Si tienes pensado visitar esta ciudad colonial, no dudes en averiguar cuáles son las mejores cosas que hacer en Oaxaca. Oaxaca de Juárez, era conocida como Antequera en tiempos de los conquistadores españoles y actualmente es la capital del estado de Oaxaca.
Es una ciudad colonial que conserva una parte importante de sus tradiciones y costumbres centenarias. Tanto la ciudad de Oaxaca como el valle que la rodea han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La ciudad de Oaxaca se caracteriza por sus muros de tono verdoso, que representa un tesoro de la arquitectura, la cultura y la gastronomía mexicanas. En toda la zona hay mucho que ver y hacer durante su visita.
Qué hacer en Oaxaca: 20 planes imprescindibles
1. Apuntarse a un free tour por Oaxaca
Oaxaca es una ciudad mágica, con una mezcla entre su tradición profundamente mexicana y la arquitectura colonial.
Descubrirla de un primer vistazo es algo que se puede hacer con este interesante free tour de dos horas en el que un guía local experto va revelando detalles de los monumentos y las leyendas más populares de Oaxaca.
Partiendo de la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, donde contemplaremos su espléndido interior, el paseo a pie conduce a la facultad de Arquitectura de la Universidad de Oaxaca.
El recorrido pasa por el majestuoso teatro Macedonio Alcalá y la biblioteca pública Margarita Maza de Juárez, un edificio que evoca la época colonial.
Después de conocer el Museo de Arte Contemporáneo, se continúa por el parque Labastida, punto de encuentro de artistas oaxaqueños, para alcanzar todo un icono ciudadano, como es la iglesia de Santo Domingo, que tan diversos usos ha tenido en la historia de Oaxaca.
En la última parte del recorrido se alcanza la Casa Museo Benito Juárez y el museo Rufino Tamayo, donde se pueden conocer muchos aspectos interesantes de la historia de los pueblos indígenas, para concluir frente a la basílica de la Virgen de la Soledad.
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2. Contemplar la majestuosidad de la iglesia de Santo Domingo
El ex convento de Santo Domingo, en pleno centro histórico de Oaxaca, es un impresionante conjunto arquitectónico con diversos edificios e instalaciones.
El verdadero tesoro de este lugar es la iglesia de Santo Domingo, conocida como el templo más hermoso de Oaxaca y un magnífico ejemplo de arquitectura barroca novohispana.
Visitarla es una experiencia imprescindible que hacer en Oaxaca, pues combina arte, historia y cultura en un entorno magnífico.
Esta majestuosa iglesia considerada como Patrimonio de la Humanidad fue construida en el siglo XVI y ha tenido una tumultuosa historia como testigo de guerras, cambios políticos y ocupaciones diversas.
Su planta de cruz latina cuenta con una sola nave y 18 capillas en los laterales, con decoración barroca recargada que conserva apenas el 5% del revestimiento original de oro, debido a siglos de saqueo.
La fachada renacentista consta de tres cuerpos y remata con la imagen del propio Santo Domingo, mientras que a los lados se alzan dos torres con campanarios. En el interior, destaca el imponente retablo mayor, notable obra neoclásica.
Por la noche, el exterior de la iglesia se ilumina creando efectos espectaculares que realzan aún más su belleza.
3. Recorrer el centro histórico de la ciudad de Oaxaca
El centro histórico de Oaxaca es otro de esos lugares imperdibles, con sus edificios coloniales que conservan la arquitectura civil y religiosa original y reflejan la rica historia de la región.
Este tesoro arquitectónico y cultural ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por su valor excepcional. Porque, el centro histórico es un excelente ejemplo de ciudad colonial del siglo XVI, con edificios prácticamente intactos, a pesar de su ubicación sísmica, y una traza cuadrangular perfecta en su urbanismo.
En toda la zona se aprecia una mezcla ecléctica de estilos arquitectónicos, desde barroco hasta art nouveau.
