada uno con su trozo. Las yemas de San Leandro son también únicas en Sevilla.
Las elaboran artesanalmente las monjas del Convento de San Leandro que las hacen desde al menos el siglo XVI (Plaza de San Ildefonso, 1), muy cerca de la Casa de Pilatos. Una originalidad son las tejas dulces de almendra y coco que se pueden saborear en un despacho exclusivo en el número 13 de la Plaza Jesús de la Pasión, no muy lejos de la Iglesia del Divino Salvador, en el barrio de Santa Cruz.
Visitar Sevilla en Semana Santa tiene un extra, disfrutar de los dulces típicos sevillanos de esos días: pestiños, las populares torrijas (también en versión helado) o las simpatiquísimas galletas-nazareno con las imágenes de los nazarenos recortadas en sus superficies y en sus colores. Hermandad a hermandad.
3. Sevilla sorbo a sorbo

Que hacer en Sevilla bebiendo lo que toca. Lugares con encanto para tomar algo son legión en Sevilla. Las terrazas de la ciudad son hervideros de público muy populares para compartir cervezas (las mejores son las artesanas andaluzas) con amigos. Hay que probar la manzanilla y el ‘rebujito’, manzanilla y refresco de lima.
Locales recomendables, son, por ejemplo, el Restaurante de la Torre de los Perdigones (una vieja fábrica de perdigones), un local gourmet, donde beber los mejores finos en un ambiente íntimo (Resolana, 41).
Un local de estética muy subida es el Garlochi (Boteros, 26), con su decoración religiosa semanasantera y sus pinturas de la desaparecida Duquesa de Alba. En el local, hay que pedir la ‘sangre de Cristo’. 7.1987 es un local perfecto para beber y escuchar música de los años 80 en un ambiente especial (Alameda de Hércules, 93).
Y para llevar la experiencia muy, muy arriba, nada mejor que disfrutar de una bebida (o una cena) a la caída del día en una terraza. Al fresco. Terrazas con buen diseño, con vistas espectaculares o con ambientes especiales hay muchas, pero éstas son las que recomendamos sentidamente: Abades Triana en la calle Betis del barrio del mismo nombre (vistas al río y a la Torre del Oro) y la Lonja del Barranco, una terraza con restaurante con vistas al Castillo de San Jorge y el Puente de Triana.
4. Sevilla por la borda

Que hacer en Sevilla navegando. Una forma muy original de conocer Sevilla es recorrer su centro y sus barrios desde el curso del Guadalquivir navegable a su paso por la capital. Se trata de un recorrido comentado que permite descubrir la ciudad desde otra perspectiva.
Ver los pabellones de la Exposición Universal de Sevilla de 1992, descubrir monumentos icónicos como la Plaza de Toros de la Maestranza, los conventos y los monasterios más visitados, la Plaza de la Exposición Iberoamericana de 1929, los puentes históricos o el Barrio de Triana.
Una ruta cómoda, para todo tipo de públicos, con comida a bordo y con la opción de recorrer las riberas del Guadalquivir en horas de la noche. Las salidas son cada treinta minutos en el pequeño muelle de Marqués del Contadero, junto a la Torre del Oro.
También existe la opción de ampliar la ruta fluvial hasta San Lúcar de Barrameda en un recorrido diferente y ampliado en la zona.
5. Sevilla sobre dos ruedas (sin motor)

La ciudad de Sevilla tiene casi 200 kilómetros de vías dedicadas exclusivamente a la circulación de bicicletas. Están disponibles más de 3.000 bicis que se pueden dejar y tomar en 260 estaciones. La red de vías para bicicletas alcanza a toda la ciudad y se extiende hasta su área metropolitana convirtiéndose en una fórmula perfecta para conocer la ciudad a ritmo propio.
6. Déjate guiar por Sevilla en un tour gratuito
Si es tu primera vez en la capital hispalense déjate guiar por su centro histórico en un free tour. No hay mejor forma de tener un primer contacto con la ciudad que conociendo más de la historia, sus monumentos, costumbres y llevándote algunas recomendaciones de un guía que conozca bien la ciudad.
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7. Sevilla de tablao en tablao

