Liubliana, la capital de Eslovenia, es un destino encantador, perfecto para una escapada de fin de semana, o como campo base para explorar el país. Para que puedas exprimir al máximo la ciudad, te propongo una lista de las mejores cosas que hacer en Liubliana.
Dos de sus mayores ventajas son su tamaño compacto y el hecho de que la gran mayoría de las calles del centro y de las zonas del casco antiguo son peatonales, lo que hace que visitar la ciudad sea una experiencia fácil y placentera a pie o en bicicleta.
Liubliana es una ciudad pequeña y compacta con una población joven (con una media de edad de 30 años) y acogedora de tan sólo 290.000 habitantes. Visitarla al completo no te llevará más de dos días, por eso una escapada de fin de semana es ideal.
Sin embargo, si tienes más días a tu disposición, no te preocupes, la ciudad tiene oferta cultural para llenar esos días de más y además, podrás hacer varias excursiones de un día desde Liubliana para después disfrutar del ambientillo del casco histórico por las noches.
Para que vayas bien preparado y sepas qué es lo que no te puedes perder en tu visita, toma nota de esta lista de las mejores cosas que ver y hacer en Liubliana.
Qué hacer en Liubliana: 25 planes imprescindibles
1. ¿Tienes poco tiempo? Reserva una visita guiada a pie por la ciudad
A veces, con tanto que ver en el destino elegido, una escapada de sólo dos o tres días no es suficiente para cubrirlo todo. Eso no pasa con la capital eslovena. Lo bueno de esta ciudad es que muchas de las mejores cosas que hacer y ver en Liubliana están cerca unas de las otras.
En una visita guiada a pie por la ciudad, tu guía conocerá las calles y plazas, los callejones y las avenidas, los museos y las iglesias como la palma de su mano.
Organizará el recorrido de forma eficiente para que veas lo máximo, y te explicará en detalle la historia y las anécdotas de la ciudad y de sus atractivos turísticos, haciendo la visita mucho más amena.
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2. La plaza de Preseren, el corazón palpitante de Liubliana
La plaza Preseren, situada en pleno centro junto al río Ljubljanica, es el centro de muchas de las numerosas celebraciones y eventos que se celebran en Liubliana a lo largo del año.
La plaza es una zona animada y bulliciosa, llena de lugareños, estudiantes y visitantes que pasean por el centro para hacer sus compras, disfrutar de sus bares y restaurantes, o para cruzar el Puente Triple que une la plaza con la Ciudad Vieja.
La plaza está bordeada de bonitos edificios entre los que destaca la iglesia franciscana de la Anunciación, de color rojo pastel, que data de 1795.
3. Puente triple, tres puentes en uno
El Puente Triple en realidad son tres puentes casi pegados que unen la Plaza Preseren, la plaza más central de la capital eslovena, con la Ciudad Vieja.
Es una de las imágenes más características de la ciudad, y tomarse unas fotos en él es una de esas cosas que hay que hacer en Liubliana sí o sí.
El puente central de este trío único fue construido en 1842, mientras que los otros dos exteriores se construyeron casi 100 años después.
Los puentes, ahora totalmente peatonales, están decorados con ornamentadas balaustradas rematadas con faroles de estilo antiguo, lo que proporciona un ambiente muy íntimo para esas fotos románticas al anochecer.
Cerca del Puente Triple, también encontrarás atractivas avenidas junto al río bordeadas de álamos donde hay una gran cantidad de bares y restaurantes.
Es una bonita zona para pasear relajadamente bajo el sol mientras disfrutas de un helado o un café para llevar, o para cenar y tomar una copa por la noche.
4. El Mercado Central, el lugar para empaparse del ambiente cotidiano de Liubliana
Al cruzar el Puente de los Carniceros, entrarás en el Mercado Central de Liubliana, un lugar estupendo para empaparse del día a día de los habitantes de esta encantadora ciudad y eventualmente comprar algún recuerdo.
Los puestos del mercado venden frutas y verduras de temporada muy frescas, así como especias, hierbas, embutidos, pan horneado, quesos locales, productos lácteos y pescado fresco y seco, y otros productos alimenticios.
