Yogyakarta es uno de los destinos principales de Indonesia. Una visita que no puede faltar en tu itinerario de viaje. Una de las primeras cosas que debes solucionar es el tema de tu alojamiento. Para ello te conviene conocer cuáles son las mejores zonas donde alojarse en Yogyakarta.
El primer dato de interés de esta ciudad es recordar que todavía sigue siendo la capital de un reino: en concreto del sultanato de Yogyakarta.
Esta pequeña monarquía goza de un régimen de autogobierno especial y al frente del mismo está el sultán Hamengkbuwono, heredero de una larga dinastía de monarcas.
Si viajas a Yogyakarta te encontrarás una ciudad de algo más de 400.000 habitantes en la zona sur y central de la isla de Java, perteneciente a Indonesia.
La población local también la llama Jogja y cabe destacar su gran oferta cultural, su importante patrimonio y su gran campus universitario, al que acuden a estudiar jóvenes de todo el país.
Aunque la variedad poblacional es alta (hindúes, chinos, europeos…), en cuanto a la dimensión religiosa, la mayoría de la población es musulmana.
También decirte que te encontrarás una ciudad con una población joven de edad media y que alojarse en Yogyakarta es bastante más económico que en Yakarta u otras ciudades de Indonesia.
Gracias a su renovación en servicios turísticos, también el ocio es asequible al bolsillo. Esto, unido a unas temperaturas agradables durante todo el año, provocan que se pueda visitar y disfrutar la ciudad durante todo el año.
Las mejores zonas donde alojarse en Yogyakarta
Las opciones para hospedarse en Yogyakarta tienen en los hoteles y hostales su gran oferta, y no tanto en los apartamentos.
Destacar no obstante que existen más de 400 casas y chalets particulares donde poder dormir en Yogyakarta, además de 64 albergues.
Los precios en alojamiento son de media muy baratos al cambio al dólar o al euro, con precios de hasta 6€ en albergues, 12€ en Bed & Breakfast y algo más de 60€ en hoteles de lujo.
1. Malioboro, la mejor zona donde alojarse en Yogyakarta
Es una avenida de dos kilómetros pero que también da nombre a un barrio, el más turístico de la ciudad. El inicio de esta gran calle es la perpendicular Abu Bakar Ali y cambia al nombre de Jendral Ahmad Yani antes de llegar a la gran explanada de Alun Alun Utara.
Las opciones para dormir en Yogyakarta por la zona son numerosas y con precios bastante asequibles.
Puedes encontrar algunos lugares de interés en la propia calle Malioboro. En el lado Este comienza un complejo de edificios gubernamentales. Aquí se encuentra la sede del gobierno, pero también se utilizan para grandes banquetes.
Más al sur, y en el lado oeste de la calle, se encuentra el Palacio Presidencial al que se puede entrar y visitar. Hay que ir bien vestido y no se pueden hacer fotografías en el interior. Dos lugares más de interés son las mezquitas Malioboro DPRD y Sholihin Sosrokusuman.
Más allá de los atractivos culturales, Malioboro es realmente famosa por sus tiendas. La propia avenida está repleta de tiendas de marca ambos lados además de albergar varios centros comerciales como Miniso Malioboro Mall o el Ramayana Malioboro.
Junto a estos comercios, descubrirás que la zona está repleta de puestos y pequeñas tiendas donde también poder comprar algunas cosas típicas de Java como las telas tradicionales batik, base de muchas prendas y que puedes comprar en el Mercado de Beringharjo.
En este lugar, desde el siglo XVIII, además de las telas batik, también encontrarás puestos de artesanía y joyería entre otros de los productos típicos de la isla.
Junto a las tiendas abundan los restaurantes, los cuales se reparten por la calle Malioboro y alrededores. Recomendarte Bakso Kota Cakman, Mankota d/h Tiong San y el popular Pempek Ny. Kamto Djogjakarta.
Además, también puedes probar a comer en un warung, pequeños puestos en la calle donde sirven zumos y licuados o pescados con puré y salsa de maní. A este último plato lo llaman Siomay.
Pasa salir por la noche, también encontrarás opciones en la zona como el Sky Lounge en el Neo Hotel, al norte, o el karaoke De Djodja.
