Costa Rica está considerado un paraíso turístico que destaca por sus selvas, cascadas y playas vírgenes. Gracias a su atractivo natural es un destino internacional muy valorado y con una gran cantidad de cosas que hacer en Costa Rica.
Está ubicada en Centroamérica entre el Caribe y el Pacífico, tiene más de un cuarto de su territorio protegido y es uno de los países con la mayor densidad de biodiversidad del mundo.
Si tienes pensado visitar Costa Rica por tu cuenta y pasar un tiempo en este increíble país puede que también te interese leer el siguiente artículo sobre Las mejores zonas dónde alojarse en Costa Rica.
Qué hacer en Costa Rica: los mejores planes
1. Sácale partido a un free tour por San José
Este free tour de 2 a 3 horas por San José es una de las mejores formas de descubrir, de la mano de un guía experto, la historia, la cultura, el arte y la gastronomía de la capital costarricense.
El recorrido por su pintoresco centro histórico comienza en el corazón de la ciudad, donde se visitan lugares clave como la Asamblea Legislativa y el Museo Nacional.
Los dos lugares proporcionan interesantes anécdotas sobre la historia de estas importantes instituciones para los naturales de Costa Rica, coloquialmente conocidos como “ticos”.
El recorrido continúa por el Paseo de Los Damas y algunos de los parques urbanos más emblemáticos, como el Parque Nacional, el Parque Morazán y el Parque Central.
Frente a la Catedral Metropolitana, el guía desentrañará algunos de los aspectos más destacados del sistema político y la historia de Costa Rica, una nación entregada a la paz que no cuenta con ejército.
El tour continúa hacia el Teatro Nacional, una de las joyas arquitectónicas más apreciadas de San José, para concluir su recorrido en el Mercado Central, donde, entre otras actividades, se puede degustar un helado en la heladería más antigua de la ciudad.
>>> Free Tour por San José <<<
2. Disfrutar de cientos de playas de postal, un imprescindible que hacer en Costa Rica
Costa Rica, con cientos de playas a lo largo de 1.228 km de costa, tanto en el océano Pacífico como en el mar Caribe, ofrece una impresionante variedad de playas tropicales, cada una con su propio encanto.
Disfrutarlas es algo imprescindible que hacer en Costa Rica. Cada playa en Costa Rica ofrece una experiencia única, ideales para descansar en la arena y bañarse en sus aguas cristalinas.
También són un medio perfecto para disfrutar de la tranquilidad de sus espectaculares entornos naturales y, a la vez, practicar los deportes acuáticos más emocionantes.
En la costa del Pacífico, Playa Manuel Antonio se destaca por su belleza excepcional. Su forma de herradura y aguas tranquilas, rodeadas de jungla y cascadas, la convierten en un paraíso para el surf y el descanso.
Además, las playas de la Península de Nicoya, como Playa Flamingo y Playa Tamarindo, son conocidas por sus paisajes idílicos y ambiente animado, mientras que Playa Montezuma es famosa por su estilo bohemio y relajado.
En el Caribe destaca Playa Punta Uva en Puerto Viejo, una playa virgen y tranquila rodeada de grandes árboles y con aguas calmadas perfectas para relajarse. Pero, estas son solo algunas entre las muchas y muy hermosas playas costarricenses.
3. Degustar lo mejor de la comida costarricense
La gastronomía de Costa Rica es variada y deliciosa, una cocina criolla fruto de la mezcla de influencias de comida aborigen, española y africana.
Uno de los platos más típicos es el Gallo Pinto, un desayuno típico que mezcla arroz y frijoles y se puede acompañar de huevos, aguacate o patacones (batata frita). Una variante caribeña de este plato es el Rice and Beans, con leche de coco y chile picante.
Otro de los platos más representativos del país es el Casado, compuesto por arroz, frijoles, ensalada, plátanos fritos y una proteína (pollo, cerdo o pescado), que lo hace una comida completa y nutritiva.
También se debe probar el Ceviche tico, con su propia versión elaborada con corvina o lubina cruda que se marina con jugo de limón y se mezcla con cilantro, cebolla y pimientos.
Otro imprescindible costarricense son los Tamales, que se preparan con masa de maíz, arroz, verduras y carne, envueltos en hojas de plátano y son muy tradicionales en Navidad.