Si de lo que se trata es de experimentar el sentir del flamenco, Sevilla da muchas opciones. Se puede seguir rutas de tabernas sevillanas que incluyen espectáculos de flamenco o elegir opciones más exclusivas para disfrutar de bailes sevillanos.
Dos tablaos que añadir a una ruta de tapas en el centro de Sevilla son el Bar Lola de los Reyes, en el local número 1 del 6 de la Avenida Blas Infante y el Tablao Los Gallos, en la Plaza de Santa Cruz, 11. Una de las audiciones más personalizadas es la que ofrece ‘La Casa de la Guitarra’, en la calle del Mesón del Moro número 12.
No está de más estar atentos a la programación de la Casa de Joaquin Turina, una sala gestionada por el Ayuntamiento de Sevilla (calle Laraña, 4) que reúne a figuras del flamenco. 486 butacas, precios asequibles y una sala con buena acústica.
Pero si se quiere vivir una experiencia de baile tradicional en Sevilla aún más auténtica, siempre se puede acudir a cualquiera de las peñas flamencas que existen en la ciudad y que reúnen a aficionados.
Hay unas ochenta peñas de flamenco en Sevilla. La más activa de todas es la de Torres Macarena, en el 29 de la calle Torrijano. Suelen acudir unas doscientas personas y está abierta al público de 21.00 horas a 23.00 horas.
8. Buscando recuerdos en Sevilla

¿Y qué tal ir de compras por Sevilla? Las calles más recomendables para ir de compras en Sevilla son las del centro, las peatonales más visitadas. Las de Tetuán y Sierpes reúnen tiendas y boutiques de primeras marcas así como comercios de cosmética.
Empezar un recorrido libre desde la Plaza Nueva puede ser un buen comienzo para, además, pasear y ver lo que hay. En la calle Cuna, hay tiendas de complementos para boda, la calle Córdoba es la de las zapaterías de Sevilla, para calzado más exclusivo, AuRevoir Cinderella en la calle Muñoz Olivé.
Para los que buscan productos de calidad en cuero, una tienda con solera es la de Curtidos Sevilla que está en el 14 de la calle Carlos Cañal. Todo, en pieles de vacuno, ternera y caballo.
También se pueden comprar productos andaluces y sevillanos, embutidos o quesos, por ejemplo en Productos de la Sierra, en el 18 de la calle Adriano, junto a la Plaza de Toros de la Maestranza.
La cerámica tradicional de Sevilla es otra opción para hacer compras inolvidables. Es perfecta para regalar algo original a la vuelta de un viaje a la capital hispalense. La cerámica de Triana es famosa y su extensa gama de formas y de usos es parte de su atractivo.
Se trata de una tradición cerámica antigua, totalmente artesana que incluye platos, azulejos, números de viviendas, jarrones más clásicos, juegos de café e incluso relojes de pared. Dos referencias donde comprar estos productos originales y de calidad: Cerámica Triana (Calle Callao, 14) y Cerámicas Santa Ana (calle San Jorge, 31).
Lee este artículo donde te explicamos cómo son las zonas más populares de Sevilla para que escojas donde quieres alojarte con todas las claves que necesitas. Dónde dormir en Sevilla
9. Ver Sevilla como los pájaros

¿Hay algo más romántico que disfrutar de las vistas de Sevilla sobre los tejados? Sí, es posible, yendo, acercándose a unos puntos muy concretos de su centro histórico. Toda una experiencia. Y el lugar alto por excelencia para atreverse a escrutar el skyline de la ciudad es la Giralda de Sevilla.
Tiene 94 metros de altura y su punto panorámico accesible está a unos 80 metros. Se sube por las 35 rampas que en su día servían para ascender ¡en caballo! a lo alto de lo que fue el minarete de la mezquita de la ciudad y para llamar a voces a la oración.
También tiene interés las vistas desde la plataforma aterrazada alta de la Torre del Oro, junto al Guadalquivir. Pero hay más vistas de altura que esas clásicas en Sevilla. Una vista de altura muy peculiar es la del Mirador de las Setas de Sevilla (nombre popular), llamado más en serio Metropol Parasol.
Un edificio-escultura de madera situado en la Plaza de la Encarnación que descuelga las miradas sobre el centro histórico de la ciudad y con la guía de unos sus pasillos corridos en alto (niveles 2 y 3, 26 metros sobre el suelo de la plaza).
Si se quiere combinar vistas y alojamientos en el centro, éstos son tres localizaciones clave más en terrazas de altura: el Hotel Ribera de Triana sobre la Plaza Chapina (vistas al Puente de Triana), Hotel EME en la calle de Alemanes (vistas panorámicas sobre la Giralda y a la Catedral de Sevilla) o, desde otro ángulo, el Hotel Inglaterra, en la Plaza Nueva. Colgarse de Sevilla para recordarlo siempre.
10. Dejarse caer por la Feria de Abril, un imprescindible que hacer en Sevilla