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2. Kraton, gran cantidad de atractivos turísticos
Al sur de Malioboro encontrarás este barrio mucho menos urbano y con menos opciones para alojarse en Yogyakarta, especialmente por la gran cantidad de grandes mansiones y otros espacios que pasamos a ver.
En cuanto a comunicaciones, en este barrio no hay grandes avenidas y las calles son algo más irregulares que en la zona de Malioboro.
Los dos primeros lugares a visitar están al final de Malioboro. Uno es el Museo de Sonobudoyo, espacio que contiene libros, estatuas y todo tipo de objetos típicos de la isla, algunos con siglos de historia.
Además, dentro del museo se organizan espectáculos de danza típica de Java, música Gamelán y actuaciones con marionetas, una de las creaciones artísticas más importantes de la ciudad.
El otro lugar es el antiguo fuerte militar de Vredeburg, sede de los colonizadores holandeses y con tres siglos de antigüedad. Hoy es el Museo de la Lucha por la Independencia.
Y al sur de estos dos emblemáticos espacios encontrarás la joya arquitectónica de Yogyakarta: el Palacio del Sultán, un complejo con jardines y varios palacios levantado en el siglo XVIII y donde vive el sultán y su familia. También hay un museo en el interior al que se puede acceder.
Tampoco hay que dejar de visitar el pequeño parque de atracciones Alun Alun Kidul, la mezquita Gedge Kauman, la más grande de la ciudad, o el Castillo de agua Taman Sari, al sur del palacio del sultán y que posee unos baños árabes del siglo XVIII.
En cuanto a compras, debido al gran número de museos, palacios y demás, la zona no está muy provista de tiendas. Solo en la zona oeste se pueden encontrar unas cuantas entre las que destaca el mercado Ngasem, donde comprar productos locales.
La oferta en restaurantes es un poco mayor y podrás elegir entre restaurantes lujosos como Gadri Resto;, algo más económico y con gastronomía local, o el más popular de la zona, el Bale Raos Kratos, especializado en comida javanesa.
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3. Prawirotaman, la zona mochilera de Yogyakarta
Como Malioboro, Prawirotaman es una calle que da nombre a una zona y dentro del barrio de Danunegaran. Está al sureste de Kraton y muy bien comunicada con el resto de la ciudad.
Malioboro combina el ambiente residencial con un turismo «mochilero», dado que todo es muy barato. De hecho, es la zona más económica para alojarse en Yogyakarta.
Todo el atractivo cultural de estas calles y aledañas tiene que ver con las gentes que vas a encontrar.
No obstante, hay algún museo en los alrededores como el Perjuangan, mezquitas como Musholla Darussalam Brontokusuman o lugares para relajarte como Jari Menari, un centro wellness con Spa y servicio de masajes.
En cualquier caso, lo más interesante de esta calle y zona de Yogyakarta es lo variopinto del vecindario que va desde locales con sus pequeños comercios puerta a calle a turistas nómadas que van y vienen mochila al hombro.
Hay que decir que, debido a la influencia de visitantes extranjeros, te encontrarás una calle mucho más orientada a lo occidental. En ella encontrarás buenos restaurantes.
También es importante recordar que si quieres disfrutar de la noche puedes visitar el el Go Café & Resto. También en calles paralelas como Gerilya encontrarás tiendas, restaurantes, cafés y alguna coctelería para disfrutar de Yogyakarta de otra manera.
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Cuando tengas tu alojamiento en Yogyakarta reservado es el momento de ir preparando tu visita a esta ciudad y sus alrededores. Toma nota de esta lista de cosa que no debes perderte: Qué hacer en Yogyakarta
4. Kotagede, buena zona donde dormir en Yogyakarta con atractivos turísticos importantes
Es uno de los barrios más antiguos de la ciudad. De hecho era capital del reino o sultanato de Matarán en la Edad Media. Es una zona residencial con casas tradicionales javanesas y cuya visita suele formar parte de los paquetes turísticos con guías.
Está bien comunicada con el centro por la calle Peritis Kemerdekaan aunque las opciones para alojarse en Yogyakarta en la zona no son muchas.
Además de ser una zona bastante residencial, también es una zona arqueológica. Por ejemplo, aún se mantienen restos del muro que rodeaba la ciudad.