No se debe olvidar la Olla de carne, una sopa rica en nutrientes, preparada con carne, patatas, yuca y otros vegetales típicos, cocinada a fuego lento para alcanzar un sabor reconfortante.
4. Adentrarse en la historia y cultura del país en el Paseo de los museos
En San José, la capital de Costa Rica, en una ruta de menos de un kilómetro, discurre el llamado «Paseo de los Museos», formado por tres de los museos más importantes del país.
Su visita es algo que hay que hacer en Costa Rica para una experiencia enriquecedora sobre la historia y cultura nacional.
Entre ellos, el Museo Nacional de Costa Rica alberga una vasta colección de más de 30.000 objetos arqueológicos y antropológicos, así como más de 20.000 piezas de historia natural.
Entre sus exhibiciones permanentes destacan las salas del Oro Indígena, la Precolombina y la de la Casa Colonial, que muestran la evolución cultural costarricense.
El Museo del Jade es un referente en la conservación del patrimonio arqueológico centroamericano, con una colección de 7.000 objetos precolombinos.
Sus exposiciones destacan por su impresionante colección de jade, la más grande del mundo, cerámica y piedra.
Finalmente, los Museos del Banco Central de Costa Rica resguardan colecciones de gran valor arqueológico y numismático.
Su principal atracción es el Museo del Oro Precolombino, con más de 1.500 piezas de oro, y el Museo de Numismática, con la colección más extensa de monedas y billetes costarricenses.
5. Observar el desove de tortugas marinas
El Parque Nacional Tortuguero, en la costa caribeña de Costa Rica, es uno de los destinos más importantes para observar el desove de tortugas marinas.
Este parque es reconocido mundialmente por su playa de anidación de tortugas verdes, una de las más significativas del hemisferio occidental.
Durante la temporada de desove los visitantes pueden presenciar cómo estas tortugas ponen sus huevos. Dos meses después del desove, las crías emergen de los nidos y se dirigen rápidamente hacia el mar enfrentando depredadores en su trayecto.
Además de las tortugas verdes, otras tres especies también llegan a estas playas: tortugas baula, carey y caguama. El parque protege este delicado proceso y requiere la presencia de guías oficiales para garantizar que los turistas no interfieran con el ciclo natural.
Tortuguero, declarado parque nacional en 1970, es también un refugio de amplia biodiversidad, con su bosque tropical lluvioso y canales navegables.
En la visita se puede explorar la rica fauna local, con monos, osos perezosos, y diversas especies de reptiles e insectos, a través de paseos en barca, tours nocturnos y rutas de senderismo.
>>> Tour por el Parque Nacional Tortuguero de Costa Rica <<<
6. Vivir la experiencia de un emocionante rafting por el río Pacuare
La espesa jungla y la humedad inherente a las mismas ofrecen las condiciones ideales para la existencia de muchos ríos en Costa Rica en los que es posible practicar rafting.
El río Pacuare, cerca de la costa caribeña, es uno de los mejores destinos para practicarlo del país. Ubicado en la Reserva Forestal Pacuare-Matina ofrece un entorno espectacular, rodeado de selva tropical y aguas cristalinas, ideal para aventureros.
Los rápidos del Pacuare, de clase mundial, varían en dificultad, desde tramos adecuados para principiantes hasta secciones más desafiantes, para expertos.
A lo largo del recorrido se desciende por cañones estrechos, esquivando obstáculos naturales en medio de un entorno natural impresionante.
Todo un espectáculo de gigantescos árboles, lianas colgantes y una abundante biodiversidad que incluye aves exóticas, mamíferos y reptiles.
Además de los emocionantes rápidos, el río también ofrece pequeñas playas escondidas y piscinas naturales formadas por cataratas.
La existencia de unos cuantos guías expertos en rafting, tanto para orientar a novatos como a personas más experimentadas, asegura que la experiencia sea segura y emocionante. Una inolvidable aventura que merece mucho la pena hacer en Costa Rica.
>>> Rafting en el río Pacuare <<<
7. Conocer la impresionante biodiversidad del Parque Nacional Manuel Antonio
Los Parques Nacionales y áreas protegidas de Costa Rica son todo un ejemplo de conservación sostenible y biodiversidad que permite disfrutar de una impresionante diversidad ecológica.
Probablemente, el más popular tanto para locales como para turistas es el Parque Nacional Manuel Antonio, con su exuberante vegetación tropical y parque marino, aunque no sea el más grande de ellos.