La plaza de la Constitución, conocida como el Zócalo, es el verdadero corazón del centro histórico, rodeada de edificios históricos y animada por la vida social, política y religiosa. Es el punto de partida ideal para explorar el casco antiguo.
Cerca se encuentran los lugares más importantes, como la majestuosa catedral de Nuestra Señora de la Asunción, con su excepcional fachada de cantera verde, o la imponente iglesia de Santo Domingo de Guzmán.
Igualmente, los populares mercados Benito Juárez y 20 de noviembre, que ofrecen lo mejor de la gastronomía oaxaqueña y preciosos objetos de artesanía.
4. Conocer curiosas plantas mexicanas en el Jardín Etnobotánico
El Jardín Etnobotánico es un lugar fascinante que transporta a un mundo lleno de belleza natural y tradiciones locales. Se encuentra ubicado en el recinto del antiguo convento de Santo Domingo, en pleno centro histórico de Oaxaca.
En sus aproximadamente 2,3 hectáreas, alberga una amplia variedad de especies provenientes de diferentes regiones y climas de la región.
Destacan especialmente la gran diversidad de cactus, como el impresionante Echinocactus, que se estima tiene más de mil años de antigüedad y pesa alrededor de 5 toneladas.
En el jardín se aprende sobre estas plantas y los usos tradicionales que les dan las comunidades locales, que han hecho de ellas alimento, medicina, fibra, colorante y fuente de inspiración artística.
Además, una sección del jardín está dedicada a las plantas encontradas en cuevas cercanas al yacimiento de Mitla, donde se descubrieron restos vegetales utilizados por antiguos cazadores y recolectores de hace más de 15.000 años.
El Jardín Etnobotánico también exhibe obras de arte de reconocidos artistas oaxaqueños, como Francisco de Toledo o Luis Zárate, que complementan la experiencia.
El jardín cuenta también con vivero, banco de semillas, herbario y biblioteca especializada.
5. Tomarse un mezcal (o varios)
El mezcal es una tradicional bebida mexicana presente en el país durante siglos. Hay una frase popular en México que refleja la importancia de esta bebida en su cultura: «Para todo mal, mezcal. Y para todo bien, también».
Oaxaca es considerada la cuna del mezcal, produciendo alrededor del 80% del país. Por tanto, una de las actividades más evidentes que hacer en Oaxaca es tomar esta bebida que se comparte en diferentes celebraciones y rituales.
El proceso de producción del mezcal involucra la fermentación y destilación de las piñas de las plantas de agave (maguey), añadiendo cada productor sus ingredientes adicionales como carnes, especias, frutas e incluso insectos, para darle su toque distintivo.
En Oaxaca se puede encontrar una increíble variedad de mezcales con sabores diferentes. Algunos bastante exóticos como los mezcales de escorpión o cannabis. Además, existen mezcales incoloros o dorados, estos últimos envejecidos en barricas de madera.
Una actividad interesante es visitar los palenques donde se produce y destila el mezcal. Allí se puede aprender sobre el proceso de elaboración y degustar diferentes tipos. Si coincide la visita con la Feria del Mezcal, se descubrirán muchas experiencias relacionadas con esta bebida.
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6. Divisar una impresionante perspectiva desde el mirador Cerro del Fortín
El mirador del Cerro del Fortín es el lugar ideal para contemplar las mejores y más hermosas vistas panorámicas de Oaxaca y sus valles circundantes.
Situado en la elevación montañosa que lleva el mismo nombre, es considerado el punto más alto de la ciudad, al que se puede ascender por las escaleras que comienzan al pie del cerro, o en coche.
La visita al atardecer agrega un toque especial de belleza natural, cuando los colores del cielo van cambiando gradualmente.
Este lugar tiene una historia extensa, ya que antes de la llegada de los españoles los aztecas habían establecido una guarnición militar llamada Huaxyacac, talando los árboles y asentándose al pie del cerro.
Actualmente, el Cerro del Fortín es un área natural protegida con un total de 87 hectáreas de terreno de pura naturaleza y alberga más de 90 especies de plantas y alrededor de 80 especies de aves.
