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Praga en 3 días: el itinerario perfecto

Praga en 3 días

En este post te sugiero un itinerario muy optimizado para que puedas ver lo máximo posible de Praga en 3 días. Un periodo de tiempo ideal para visitar los principales atractivos turísticos de la capital checa.

Capital de la República Checa, también lo fue de Checoslovaquia y del antiguo Reino de Bohemia. Con más de mil años de historia, es una de las ciudades más importantes de Europa en cuanto a patrimonio y casi podríamos decir que su corazón por su ubicación geográfica. 

Si tienes interés en visitarla y conocer su casco antiguo (Patrimonio de la Humanidad) y otros lugares toma nota de esta guía para disfrutar de Praga en 3 días.

Pero antes de entrar de lleno en el itinerario déjame sugerirte que te compres la Prague Card. Se trata de la tarjeta turística de la ciudad que te permitirá ahorrarte un buen dinerito.

Con la Prague Card podrás entrar gratuitamente en más de 70 atracciones turísticas de Praga (entre ellas las más importantes), y disfrutar tanto de un circuito con bus turístico como un crucero por el río.

Entremos, ahora sí, en lo que nos interesa.

Praga en 3 días: Día 1

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Nada mejor que empezar con un free tour para tomar el pulso de la ciudad. En este caso de los varios que hay disponibles te sugiero el Free Tour por la Ciudad Vieja y el Barrio Judío.

Se va a amoldar muy bien al itinerario que te propongo para este primer día. Va a discurrir en un área compacta que podrás redescubrir a tu aire, y entrar en los lugares de interés, una vez finalizado el tour sin grandes desplazamientos.

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Plaza de la Ciudad Vieja

Praga en 3 días: Plaza de la Ciudad Vieja

Si Praga es el corazón de Europa, la Plaza de la Ciudad Vieja lo es de la capital checa y, desde luego, el primer lugar a visitar en tu visita a Praga en 3 días.

Al este del río Moldava, es la zona de la ciudad más dinámica. Con sus más de 100 metros de diámetro permite albergar todo tipo de celebraciones, grandes mercadillos y hasta masivas protestas políticas como las que tuvieron lugar en la “Primavera de Praga”

Además, después del Castillo de Praga (del siglo IX) y el barrio de Malá Strana -al otro lado del río- es el área más antigua de la ciudad.

Ya en el siglo X, la ubicación de la plaza actual era un cruce de caminos comerciales entre distintas partes de Europa. Así, pronto se organizó un mercado temporal para luego construirse tiendas y tabernas estables. 

No obstante, el lugar como plaza se edificó en el siglo XII, aunque mantuvo durante siglos nombres como el “Mercado viejo” en alusión a su origen. 

Desde entonces hasta ahora, además de albergar ejecuciones y revoluciones de todo tipo, se construyeron muchos edificios y algunos todavía se mantienen, por lo que la Plaza de la Ciudad Vieja cuenta con distintos estilos arquitectónicos: desde el gótico hasta el barroco.

Por cierto, en medio de la plaza hay una gran estatua levantada en honor a Jan Hus, un reformador religioso checo de los siglos XIV y XV que fue quemado vivo por sus ideas.

Reloj Astronómico

No dejamos la Plaza de la Ciudad Vieja, porque en ella hay muchos edificios de los que hablar. Uno de ellos es el del ayuntamiento, levantado en el siglo XIII, en estilo gótico y del que luego te hablaré. 

Pues bien, en este edificio, en su pared sur, se levanta la torre del ayuntamiento antiguo, que fue construida en 1394. Y, no mucho después, en 1410 y bajo el diseño de Mikuláš z Kadaně, se instaló en su base el famoso Reloj Astronómico.

Además de sus grandes y bonitas esferas, una de las cosas que más llama la atención de este reloj es que entre las 9 de la mañana y las 11 de la noche, a cada toque de hora en punto se abren unas ventanillas bajo un alero y se ven desfilar las estatuas de los doce apóstoles. 

Es cierto que hay que estar cerca y posicionarse de frente, pero el pequeño espectáculo tiene su interés.

Subir a la Torre del Antiguo Ayuntamiento

Para conocer Praga en 3 días hay que optimizar los movimientos, por eso, ya que estás frente al ayuntamiento, te recomiendo que subas a la torre de 64 metros que todavía sobrevive del antiguo ayuntamiento. 

Este se construyó en 1338 en estilo gótico y, como te decía antes, la torre se levantó un poco después también en gótico y se convirtió en el edificio más alto de la ciudad y puesto de vigilancia. 

También inició una serie de construcciones de altura que hoy catalogan a Praga como la ciudad “de las Cien Torres”. Hoy es uno de los lugares de Praga más visitados por las vistas que ofrece su torre. 

Además, aunque es un edificio con más de 700 años, ha sido adaptado con un ascensor para que todo el mundo pueda subir. Se puede acceder a la torre todos los días de la semana.