El parque es fácilmente accesible desde la capital San José y está reconocido por su rica fauna y playas vírgenes tan famosas como Playa Espadilla Sur, Playa Manuel Antonio, Playa Puerto Escondido o Playa Playita.
Además, ofrece una interesante red de senderos bien mantenidos que permiten un fácil acceso al bosque lluvioso de tierras bajas.
Este entorno de pura naturaleza invita a múltiples actividades como tomar el sol, surfear las olas, bucear y observar aves y primates, porque el parque alberga más de 350 especies animales.
Alberga una impresionante variedad de especies que incluye monos ardilla de lomo rojo, monos capuchinos de cara blanca, perezosos y mapaches. También se encuentran diversas especies de reptiles y anfibios.
Además, para facilitar esta observación de la vida silvestre, el parque cuenta con guías informativas y orientativas del lugar.
>>> Tour por el Parque Nacional Manuel Antonio <<<
8. Avistar ballenas colosales desde las costas costarricenses
El avistamiento de ballenas en Costa Rica, específicamente en el Parque Nacional Marino Ballena, es una de las experiencias más extraordinarias para los amantes de la naturaleza.
Este parque, ubicado en la costa del Pacífico Central, es conocido por sus paisajes paradisíacos, que incluyen manglares, arrecifes de coral y playas vírgenes como Playa Uvita.
Sin embargo, el mayor atractivo son las majestuosas ballenas jorobadas que migran por sus aguas. En Costa Rica se registra la temporada de avistamiento de ballenas jorobadas más larga del mundo.
Esto se debe gracias a las cálidas y seguras aguas que sirven de ruta migratoria y área de reproducción para estos gigantes marinos.
La abundancia de alimento como peces y crustáceos atrae a las ballenas a esta zona durante su migración. Además de las ballenas jorobadas es posible avistar ballenas de Bryde y, ocasionalmente, orcas.
Hay muchos tours organizados desde la localidad de Uvita que brindan una experiencia educativa e inmersiva, permitiendo observar de cerca a estos impresionantes animales y aprender sobre su comportamiento.
Además, se pueden avistar delfines, tortugas y disfrutar de impresionantes atardeceres en las playas cercanas. El Parque Marino Ballena es un verdadero santuario natural para la vida marina.
9. Visitar el yacimiento prehispánico del Monumento Nacional Guayabo
El Monumento Nacional Guayabo es uno de los yacimientos arqueológicos prehispánicos más importantes de Costa Rica. Ubicado en la provincia de Cartago, cerca de Turrialba, este sitio cubre unas 20 hectáreas, de las que solo 4 han sido excavadas.
Los trabajos han revelado estructuras de piedra que datan desde el 1000 a.C. hasta el 1400 d.C. Esta ciudad precolombina contó con una sociedad organizada bajo el liderazgo de un cacique o chamán.
Su economía se basaba en la agricultura, la caza y la pesca. El yacimiento destaca por sus montículos circulares de piedra, utilizados como bases para viviendas, una red de acueductos, calzadas, escalinatas y tumbas de piedra.
También alberga petroglifos, entre los que es famoso el monolito del jaguar y el lagarto, tallados en piedra.
Además de su importancia arqueológica, el área protege una rica diversidad de flora y fauna características de un bosque pluvial siempre verde.
En la visita se pueden observar aves como tucanes, mamíferos como armadillos y perezosos, así como reptiles y una amplia variedad de insectos y mariposas.
Guayabo no solo preserva el legado arqueológico de Costa Rica, sino que también ofrece una experiencia inmersiva en la naturaleza.
10. Bañarse en las saludables aguas termales del río Negro
La existencia de varios volcanes activos ha generado muchas aguas termales naturales que se han convertido en uno de los principales atractivos turísticos del país.
Son aguas como las de Río Negro, en el Parque Nacional Rincón de la Vieja, en la provincia de Guanacaste, que se forman gracias a la actividad geotérmica del volcán Rincón de la Vieja.
El área es conocida por sus paisajes naturales y sus diversas características volcánicas que incluyen fumarolas, campos de vapor y ríos cristalinos.
Las aguas termales de Río Negro destacan por su temperatura cálida y su riqueza en minerales. Las convierte en una experiencia terapéutica ideal para aliviar tensiones musculares y promover el bienestar general.