Además de las impresionantes vistas, hay otros atractivos cercanos como el Auditorio Guelaguetza, donde se celebran las populares festividades de los «lunes del cerro», una importante tradición oaxaqueña. También se puede visitar el Observatorio Astronómico y el Planetario Nundehui.
7. Entrar en el lujoso interior de la catedral de Nuestra Señora de la Asunción
La visita a la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de la Asunción es otra de las cosas imprescindibles que hacer en Oaxaca.
Esta magnífica catedral de un impresionante estilo barroco novohispano es uno de los tesoros históricos y religiosos más destacados de la ciudad mexicana.
Ubicada en pleno corazón de la ciudad, en el área conocida como el Zócalo, su construcción comenzó en 1535 sobre los cimientos de un antiguo templo zapoteca.
Debido a la actividad sísmica de la región, la catedral ha sido remodelada y ampliada a lo largo de los siglos. La fachada de cantera verde es una hermosa obra de arte con delicadas esculturas y relieves en tonos rojizos, destacando entre ellos la imagen de la Asunción de María.
El interior es majestuoso y sorprendente. Cuenta con una planta de tres naves y alberga valiosas obras de arte en sus capillas laterales, mereciendo una mención especial la dedicada a la Virgen de la Soledad, patrona de la ciudad.
También ocupan un lugar destacado el altar mayor, donde se exhibe la imagen de la Virgen de la Asunción, y el impresionante órgano del coro fabricado a finales del siglo XVII.
8. Teatro Macedonio Alcalá: asistir a una actuación en el histórico
Otra de las actividades más interesantes que hacer en Oaxaca es asistir a una representación en el teatro Macedonio Alcalá, ubicado en el centro, cerca del Zócalo.
Se trata de uno de los recintos culturales más destacados de México, que además de ser un lugar para disfrutar de espectáculos teatrales ha albergado eventos deportivos, proyecciones de cine y conciertos a lo largo de los años.
Construido en estilo Art Nouveau durante la presidencia de Porfirio Díaz, este teatro, que fue inaugurado en 1909 con la ópera Aida de Verdi, fue concebido originalmente como un casino y posteriormente cambió su nombre en honor al compositor oaxaqueño del famoso vals «Dios nunca muere».
Considerado una joya arquitectónica, destaca por su fachada de piedra cantera verde y rosa, enmarcada por arcos peraltados que reflejan la influencia francesa de la época. Los elementos neoclásicos y una cúpula evocan la belleza del París de finales del siglo XIX.
El interior es aún más impresionante, con lujoso vestíbulo rococó de estilo Luis XV, escalinata de mármol blanco y una hermosa representación del Templo del Arte en el techo. La sala principal tiene forma de herradura y puede albergar hasta 1.300 espectadores.
9. Visitar el yacimiento arqueológico de Monte Albán
A pocos kilómetros de la ciudad de Oaxaca se encuentra otro de los lugares imprescindibles para visitar: el sitio arqueológico de Monte Albán.
Declarado Patrimonio de la Humanidad, es uno de los asentamientos más importantes en toda Mesoamérica.
Monte Albán fue una de las primeras ciudades de la región y capital de la civilización zapoteca. Fundada alrededor del año 500 a.C., fue habitada por diferentes culturas durante más de 1.300 años.
La arquitectura y el arte de Monte Albán son testigos del poder y desarrollo intelectual y cultural alcanzado por sus antiguos habitantes. Ubicada en una colina a unos 400 metros sobre el valle de Oaxaca, Monte Albán es una ciudad amurallada que abarca más de 2.000 hectáreas de terreno.
Se pueden admirar impresionantes construcciones como la Gran Plaza, corazón del asentamiento rodeada de templos y plataformas. También destacan el Edificio J, el Juego de Pelota, donde se llevaban a cabo rituales y ceremonias, el Palacio y las esculturas conocidas como «los danzantes», que representan figuras humanas en diversas posturas.