Además, también hay puestecillos donde venden otras cosas como ropa, artesanías y souvenires. Muchos de los recuerdos y productos típicos que encontrarás en las tiendas del centro, se venden en el Mercado Central a mejor precio.
El mercado abre seis días a la semana, de lunes a sábado.
5. La Casa de las Ilusiones, encontrar otra perspectiva en las situaciones cotidianas
Este pequeño museo es un plan ideal que hacer en Liubliana si viajas con niños.La Casa de las Ilusiones es una experiencia muy divertida que te dará una perspectiva diferente de cómo parecen las cosas.
Hay varias salas de ilusiones en las que tu percepción de la realidad y del entorno se pondrán a prueba engañando tus sentidos.
Algunas de las salas más populares son:
- La sala de antigravedad
- La sala giratoria
- Una sala de discoteca infinita
- La Sala Ames, en la que puedes crecer en altura o en tamaño
- La Sala del Túnel del Vórtice, ¿puedes mantener el equilibrio?
- Sala de juegos Enigma, resuelve los rompecabezas y enigmas
6. El Puente de los Dragones, un lugar de referencia para tus selfies en las redes sociales.
Construido entre 1900 y 1901 en estilo Art Nouveau, el Puente de los Dragones fue el primer puente construido en Liubliana de hormigón armado.
El puente se caracteriza por sus cuatro esculturas de dragones, dos en cada extremo, que vigilan el puente. Y es que la asociación de Liubliana con los dragones se remonta a mucho más allá del puente.
La mitología cuenta que, cuando Liubliana no era más que un pantano, Jasón, de Jasón y los Argonautas, luchó y mató a un dragón en el pantano para salvar el vellocino de oro. O quizás la vida de una damisela local.
Sea como fuere, el dragón es un símbolo que encontrarás en muchas partes de la ciudad. Así por ejemplo, el escudo de Liubliana incluye un dragón, hay estatuas de dragones repartidas por la ciudad, y verás elementos decorativos con figuras de dragón en varios edificios de la ciudad.
7. El Puente de los Carniceros, y sus candados
En los últimos años, la idea de un puente del amor parece haber crecido en popularidad en muchas de las capitales europeas, incluyendo Liubliana.
Construido en 2010, el Puente de los Carniceros es totalmente peatonal y une la zona del Mercado Central con el terraplén de Petkovsek. Se cree que su nombre se debe a que se construyó en un lugar que en su día ocuparon los carniceros de la ciudad.
A lo largo del puente, encontrarás varias estatuas del escultor esloveno Jakov Brdar y las barandillas de ambos lados son un cúmulo de esos candados que ponen ahí las parejitas.
8. La Plaza de la República, un viaje en el tiempo
Originalmente conocida como la Plaza de la Revolución, la construcción de la mayor plaza de Liubliana comenzó en 1961. Finalmente se terminó en 1982, cuando el país formaba parte de Yugoslavia y vivía bajo el régimen comunista.
Desde el punto de vista arquitectónico, el estilo de sus edificios es similar al de muchas construcciones de la época comunista, con un hormigón gris y monótono de estilo brutalista y socialista.
La plaza alberga el Monumento a la Revolución, el Parlamento esloveno, las oficinas del Banco de Liubliana y el edificio de oficinas TR3.
Incluso hoy, con su creciente nivel de vegetación, la plaza sigue teniendo un aspecto incoloro y sombrío en comparación con las otras plazas de la ciudad.
No obstante, ocupa un lugar destacado en el corazón de los eslovenos, ya que fue el lugar donde se declaró la independencia de Eslovenia en 1991.
9. El Castillo, uno de los principales atractivos turísticos que hay que ver en Liubliana
La imponente figura del Castillo asentado sobre una colina es visible desde casi cualquier punto de la ciudad. Una visita a este castillo debería ser una de las primeras cosas que hagas en tu visita.
Se cree que se construyó a principios del siglo XI como fortaleza, y luego se reconstruyó en el siglo XII. Finalmente, en el siglo XVI, se convirtió en un arsenal militar para defenderse de las hordas invasoras otomanas.
El castillo de Liubliana es una de las atracciones más populares de la ciudad, y en la visita del mismo podrás ver entre otras cosas una exposición sobre la historia de Eslovenia, un museo de marionetas y una serie de salas históricas como la capilla de San Jorge, la prisión y una sala de presentación de vídeos llamada Castillo Virtual.