Además, los visitantes suelen utilizar barro volcánico rico en nutrientes como tratamiento para la piel, ya que se le atribuyen propiedades desintoxicantes y relajantes.
El entorno natural de las aguas termales del Rio Negro incluye varias piscinas rodeadas de un exuberante bosque tropical en un ambiente tranquilo y pintoresco.
Se puede acceder a estas piscinas a través de senderos que discurren por el interior del parque y las áreas de baño están conectadas por puentes colgantes sobre el río.
11. Surfear las olas de Playa Tamarindo, una actividad popular que hacer en Costa Rica
Entre las mejores actividades que hacer en Costa destacan los deportes acuáticos, especialmente surf y windsurf, ya que sus costas presumen de contar con algunas de las mejores olas del mundo.
En este sentido, Playa Tamarindo, en la provincia de Guanacaste, es uno de los destinos de surf más populares del país. Con olas consistentes y aguas cálidas, resulta ideal tanto para principiantes como para surfistas experimentados.
Tamarindo ofrece una amplia infraestructura de surf, con numerosas escuelas y campamentos dedicados a este deporte, lo que la convierte en un lugar perfecto para iniciarse en el surf.
La playa es conocida por su belleza natural, con arenas suaves y spots de surf accesibles, lo que atrae a locales y turistas por igual.
Las olas de Tamarindo no son demasiado exigentes, aptas para todos los niveles, tanto para quienes están aprendiendo, pero también ofrece retos para surfistas más avanzados.
Su rompiente principal, ubicada frente a la ciudad, tiene excelentes condiciones debido a su orientación hacia el noroeste, lo que genera olas suaves y manejables.
Además de ser un paraíso para el surf, Tamarindo es famosa por su animada vida nocturna, con bares y restaurantes que proporcionan un ambiente festivo con música y baile hasta el amanecer.
12. Explorar el exuberante bosque nuboso de Monteverde
Las tierras altas de Costa Rica acogen los peculiares bosques nubosos, áreas de rica vegetación en las que la humedad de las nubes resulta esencial para la vida, ya que muchas plantas, como las epífitas, extraen agua y nutrientes del aire.
La constante cobertura de nubes crea un ambiente húmedo y fresco que resulta ideal para desarrollar una impresionante biodiversidad y densa vegetación.
En esta categoría, el Bosque Nuboso de Monteverde, situado a más de 1.600 metros sobre el nivel del mar, representa uno de los ecosistemas más emblemáticos del país.
Monteverde alberga más de 3.000 especies de plantas, incluyendo 420 variedades de orquídeas. Igualmente, cuenta con una rica fauna de más de 600 especies de animales, como el tapir, el perezoso de tres dedos, el jaguar, el tucán y el escurridizo quetzal.
La conservación de este bosque se debe, en gran parte, a los colonos cuáqueros que compraron y preservaron la tierra hace casi 60 años, formando la reserva del bosque nuboso de Monteverde.
Actualmente, la reserva es un destino popular para el ecoturismo, ofreciendo diversas actividades como el senderismo, las tirolesas y recorridos por puentes colgantes con vistas panorámicas.
13. Admirar la majestuosidad del volcán Arenal
La actividad volcánica tan interesante y variada del territorio ha facilitado que la visita a los volcanes se haya convertido en una de las actividades imprescindibles que hacer en Costa Rica.
En este país centroamericano se registran más de 200 formaciones volcánicas de las cuales cinco están activas: Arenal, Irazú, Poás, Rincón de la Vieja y Turrialba.
Uno de los más emblemáticos es el volcán Arenal, ubicado en la zona centro/norte, distinguido por su característica forma cónica casi perfecta.
Con una altura de 1.633 metros, el Arenal es conocido por su reciente actividad eruptiva, con su última erupción significativa en 1968. Aunque no ha tenido erupciones desde 2010 sigue emitiendo gases y vapores.
A sus alrededores se creó en 1991 el Parque Nacional Volcán Arenal, clave por su belleza natural y valor hídrico, ya que alberga también la Laguna Arenal, que genera el 40% de la energía hidroeléctrica del país.
El parque ofrece senderos que permiten explorar la antigua lava y disfrutar de vistas impresionantes, como la Catarata La Fortuna.
La región también cuenta con otras atracciones como las Cuevas del Venado y la Reserva Nacional de Vida Silvestre Caño Negro.