El sitio arqueológico cuenta además con un museo donde se exhiben objetos encontrados en Monte Albán, como el famoso tesoro de la Tumba 7.
10. Probar lo mejor de la gastronomía mexicana entre las cosas que hacer en Oaxaca
Otra actividad imprescindible que hacer en Oaxaca es deleitarse con su deliciosa y variada gastronomía, fusión de sabores prehispánicos y españoles que se puede disfrutar tanto en restaurantes como en puestos callejeros.
Esta ciudad es considerada la auténtica capital culinaria de México, y algunos de sus platos, basados en ingredientes como maíz, frijoles, chiles y productos locales, están reconocidos como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Uno de los platos más emblemáticos es el mole, salsa espesa con amplia variedad de tipos en Oaxaca como el negro, rojo, amarillo, coloradito, verde, chichilo y estofado.
El caldo de piedra es una sopa de origen prehispánico cocinada con piedras calientes en un recipiente de madera, incorporando diversos ingredientes.
También son muy apreciadas las tlayudas, tortillas grandes y crujientes que se untan con manteca y se rellenan con queso, tasajo y otros ingredientes, doblándose por la mitad.
También son muy famosos los tamales oaxaqueños, envueltos en hoja de plátano y rellenos con moles, queso y otros productos.
Algo más peculiar son los chapulines, insectos asados y sazonados con sal y limón, así como la salsa de hormiga chicatana, una opción picante asada con ajo, sal y chile verde.
11. Admirarse con la figura del imponente árbol del Tule, una visita imprescindible que hacer en Oaxaca
Santa María del Tule es un encantador pueblo ubicado a unos 11 kilómetros de la ciudad de Oaxaca. La fama del lugar se debe al célebre árbol del Tule, un majestuoso ahuehuete (una especie de ciprés).
Se estima tiene más de 2,000 años de antigüedad y posee uno de los troncos más grandes conocidos, con un diámetro superior a 14 metros y una altura de 42 metros aproximadamente.
Este árbol considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad se puede admirar en el atrio de la iglesia local. Según la leyenda, el árbol fue plantado por Pecocha, sacerdote del dios del viento. En su enorme tronco los locales identifican extrañas formas, lo que añade un toque mágico a la visita.
La importancia del árbol para la comunidad es tal, que cada año se celebra una fiesta en su honor. Además del árbol del Tule, el pueblo cuenta con una hermosa iglesia colonial de impresionante fachada, construida en el siglo XVII.
Santa María del Tule también ofrece otros atractivos como su gastronomía, la hermosa capilla de Santa María y una variedad de artesanías interesantes, así como el museo de la Casa Embajador.
12. Pasear por el Andador turístico Macedonio Alcalá
Pasear por esta popular calle peatonal desde el Zócalo, en el corazón de la ciudad, hasta la majestuosa iglesia de Santo Domingo es una experiencia imperdible para cualquier visitante de Oaxaca.
Esta travesía rebosa de vida y color desde que se cerró al tráfico en 1985.
A lo largo de su recorrido se encuentran numerosos museos, galerías, restaurantes, tiendas, puestos de artesanía, cafeterías y bares con terrazas en las azoteas, donde se puede disfrutar del delicioso chocolate oaxaqueño mientras se observa el bullicio de la gente.
Sin duda, el encanto de caminar por su empedrado de cantera verde y sumergirse en un ambiente siempre festivo es una experiencia única.
Además de la típica arquitectura colonial se encuentran importantes edificios históricos a lo largo del Andador Macedonio Alcalá, como el edificio central de la Universidad “Benito Juárez”, la biblioteca pública estatal, el museo de Arte Contemporáneo y el Centro Cultural Santo Domingo.
A lo largo del año, también se celebran numerosas fiestas y eventos culturales, por lo que es posible encontrar alguno de ellos durante la visita si coinciden las fechas. Entonces, las calendas, comparsas y desfiles llenan la calle de coloridos trajes típicos locales y animan el ambiente.