Desde sus rampas, y sobre todo desde su torre, podrás disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad y de más allá.
Para subir la colina puedes optar por un funicular que se encuentra justo al lado del Mercado Central.
Para bajar te recomiendo que lo hagas a pie disfrutando de las bonitas vistas, y del paraje verde de la colina. Los senderos de bajada te llevarán hasta la calle Gornji, una de las más bonitas de la Ciudad Vieja.
10. La Galería Nacional de Eslovenia, con más de 600 obras de arte expuestas
Si el arte y los artistas encabezan tu lista de cosas que ver y hacer en Liubliana, incluye una visita a la Galería Nacional de Eslovenia. Situada frente al Parque Tivoli, es un edificio del siglo XIX de estilo renacentista.
El museo cuenta con más de 600 piezas, desde arte litúrgico gótico hasta obras de escultores y artistas italianos del Barroco, muy solicitados en Liubliana durante el siglo XVIII.
También podrás disfrutar de ejemplos de arte sacro medieval, pinturas neoclásicas, obras de pintores realistas y del impresionismo esloveno de los populares artistas Ivan Grohar, Rihard Jakopic y Matija Jama.
Además de esta exposición permanente, el museo se enriquece regularmente con exposiciones temporales de diversos artistas y escultores del momento.
11. Museo Nacional de Historia Contemporánea, descubre la historia moderna de Eslovenia
Ubicado en una gran mansión conocida como la Mansión Cekin en el barrio de Siska de Liubliana, al borde del parque Tívoli, el Museo Nacional traza la historia moderna de Eslovenia desde principios del siglo XX.
Comenzando con la Primera Guerra Mundial, la exposición abarca los combates entre las tropas austrohúngaras e italianas en los Alpes eslovenos, y el efecto que tuvieron en el país. La acción causó más de un millón de bajas.
La exposición continúa entre las guerras, pasando por la Segunda Guerra Mundial y los turbulentos años de posguerra del mariscal Tito, antes de terminar con la independencia de Eslovenia en 1991.
Con documentos y fotografías auténticas, artefactos como trajes de época, muebles, uniformes, armas, medallas y diversos utensilios y aperos de labranza, constituye una visita interesante y que invita a la reflexión.
El Museo está abierto de 10.00 a 18.00 horas seis días a la semana.
12. Metelkova Mesto, alucina con el arte callejero de esta zona
Metelkova Mesto es una de esas visitas imprescindibles que hay que hacer en Liubliana. La elegancia y la armonía de la arquitectura de la Ciudad Vieja contrasta con el arte callejero por el que se caracteriza este pequeño barrio.
Este interesante y vibrante distrito tiene una historia algo accidentada. Fue construido originalmente en 1882 como cuartel del ejército, y más tarde se convirtió en una prisión militar, antes de ser abandonado en 1991 cuando Eslovenia obtuvo su independencia.
Al caer en el deterioro y la decadencia, fue tomado por ocupantes ilegales y manifestantes en 1993. No querían que se demoliera para permitir la construcción de nuevos proyectos comerciales cerca del centro histórico de la ciudad y del casco antiguo.
Cuando se corrió la voz, se les unieron académicos, diseñadores, hippies, artistas y escultores con ideas afines. En poco tiempo, comenzó a desarrollarse un estilo de vida alternativo y bohemio.
Se reformaron inmuebles y se construyeron otros nuevos con materiales recuperados. El arte callejero se convirtió en la norma, y el espacio se llenó de grafitis y esculturas extrañas.
La zona se hizo muy popular y ahora está declarada oficialmente como Patrimonio Cultural Nacional de Eslovenia.
Además del arte callejero que la hace famosa, la zona es muy activa. Durante el día se pueden visitar los pequeños talleres para ver cómo se fabrican las cosas, y de vez en cuando se montan mercadillos.
Por la noche, comienzan a abrirse los bares, muchos de los cuales ofrecen música en directo o sesiones de DJ. También se celebran conciertos de música al aire libre durante el verano.
13. El Parque Tivoli, el pulmón verde de la ciudad
El Parque Tivoli es el mayor y más bonito de los numerosos parques de Liubliana, y tiene una entrada a pocos minutos a pie del centro de la ciudad y del casco antiguo.