También podréis visitar los pocos restos que quedan del Palacio Real de Kedhaton y, no os perdáis la Gran Mezquita de Kotagede, del siglo XVI y al lado del Cementerio Real.
Para conocer cómo vivían los javaneses en el siglo XV también hay un ejemplo en el pequeño barrio de Cokroyudan, unas cuantas calles al sur de la mezquita y a las que se accede por un pórtico muy bonito.
También hay una pequeña iglesia católica (Saint Paul) en la calle Wulung, 8 y el zoológico Gambira Loka al norte del barrio con especies como el dragón de Cómodo.
En cuanto a compras, el lugar más recomendado es el Mercado de Kotagede y que también conocen como Pasar Gede.
Junto a él hay otras tiendas y un área bastante animada en cuanto a restaurantes, cerca del barrio tradicional de Cokroyudan hay una famosa chocolatería: Cokelat Monggo.
Más al norte en la calle Mondokaran y Kemasan, hay bastantes establecimientos como Omah Dhuwur Restaurant o Sate Sapi Pak Cipto.
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5. Kotabaru, al noreste de Malioboro, bajo la zona universitaria
Este barrio de encuentra al norte de Malioboro y bajo la zona universitaria de la ciudad. Está bien comunicado por varias avenidas y tienen límite al este por el río Code.
Las opciones para hospedarse en Yogyakarta en el barrio son mucho menores que en la zona de Malioboro, excepto al sur de Kotabaru, donde hay hostales y hoteles a buenos precios.
Uno de los lugares más interesantes es la Mezquita Zullada, en la orilla del río Code. También te puedes pasar por el Museo Code, en la calle Faridan. El edificio es de estilo holandés y el interior muestra objetos y exposiciones relacionados con la historia de la ciudad.
Otros lugares de interés cultural son el centro artístico Bentara Budaza, la pequeña torre Babon Aniem y el puente sobre el río Kode en la calle Kleringan, que da acceso al barrio de Malioboro.
La zona también es un buen lugar para realizar algunas compras. Hay tiendas boutique como Kotabaru House; Rubylicious, una tienda de ropa tradicional además de una famosa librería: Togamás.
La oferta culinaria tampoco está mal con restaurantes chinos como Twister, tradicionales como Warung Pojok Mbak Yuni, marisquerías como Lembur Kuring o la famosa heladería Roemi Xtraordinary.
Para acabar la noche escuchando algo de música y tomando una copa, las opciones en el barrio son pocas. Solo en el Estadio Kridosono, de vez en cuando, se organizan conciertos de bandas populares en el país.
Si quieres encontrar algunos bares y lounges como el Chadis Bar, hay que ir al norte, más allá de la calle Sudirman.
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6. Parangtritis, para estar en la playa
Es la zona de la región de Yogyakarta donde disfrutar de vacaciones de sol y playa. Este municipio se compone de varias zonas a ambos lados del río Opak.
La zona más interior es la propia ciudad y la zona de costa donde se encuentran la mayoría de los alojamientos. A 20 kilómetros de la capital, está bien comunicados por carretera.
Los lugares de mayor interés en Parangtritis se encuentran a partir del puente de Kretek, sobre el río Opak. LLegarás a la zona de playa a través de la carretera Parangtritis.
Antes de dejar el puente, si quieres tener unas bonitas vistas de la zona, puedes acercarte a Watu Lumbung. Es un lugar idílico con una cafetería sobre una colina desde donde se alcanza ver el mar.
Según se avanza hacia la costa, también hay otros lugares de interés como la mezquita Jami Maulanan, una zona de dunas frente al mar y el Museo Gumuk Pasir, en forma de gran icono y con unas escaleras empinadas para subir a la planta superior.
También es interesante acercarse a la playa de Parangtritis donde hay servicios para reservar piraguas, velas y demás accesorios para realizar deportes acuáticos.
Otro de los atractivos de la zona es la oferta en restaurantes. Prácticamente desde que se deja el puente de Kretek hay establecimientos hasta llegar a la costa. Por un lado, tienes la oferta al final de la carretera Parangtritis, con varios tipos de establecimientos.
Por otro, si sigues la línea de costa en dirección oeste, llegarás a la desembocadura del río Opak, donde hay otra zona turística. El lugar cuenta con un buen número de restaurantes, marisquerías y pubs de playa donde también puedes disfrutar de la noche.