13. Sumergirse en el ambiente local de los mercados de Oaxaca
Los mercados de Oaxaca son visita obligada, pues reflejan la vida y color característicos de esta ciudad mexicana. En ellos se encuentra una amplia variedad de productos locales, desde frutas y verduras hasta artesanías y textiles, a precios bastante accesibles.
Estos mercados se encuentran muy cerca del Zócalo, la plaza más céntrica de Oaxaca.
Uno de los más conocidos y apreciados es el mercado Benito Juárez, lugar ideal para comprar recuerdos, artesanías, joyas, textiles y otros productos típicos de Oaxaca. Destaca por conformar un mini laberinto de pasillos repleto de productos diferentes.
Por otro lado, destaca su vecino mercado 20 noviembre es el más popular, especialmente por su sección de comida. Conforma varios comedores de comida local donde se puede probar en las mesas y bancos distribuidas por el recinto
Es el lugar perfecto para probar auténtica comida oaxaqueña, albergando gran variedad de puestos que ofrecen los sabores más auténticos. Allí destacan los moles, tlayudas, chapulines, tamales, el quesillo o el chocolate de agua.
Dentro de este mercado, es especialmente famoso su «pasillo del humo», una calle estrecha donde se puede disfrutar de carnes asadas al carbón, acompañadas de tortillas hechas a mano y salsas picantes.
Una vez aquí, no se puede dejar de probar especialidades locales como la cecina, los tacos de tasajo o el chorizo, acompañados de guacamole, cebolla, cilantro y otros ingredientes deliciosos.
Otro de los mercados conocidos en Oaxaca, es el Mercado de Abastos, uno de los mayores mercados con variedad de productos que llegan de diferentes puntos de México.
Entre los diferentes mercados, también destaca el Mercado de Artesanías con una gran variedad de productos de artesanía y típicos del país. Es un mercado perfecto para los turistas en busca de bonitos y típicos souvenirs.
En el centro urbano también se encuentra el Mercado de Sánchez Pascuas, un bonito y pequeño mercado de productos frescos, dónde también se puede disfrutar de la gastronomía local de sus comedores.
14. Descansar y disfrutar de la naturaleza en el parque El Tequio
El parque El Tequio es el lugar perfecto para descansar, conectarse con la naturaleza, relajarse y disfrutar de la tranquilidad en medio de la bulliciosa ciudad de Oaxaca. Ideal para visitar en familia.
Es el espacio público natural más grande y adecuado para el relax y el entretenimiento, y es muy popular no solo para los turistas sino para los propios habitantes locales.
Ubicado al sur de la ciudad de Oaxaca, este auténtico bosque abarca una extensión de 65 hectáreas de terreno y ofrece una buena variedad de actividades para disfrutar de la naturaleza.
Este importante pulmón verde alberga más de 8.000 árboles de diversas especies, creando un entorno encantador. Sus áreas bien cuidadas cuentan con extensiones de césped, árboles frondosos, senderos para caminar, pistas para correr y espacios destinados a los juegos infantiles.
Además, existen en El Tequio instalaciones deportivas para practicar fútbol o baloncesto, así como un gimnasio al aire libre. Incluso ofrece servicios médicos gratuitos para garantizar una práctica deportiva segura.
Desde el parque se pueden disfrutar de hermosas vistas panorámicas de los cerros circundantes, incluyendo el Monte Albán.
15. Acercarse a las espectaculares cascadas de Hierve el Agua un plan imprescindible que hacer en Oaxaca
Hierve el Agua, ubicado a unos 70 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, es un lugar de aspecto casi mágico que no se puede dejar de visitar.
Sus cascadas entre 12 y 30 metros de altura y sus pozas transparentes representan uno de los principales atractivos turísticos y, por lo tanto, suele estar bastante concurrido.
Lo que hace a Hierve el Agua particularmente especial es que se trata de cascadas petrificadas de color blanco que se han formado a lo largo de miles de años por la alta concentración de carbonato de calcio en el agua que surge de manantiales en la cima de la montaña.