Diseñado a principios del siglo XIX, tiene una superficie de cinco kilómetros cuadrados y está repleto de bosques, avenidas bordeadas de castaños de Indias, numerosos parterres, fuentes, estatuas, zonas de juego para niños y un lago con cafetería.
Al visitarlo es imprescindible recorrer la Jakopič Promenade, un camino con exposiciones al aire libre hasta el edificio neoclásico conocido como el Castillo de Tivoli, del siglo XVII, antes conocido como Mansión Podturn.
Otros lugares de interés en el parque son la mansión barroca Cekin, que alberga el Museo de Historia Contemporánea de Liubliana, el Jardín Botánico de la ciudad, a orillas del lago, y el Zoo de Liubliana.
14. Visitar el zoo de Liubliana, una actividad que hacer en Liubliana con niños
El zoo de Liubliana está situado en el borde de la colina de Rožnik, en el parque Tivoli. Con una superficie de casi 20 hectáreas, el zoo cuenta con una selección de más de 500 animales de 119 especies y 14 razas.
Aunque es algo pequeño en comparación con muchos zoológicos europeos, los niños suelen disfrutar mucho de su visita, ya que pueden participar en las horas de alimentación, disfrutar de la zona de mascotas e incluso convertirse en cuidadores del zoo por un día.
El zoo también cuenta con una cafetería, un restaurante y una tienda de recuerdos.El horario de apertura es generalmente de 09.00 a 19.00 horas durante los meses de verano, y cierra a las 16.30 horas durante los meses más oscuros de invierno.
15. Disfrutar de un crucero por el río Ljubljanica
Con el río Ljubljanica serpenteando suavemente a través del centro y hacia el campo, por qué no disfrutar de una visión diferente de la ciudad, con un relajante crucero fluvial diurno o nocturno para disfrutar de las vistas.
Mientras el barco se desliza por debajo de algunos de los numerosos puentes de la ciudad, podrás disfrutar de una perspectiva diferente de las obras de Jože Plečnik y de otros arquitectos que han embellecido tanto a esta ciudad.
Puedes elegir entre un barco tradicional de madera o uno más moderno con techo de cristal. Por lo general los cruceros duran una hora.
16. Visitar la casa y el estudio del venerado arquitecto Jože Plečnik
Si tu pasión es la arquitectura, la construcción comercial y las infraestructuras, añade esta atracción a tu lista de cosas que hacer en Liubliana. Probablemente ya conozcas al arquitecto y diseñador Jože Plečnik, y sus numerosas contribuciones a la reconstrucción de Liubliana tras el terremoto de 1895.
Tras regresar a Liubliana en 1922, después de vivir durante períodos en Praga y Venecia, Plečnik se instaló en una casa y un estudio en Karunova Ulica hasta su muerte en 1957.
Fue aquí donde arraigaron muchas de sus ideas para renovar la ciudad antes y después de la segunda guerra mundial, y pasaron de ser ideas a proyectos realizados.
La casa, el jardín y el estudio están ahora abiertos al público. La casa sigue siendo muy parecida a la que tenía en vida, con los mismos muebles, accesorios y decoración.
Se exponen muchos de sus planos, bocetos y maquetas originales, así como las herramientas y el equipo de dibujo que utilizó para hacer realidad sus sueños.
17. El puente de los zapateros, el más antiguo de Liubliana
Cuando hay un río que atraviesa la ciudad, hay puentes, y en Liubliana, son 17. El Puente de los Zapateros es el más antiguo de todos.
Originalmente era un viejo puente de madera que conectaba las plazas de Mestni y Novi, y recibe su nombre de la época en que muchos zapateros instalaban sus puestos en el puente para vender su calzado.
Entre 1931/32, el puente fue reconstruido por Jože Plečnik, utilizando el mismo estilo de construcción de piedra artificial que utilizó para construir el Puente Triple.
Cuenta la leyenda que, en su día, los estudiantes universitarios (actualmente hay 50.000 en la ciudad), escribían su nombre, fecha y país en las suelas de sus zapatos, y los colgaban del puente al graduarse.