14. Aventurarse en los puentes colgantes sobre la selva
Participar en un tour por los puentes colgantes de Costa Rica ofrece una forma espectacular de explorar la naturaleza.
Estas estructuras suspendidas permiten a los visitantes caminar a gran altura sobre bosques tropicales y nubosos, brindando una vista única de la flora y fauna sobre las copas de los árboles.
Los senderos entre los puentes, que suelen tener entre 3 y 4 kilómetros de largo, son menos exigentes que el senderismo tradicional, ya que los puentes facilitan el cruce de valles y barrancos sin necesidad de ascensos y descensos abruptos.
Estas estructuras, diseñadas con materiales resistentes como el acero, son ideales para observar aves, mariposas, monos y otras especies difíciles de observar desde el suelo.
Para esta actividad, entre los destinos más destacados se encuentran el Místico Arenal Hanging Bridges Park, cerca del Volcán Arenal.
También se encuentra la Reserva del Bosque Nuboso Monteverde, aquí se puede caminar por un recorrido de 3,2 km que incluye seis puentes colgantes y diez puentes fijos.
Podrás disfrutar de unas vistas panorámicas del bosque y una vida salvaje que incluye monos, tucanes y serpientes. El parque también cuenta con un jardín de colibríes y una catarata al final del recorrido.
15. Descubrir la cultura de los pueblos indígenas de Talamanca
La estancia en Costa Rica merece también una inmersión más profunda en su pasado y origen de su cultura, conociendo la herencia aún presente de sus antiguos pobladores.
Por eso, resultan muy interesantes los tours por algunos de los pueblos indígenas más grandes y mejor preservados del país.
Es el caso de las comunidades Bribri y Cabécar en la región de Talamanca, situada en el sureste de Costa Rica en la actual provincia de Limón. Interactuar con estas comunidades permite participar de sus tradiciones, costumbres y formas de vida.
En estas experiencias se suelen visitar «ranchos» tradicionales donde se usan materiales naturales como bambú y palma y asistir a demostraciones de artesanía tradicional como la elaboración de cestas y joyería.
Los Bribri, con una población de aproximadamente 35.000 personas en todo el país, y los Cabécar han mantenido vivas muchas de sus tradiciones ancestrales a pesar de la influencia externa.
En el caso de los Bribri, que tienen más de 3.000 años de historia, sus prácticas culturales incluyen el uso de plantas medicinales y métodos agrícolas sostenibles transmitidos a través de generaciones.
También resulta de interés cultural la importancia del cacao, considerado sagrado juega un papel vital en sus rituales y ceremonias.
16. Bucear por fascinantes fondos marinos repletos de vida
Costa Rica es un destino destacado para el buceo, ofreciendo una impresionante variedad de fondos marinos y biodiversidad tanto en su costa del Pacífico como en el Caribe.
Sin duda, el lugar más destacado es la Isla del Coco, reconocido como uno de los cinco mejores sitios de buceo del mundo, por su rica biodiversidad y bancos de tiburones martillo.
No obstante, su distancia de 500 km desde la costa, más de 24 horas de navegación, y la necesidad de permisos especiales la convierten en un destino complicado.
Más accesible es la Isla del Caño, frente a la Península de Osa, que se alcanza en apenas media hora de viaje en lancha.
Su visibilidad cristalina y su estatus como Reserva Biológica la hacen un destino atractivo e ideal para observar mamíferos marinos, tiburones, anguilas y tortugas marinas.
En la costa del Pacífico, lugares como Playas del Coco y Playa Hermosa son también muy populares por sus aguas cálidas y tranquilas, aptas para buceadores novatos o experimentados.
Aquí se pueden ver peces tropicales, tiburones de punta blanca y otras especies marinas. Estos lugares también cuentan con una gran cantidad de operadores de buceo.
17. Ascender al techo del país, camino del Cerro Chirripó: una ruta que hacer en Costa Rica
El senderismo es una de las actividades preferidas que hacer en Costa Rica por parte de sus visitantes, ya que hay kilómetros de senderos dentro de sus parques y reservas naturales.
Uno de los destinos más destacados para esta actividad es el Parque Nacional Chirripó, en las montañas de Talamanca, verdadera capital del senderismo en Costa Rica.
El parque, que abarca las provincias de Limón, San José y Cartago es conocido por su biodiversidad y sus desafiantes senderos y ofrece una red impresionante de rutas que siguen antiguos caminos indígenas.