Además de su belleza, Hierve el Agua es conocido por sus balnearios naturales, con aguas templadas que rondan los 24º, que son ricas en minerales y se dice que tienen propiedades curativas.
El lugar cuenta con varias pozas de tonalidades impresionantes donde se puede nadar y todavía se aprecian los antiguos canales prehispánicos que dirigían el agua para regar los cultivos.
Como complemento a esta excursión, se puede visitar la interesante zona arqueológica del asentamiento zapoteca de Mitla y la ciudad de Santiago Matatlán, considerada capital mundial del mezcal.
La belleza natural de Hierve Agua, sus aguas termales y la zona arqueológica permiten que actualmente sea un lugar de gran interés ecoturístico. Es una bonita excursión, una maravilla natural que no debes perderte entre las cosas que hacer en Oaxaca.
>>> Excursión a las cascadas de Hierve Agua <<<
16. Saber más sobre la historia de la región en el museo de las culturas de Oaxaca
La oferta cultural de Oaxaca es amplia y diversa, destacando la gran cantidad de museos con temáticas variadas y distintivas.
Uno de los más visitados es el Museo de las Culturas, construido entre los siglos XVI y XVII. Se ubica dentro del complejo del antiguo convento de Santo Domingo de Guzmán.
El complejo incluye además la iglesia de Santo Domingo, el jardín histórico etnobotánico, la biblioteca Fray Francisco de Burgoa y la hemeroteca pública «Néstor Sánchez».
El museo de las Culturas ofrece un fascinante recorrido por más de 10.000 años de historia y cultura de las diversas civilizaciones que han habitado la región, desde la época prehispánica hasta la actualidad.
Sus 14 salas permanentes y 13 temporales. Entre sus salas se exhiben más de 23.000 piezas, textiles, joyas, máscaras, pinturas, fotografías y otros artefactos que reflejan la riqueza artística y cultural de los zapotecas, mixtecos y otros pueblos oaxaqueños.
Entre las piezas más destacadas están los vestigios de la tumba del Señor de Monte Albán, con una antigüedad cercana al año 500 a.C., y la colección de alebrijes, figuras talladas y pintadas a mano que representan animales fantásticos.
Además, el museo cuenta con salas temáticas sobre cerámica, orfebrería, talabartería y gastronomía, así como exposiciones temporales y programas educativos que enriquecen la visita.
17. Qué hacer en Oaxaca, una excursión por los pueblos artesanos
Entre las muchas cosas que hacer en Oaxaca, existe la posibilidad de hacer excursiones tan interesantes como esta visita a los pueblos artesanos vecinos, sumergiéndose en su riqueza cultural y creativa.
Son localidades cercanas como San Martín Tilcajete, conocido como cuna de los alebrijes, figuras coloridas de madera que representan seres fantásticos. Se pueden encontrar alebrijes de diversos estilos, formas, colores y precios y visitar talleres interesantes donde se fabrican estas piezas únicas.
En Santo Tomás de Jalieza, las talentosas tejedoras son reconocidas por su creación de hermosos textiles utilizando la técnica tradicional del telar de cintura. Se elabora con productos de alta calidad a precios razonables.
San Bartolo Coyotepec es famoso por su cerámica de barro negro, con más de 600 familias dedicadas a crear estas piezas con un brillo metálico distintivo. Además de comprar estas obras de arte, se puede visitar un museo de arte popular con este tipo de piezas.
En Teotitlán del Valle destacan sus bellas alfombras tejidas a mano con diseños únicos y visitar el museo Balaa Xtee Guech Gulal. Es una excelente opción para conocer más sobre las técnicas de hilado utilizadas y las costumbres tradicionales de esta comunidad.
Otros municipios conocidos que integran la ruta mágica de las Artesanías son Santa Maria Atzompa con tradición alfarera, y Ocotlán de Morelos con sus destacadas figuras de cerámica.