Así que estate atento a algún que otro par de zapatos colgando durante su visita. Quién sabe, tal vez esta práctica esté volviendo a aparecer.
18. La Catedral, no te pierdas sus puertas de bronce y los frescos de su interior
La Catedral de San Nicolás es otra de los atractivos turísticos que hay que ver en Liubliana. El templo, de estilo barroco, data de 1701. Fue construida sobre el emplazamiento de una basílica del s.XIII quemada por los turcos.
Si bien los exteriores no son particularmente espectaculares, el interior bien vale la pena una visita. Siéntate en alguno de sus bancos y admira la profusión decorativa con sus magníficos frescos.
Tampoco te pierdas detalle de las dos puertas de entrada hechas en bronce en los lados sur y oeste. Fíjate en las figuras de los 6 Papas que sobresalen de una de ellas.
19. La Plaza del Congreso, una plaza cargada de historia eslovena
La Plaza del Congreso se terminó de construir en 1821, para celebrar el Congreso de la Santa Alianza ese mismo año. Es una plaza rodeada de bonitos edificios, con un pequeño parque en el centro.
En el extremo sur de la plaza se encuentra la Mansión Provincial, donde se celebró originalmente el Congreso y que ahora forma parte de la Universidad de Liubliana.
También se encuentra el imponente edificio de la Filarmónica de Eslovenia. La editorial más antigua de Eslovenia, de 1894, y el Casino de estilo neoclásico.
El céntrico parque Zvezda ha sido escenario de numerosas ocasiones históricas. Allí se anunció la independencia de Eslovenia de la alianza austro-húngara en 1918.
20. El Museo de la Ciudad de Liubliana, una visita obligada que hacer en Liubliana
Fundado en 1935, el Museo de la Ciudad de Liubliana se encuentra en el Palacio Auersperg, de estilo renacentista, y su exposición se centra en la historia de la ciudad, sus gentes y sus alrededores.
El museo ofrece una exposición arqueológica permanente, que incluye la rueda y el eje de madera más antiguos del mundo. Ambas tienen más de 40.000 años.
También podrás disfrutar de otras exposiciones como «Poder y autoridad en la ciudad»o «Las caras de Liubliana», una exposición que recorre la historia de su población desde los habitantes de los lagos, desde alrededor del año 4500 a.C. hasta nuestros días.
El museo cuenta con una bonita cafetería y una tienda de recuerdos donde podrás comprar un recuerdo de tu visita.
21. El bar de la azotea del rascacielos Neboticnik, disfruta de una vista de pájaro de Liubliana
En 1933, en Štefanova ulica 1, el rascacielos Neboticnik abrió sus puertas a los visitantes como uno de los edificios más altos de Europa y el más alto de los Balcanes.
Considerado vanguardista para su época, la construcción contaba con aire acondicionado y calefacción de gasóleo en toda su extensión, y ascensores súper rápidos que cubrían sus 13 plantas.
También hay una impresionante escalera de caracol que recorre el centro del edificio y que, si se tiene resistencia, se puede subir hasta el último piso.
El edificio es una mezcla de tiendas y comercios en la planta baja y el primer piso. Las plantas segunda a quinta son principalmente oficinas.
Las plantas seis a nueve están ocupadas por apartamentos privados, mientras que las plantas diez, once y doce están abiertas al público, con un café/bar, un restaurante y una plataforma de observación.
Tomarte algo en el bar de la azotea con vistas panorámicas de 360 grados es una de las cosas imprescindibles que hacer en Liubliana. Las vistas de la ciudad, y sobre todo del Castillo, son sin lugar a dudas las mejores.
22. Prueba la gastronomía eslovena, una mezcla de gastronomías de la región
La escena gastronómica de la capital eslovena es muy interesante. No en vano cuenta con 17 restaurantes con estrellas Michelin. Además, es un hervidero de locales, cafés/bares y restaurantes más modestos donde disfrutar de la cocina local y regional.
La gastronomía eslovena se basa en productos frescos y de alta calidad. Los ingredientes cultivados localmente en las regiones mediterránea, panónica, alpina y balcánica se fusionan para ofrecer una oferta que hay que descubrir.