Una de las mejores rutas conduce al pico más alto del país, el Cerro Chirripó, que se eleva a 3.820 metros sobre el nivel del mar.
Es una caminata de 20 kilómetros que comienza en el pueblo de San Gerardo de Rivas, desde donde parten muchas otras rutas.
Es un ascenso arduo, pero recompensan las espectaculares panorámicas desde la cima, con vistas del Océano Pacífico y el Mar Caribe en días despejados.
El sendero atraviesa bosques nubosos, páramos y una variedad de zonas ecológicas, con una rica fauna que incluye jaguares, pumas, pecaríes y monos.
18. Refrescarse al pie de la fascinante catarata del río Fortuna
Dentro del espectacular paisaje natural costarricense ocupan un lugar muy especial las numerosas cascadas.
Son muy visitadas por los propios “ticos” porque representan una excelente opción para hacer excursiones, especialmente en días calurosos, con el aliciente de nadar y refrescarse en sus aguas.
Entre las más famosas están las cataratas de La Fortuna, Bajos del Toro y La Paz. Por destacar alguna de ellas, es conocida la Catarata Río Fortuna ubicada en el Parque Nacional Volcán Arenal.
La Catarata Río Fortuna es una de las mejor consideradas, ya que la combinación de la erosión y la actividad volcánica ha creado allí una de las cascadas más espectaculares de Costa Rica.
Se encuentra a 520 metros sobre el nivel del mar y se desploma desde 70 metros de altura en una piscina natural rodeada de exuberante selva tropical. Sus aguas frías y cristalinas al pie de la cascada invitan a un chapuzón refrescante.
De la base a la parte superior es necesario ascender por más de 500 escalones, esfuerzo que merece la pena para disfrutar de la vista panorámica.
La cascada se caracteriza, además, por su entorno místico, pues se cree que era sagrada para tribus indígenas locales, que realizaban rituales cerca de sus aguas.
19. Participar en un instructivo tour de café
Costa Rica es conocida por producir algunos de los mejores granos de café del mundo, gracias a su clima favorable, suelos fértiles y precipitaciones constantes.
La cosecha de café se sucede de octubre a enero, cuando los recolectores van recogiendo los granos maduros, dejando los verdes para una recolección posterior.
La calidad del café se asegura mediante la clasificación manual, eliminando granos verdes o dañados. La mayoría del café de alta calidad se exporta aún en su forma verde, para ser luego tostado en su destino de Estados Unidos y Europa.
Los tours de café son una interesante actividad que hacer en Costa Rica ya que ofrecen una excelente oportunidad para conocer el proceso de producción y la historia local relacionada con este producto.
En la región del Valle Central, cerca de San José, se pueden visitar plantaciones como Britt y Doka, y en Monteverde, Café Don Juan.
Estos tours incluyen visitas a las fincas, demostraciones de recolección, secado y tostado, así como degustaciones del café preparado tradicionalmente. También se pueden explorar museos y tiendas de productos relacionados con el café.
20. Experimentar las delicias de la “pura vida” costarricense en la Zona azul de Nicoya
Una circunstancia que habla muy bien de lo que los “ticos” llaman “pura vida” es la consideración de la península de Nicoya, uno de los lugares donde las personas viven significativamente más tiempo que el promedio de la población.
Está considerada una de las cinco Zonas Azules del mundo. Las otras Zonas Azules se encuentran en Cerdeña (Italia), Okinawa (Japón), Loma Linda (Estados Unidos) e Icaria (Grecia).
Estas áreas comparten factores como buena salud física y mental, una dieta saludable, una fuerte cohesión familiar, espiritualidad, movilidad constante y un propósito de vida.
La Península de Nicoya, que abarca los cantones de Hojancha, Nandayure, Carrillo, Santa Cruz y Nicoya, es famosa por sus paisajes impresionantes y su población longeva.
Con más de 900 personas mayores de 90 años y más de 5.000 de más de 75 años, esta región destaca por su baja mortalidad en ancianos y su alta calidad de vida.
Mucho tiene que ver la dieta local, que incluye alimentos frescos como calabaza, maíz, plátanos, frijoles y agua rica en calcio. Además, los nicoyanos llevan un estilo de vida activo, realizando actividades físicas como montar a caballo y trabajar en el campo.