También destacan otros municipios como San Antonio Castillo Velasco, San Antonio Arrazola, Cuilapan de Guerrero o Villa de Zaachila.
18. Descubrir el antiguo barrio de Xochimilco entre los mejores planes que hacer en Oaxaca
Xochimilco es el barrio más antiguo de la ciudad de Oaxaca. Fundado antes que la propia ciudad, ha mantenido sus tradiciones a lo largo del tiempo. Ahora, es un encantador barrio colonial que ha resistido el paso del tiempo fusionando tradición y modernidad.
Xochimilco conserva sus coloridas calles empedradas, casas antiguas y obras de arte urbano que decoran sus paredes, llenándolo de vida.
Fundado alrededor de 1486 por guerreros xochimilcas bajo órdenes del emperador azteca Ahuitzotl, el barrio se estableció tras talar árboles en el cerro del Fortín. Posteriormente, los españoles construyeron templos, edificios coloniales y conventos en el área.
El corazón del barrio lo constituye la plaza de la Cruz de Piedra, punto de encuentro tradicional para los oaxaqueños.
Xochimilco es también famoso por su acueducto de cantera verde del siglo XVIII, que abastecía de agua a la ciudad. Aunque dejó de funcionar en 1940, sigue siendo majestuoso y contiene los famosos arquitos de Xochimilco.
También destaca la parroquia de San Tomás, un hermoso templo colonial lleno de historia y la calle empedrada Rufino Tamayo, lugar de nacimiento del famoso pintor oaxaqueño.
19. Comprar bonitos recuerdos en el mercado de artesanías entre algunas cosas más que hacer en Oaxaca
El mercado de artesanías de Oaxaca es el lugar perfecto para encontrar auténticas piezas artesanales que representan la cultura de esta zona mexicana.
Es el destino ideal para encontrar regalos y souvenirs únicos, objetos especiales con la esencia de la cultura oaxaqueña.
Ubicado en el centro de la ciudad, muy cerca del mercado 20 de noviembre, este mercado de artesanía dispone de más de 120 artesanos provenientes de las ocho regiones del estado de Oaxaca.
Ofrece una amplia variedad de artesanías, desde alfarería y joyería hasta coloridos textiles y típicos alebrijes, figuritas de criaturas fantásticas hechas a mano.
Se pueden comprar creaciones en palma, bolsas, tapetes y otros objetos hechos a mano de barro negro, productos con características distintivas de Oaxaca. Los textiles oaxaqueños también son famosos por sus diseños y colores únicos.
En este mercado también es posible presenciar en vivo el interesante proceso de elaboración de las artesanías, desde el tejido y el bordado hasta los detalles finales de cada pieza, apreciando la habilidad y el talento de estos artesanos locales.
Además, a pesar de la alta calidad artesanal, los precios en el mercado son muy razonables y asequibles.
20. Ver las múltiples manifestaciones artísticas de Oaxaca
Oaxaca es una ciudad rica en arte en todas sus manifestaciones, siendo parte fundamental de su patrimonio cultural. En particular, en el ámbito de las artes visuales Oaxaca alberga numerosos museos, centros y galerías de arte que se dedican tanto a obras tradicionales como contemporáneas.
Uno de los lugares destacados es el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), ubicado en una antigua casa del siglo XVII. Consta de 14 salas donde se exhiben obras de destacados artistas como Rufino Tamayo, Francisco Gutiérrez y Rodolfo Nieto.
Otra institución muy interesante es el Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO), ubicado en un impresionante edificio del XVII.
El museo cuenta con cuatro salas donde se exhiben principalmente obras de pintores oaxaqueños tanto en su vertiente clásica como contemporánea. Además, el MUPO ofrece actividades como conciertos, conferencias, talleres y lecturas.
Otra apuesta interesante por el arte y la cultura en un entorno natural es el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), considerado el primer centro ecológico de estas características en Latinoamérica.
Este centro ofrece una amplia variedad de programas de formación en disciplinas artísticas como artes escénicas, diseño textil, literatura, fotografía y grabado.
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