Algunas de los platos tradicionales eslovenos más populares son:
- Štruklji – dumplings enrollados, Idrijski žlikrofi – dumplings rellenos de Idrija,
- Kranjska Klobasa – salchicha de Carniola,
- Jota – un delicioso estofado,
- Štefani pečenka – un pastel de carne con huevos duros, Potica – tarta eslovena de masa enrollada,
- o Prekmurska gibanica – una deliciosa tarta.
Echa un vistazo a este tour gastronómico por Liubliana.
23. El Open Kitchen Festival: un espectáculo gastronómico para todos
Desde agosto hasta finales de octubre, Liubliana acoge su Open Kitchen Festival. Todos los viernes en la plaza Pogačarjev en el centro de la ciudad, de 10.00 a 21.00 horas, se monta un mercadillo gastronómico.
Allí podrás disfrutar una gran variedad de sabores culinarios eslovenos, y algunos de los mejores chefs de la ciudad se pasarán por allí para dar su toque personal a algunos de los platos.
Además, músicos callejeros, músicos callejeros y DJs harán sonar las melodías favoritas de todo el mundo, lo que lo convierte en una de las mejores cosas que ver y hacer en Liubliana para los amantes de la gastronomía.
24 Excursión de un día a Bled, un pintoresco pueblo a orillas del lago Bled
Si has decidido pasar unos días más en Liubliana, puedes plantearte una o dos excursiones de un día fuera de la ciudad. El lago Bled es una de las excursiones más populares.
Este lago se encuentra en la región noroeste de Eslovenia, a unos 50 km de la ciudad. Está a una hora en coche.
El lago, su pueblo y la isla de Bled constituyen una zona de extraordinaria belleza natural. Los boscosos Alpes Julianos, cubiertos de nieve durante los meses de invierno, se alzan tras el lago y el pueblo, proporcionando un telón de fondo de belleza incomparable.
La estampa del lago, con los bosques, y el islote en el que se yergue una bonita capilla del siglo XV, es francamente bella.
Podrás recorrer el contorno del lago por sus numerosos senderos, disfrutar de sus miradores, y cruzar en bote a la isla. También podrás subir hasta el castillo de Bled, situado sobre un peñasco rocoso.
Si sólo tienes tiempo para una excursión de un día desde Liubliana, esta sería mi elección de excursión.
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25. Excursión de un día a la cueva de Postojna y al castillo de Predjama
Otra excelente excursión de un día que hacer en Liubliana es una visita combinada a las Cuevas de Postojna y el Castillo de Predjama.
Ambas atracciones están situadas a unos 10 km de distancia en el Parque Postojnska Jama y a una hora de viaje de Liubliana.
Las espectaculares cuevas de Postojna se adentran unos 25 km en la montaña. Sin embargo, la excursión cubre sólo los primeros 6,5 km desde la entrada de la cueva.
Se recorren 5 km en un tren eléctrico subterráneo, y el último tramo del recorrido a pie en pasarelas especialmente construidas. Se recomienda llevar buen calzado y abrigo, ya que la cueva es húmeda y fría.
El interior de la cueva es impresionante, con estalagmitas, estalactitas, columnas, y muchas otras formas creadas por la calcita del agua que penetra en la roca.
La cueva sólo ofrece visitas guiadas. Cada una dura unos 90 minutos y son muy populares, por lo que se recomienda empezar temprano.
La cueva también tiene su propio vivero, donde se puede estudiar parte de la vida que vive permanentemente en la oscuridad.
El castillo de Predjama se encuentra a 10 km de la cueva. Al acercarte al castillo no podrás evitar el asombro. Es un castillo de cuento de hadas.
La fortaleza está situada a 70 metros del suelo, y se construyó en el siglo XIII sobre una meseta rocosa y en una gran cueva. En el siglo XVI, debido a los daños causados por los asedios, se reformó gran parte, lo que explica el aspecto renacentista que se ve hoy.
Antes de entrar en el castillo, contempla el hermoso panorama del valle y la impresionante pared rocosa que se eleva por encima y por detrás de la fortaleza.
El fuerte puede visitarse solo o con guía, y hay audioguías disponibles en 17 idiomas.
En la visita podrás ver exposiciones con armas, armaduras y otros objetos de la época medieval, y conocer cómo era la vida de los soldados y sus familias encerrados en la fortaleza.
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