Que hacer en Sevilla durante el coso de la Feria. Acercarse en abril a Sevilla y no dejarse caer por la Feria de Abril no tiene perdón. Es, junto con la Semana Santa sevillana, uno de los eventos populares más conocidos de la ciudad y por la que se la recuerda en cualquier parte del mundo.
El evento tiene lugar en el Real de la Feria, en la zona de Los Remedios. Ocupa casi medio millón de metros cuadrados, tiene más de 1.000 casetas privadas y menos de una veintena abiertas al público, lo suficientemente grandes como para acoger a los visitantes que llegan de fuera y que quieren disfrutar de la música y de la comida típica servida en tapas. La Feria de Abril incluye música en vivo y atracciones que se concentran en la llamada Calle del Infierno.
11. Seguir los pasos a la Semana Santa de Sevilla
¿Qué hacer en Sevilla en Semana Santa?. Los sevillanos desatan sus pasiones más sentidas en su Semana Santa. Puro sentimiento que se puede ver y hasta palpar entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección siguiendo las actividades de cualquiera de las 60 hermandades y cofradías de Sevilla.
La religiosidad se vive en la calle. Las procesiones de los pasos por las calles de Sevilla son una oportunidad única de ver los tronos y las figuras religiosas, muchas de ellas, obras de arte barrocas. Pero también la música, las saetas, los cantos devotos a las imágenes y los usos y los hábitos históricos de cada hermandad organizada alrededor de sus iglesias y parroquias.
No hay que perderse La Madrugá, el paso de las cofradías en la noche del Jueves al Viernes Santo. Un microcosmos sorprendente.
12. Fiestas en otra onda

La Semana Santa y la Feria de Abril no agotan las opciones de eventos religiosos populares y de otras actividades de ocio particularmente seguidas en Sevilla. Ahí están la Velá de Santa Ana, las corridas de toro en el calendario sevillano, el Corpus Christi y la Romería al Rocío para dejarlo claro.
La Velá de Santa Ana es una fiesta religiosa que se conmemora a finales del mes de julio en el Barrio de Triana y para celebrar el patronazgo de Santiago y Santa Ana. Se prolonga durante una semana y el Barrio de Triana se engalana con farolillos y se llena de casetas.
Las corridas de toros hay que verlas en la Plaza de Toros de la Maestranza, una de los cosos taurinos más antiguos de España y un monumento en sí mismo.
El Corpus Christi saca de otra manera a las hermandades sevillanas en procesión y la Romería del Rocío lleva a los romeros hasta la lejana aldea del Rocío y a su Virgen en un colorista cortejo por un camino tradicional.
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13. Sevilla Beach
Aunque parezca increíble, Sevilla tiene playa. En uno de los tramos del río, en la Dársena del Guadalquivir, se habilita cada verano una zona de arena como playa artificial. La superficie es blanca y cerca ella se puede disfrutar del ambiente de dos restaurantes con sus terrazas.
El espacio permite disfrutar de piscinas, para mayores y pequeños, de una zona para la práctica de voley playa, de solarium (con acceso desde el Acuarium de Sevilla) e incluso de olas de surf generadas artificialmente en una corriente continua. Se trata de una opción de ocio playero muy familiar situada en el centro de Sevilla.
14. Mercadeando por Triana

Una experiencia singular para los sentidos en Sevilla es la de disfrutar de ambiente y de los productos que se ofrecen en el Mercado de Triana. En la Plaza de San Antonio y junto al Puente de Triana. Se trata de uno de los mercados más populares de Sevilla.
En el mercado, se pueden encontrar productos del campo y de la huerta sevillana y andaluza, pero la experiencia sube de nivel cuando se catan las tapas en cualquiera de los locales de restauración que hay en el edificio.
15. De museo en museo
Sevilla tiene museos para interesar y para motivar a cualquier espíritu sensible a la cultura común. Algunos de ellos están en edificios históricos que son un tesoro en sí mismos. Son los casos del Archivo de Indias, del conjunto de la Real Fábrica de Tabaco o del Castillo de San Jorge en el corazón del Barrio de Triana.
También hay centros de interpretación en la ciudad que desarrollan temas históricos y etnográficos interesantes también como espacios de estudio. Esos son los casos del Museo de Artes y Costumbres Populares o el del mismo de Arte Mudéjar.
Las exposiciones permanentes del Museo Arqueológico de Sevilla, del de Bellas Artes compiten con sus originales fondos con los de palacios urbanos igualmente visitables como el de los Marqueses de Algaba, el Palacio de Dueñas, el Real Alcázar de Sevilla o la Casa de Pilatos.
Muchos de estos museos son gratuitos y tienen horarios que los hacen muy accesibles a la hora de incluirlos en rutas por el centro de Sevilla. Se trata de una experiencia cultural en la que hay que ser selectivos si se quiere disfrutar de verdad. Para tomarse su tiempo.
Así es deja sentir Sevilla. Sevilla es única y las experiencias en la capital hispalense sólo se pueden guardar donde se conservan los mejores recuerdos. Como un tesoro. Feliz Sevilla.
Fotos:(2)chantrybee,(3)Sandra Vallaure,(4)Sandra Vallaure,(5)TeaMeister, (7)jon collier, (8)Elliot Brown,(13)Sandra Vallaure.