Iglesia de Nuestra Señora de Tyn

La Torre del Ayuntamiento fue el edificio más alto de la ciudad hasta que se acabó la Iglesia de Tyn en el siglo XVI, cuando sus dos grandes torres alcanzaron los 80 metros

Precisamente frente al ayuntamiento se levanta uno de los templos más importantes de la ciudad y, como el resto del casco antiguo, es Patrimonio de la Humanidad. 

En estilo gótico y con una fachada impresionante, también destaca por contar con el órgano más longevo de la ciudad.

Hoy en día, el acceso se realiza atravesando un pequeño callejón entre dos restaurantes y otros edificios. Además de arte sacro, en esta iglesia también se organizan conciertos de música clásica.

Iglesia de San Nicolás (la de la Plaza Vieja)

La de la Plaza Vieja, porque hay otra iglesia con el mismo nombre en el barrio de Mala Strana, de la cual te hablaré después. Esta en concreto se construyó en el siglo XVIII en estilo barroco, pero sobre otro templo anterior del siglo XIII y en gótico.

Además de por su ubicación, esta iglesia es muy interesante porque , es “husita” o pertenece al movimiento protestante que se separó de la Iglesia Católica al seguir las ideas del mencionado Jan Hus. 

De todas formas, la iglesia ha formado parte de este movimiento desde hace relativamente poco tiempo: 1920.

En cuanto a su arquitectura, hay que destacar la estatua de la Santísima Trinidad frente a la entrada, sus frescos en techos y bóvedas y, cómo no, su torre de 65 metros

Hasta llegar arriba hay varias salas museísticas en las que conocer la historia de la iglesia. En su interior también se organizan conciertos.

Torre de la Pólvora

Torre de la Pólvora, Praga

Es difícil ver todas las torres de Praga en 3 días, pero esta es una de las que no te puedes perder. No está muy lejos de la Plaza Vieja. 

De hecho, cuando se construyó en 1475 se convirtió en una de las nueve puertas de entrada a la ciudad, en este caso para llegar a la Plaza Vieja. Además, fue un regalo para el rey de Bohemia Ladislao II por su coronación.

Su nombre se debe a que en ella, durante siglos, se almacenó pólvora. Pero lo más interesante de esta gran torre es el color oscuro de sus piedras, su gran anchura y su mirador de 360º a 44 metros de altura.

Clementinum

Nos adelantamos un poco en el tiempo, hasta el siglo XVI, cuando se empezó a construir uno de los edificios más grandes del país. 

Este se encuentra a una manzana al este del río Moldova y sus primeros propietarios fueron la orden de los Jesuitas, que lo utilizaron como colegio. 

Pero lo más importante de todo es que Clementinum posee algunos de los lugares más interesantes de la ciudad.

Al sur se encuentra la Catedral de San Clemente, del siglo XVII y de rito bizantino. Más al oeste está la Iglesia de San Salvador, y en la zona central la Torre Astronómica, una estación meteorológicas todavía en uso.

También se puede visitar la Capilla de los Espejos y la Biblioteca Barroca, una de las más bonitas de la ciudad y famosa, entre otras cosas, por sus globos terráqueos.

Calle Parizska

Además de su patrimonio, la capital checa también es un buen lugar para realizar compras, especialmente en boutiques de lujo y relojerías. Y la mejor calle para hacerlo es Parizska, que nace en la propia Plaza de la Ciudad Vieja.

A ambos lados de la calle encontrarás boutiques como Moncler, tiendas como Rodolfo Valencia o relojerías como Rolex. De aceras anchas, la zona también es un lugar con edificios muy majestuosos.

Barrio Judío

Barrio Judío

Precisamente la Calle Parizska se encuentra en el antiguo gueto judío de la ciudad y que llaman Josefov

Este se compone de dos antiguos barrios que en la Edad Media estaban separados y tenían sus propias sinagogas. Algún tiempo después de su unión, la comunidad judía también empezó a ser tolerada en la ciudad. 

Especialmente a partir del siglo XVIII cuando el ilustrado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico José II favoreció esa integración. Por eso el barrio se denomina Josefov.

En el barrio hay que visitar el Museo Judío que gestiona varios de sus monumentos más emblemáticos como el Cementerio Judío o 4 de las 6 Sinagogas (la Sinagoga Vieja-Nueva y la Sinagoga Alta no están incluidas en la gestión del museo).

Para conocer la historia del barrio y de la comunidad judía de Praga nada mejor que unirse a un tour por el barrio judío.

El Museo Judío y las 6 Sinagogas

Gracias a esa integración, en la ciudad de Praga hay varias sinagogas repartidas por Josefov. De ellas destacan las conocidas como 6 sinagogas que pueden visitarse conjuntamente con la misma entrada (que también te da acceso al cementerio judío).

La más visitada es la Sinagoga Española que tiene un estilo morisco. Se construyó en 1868 y en ella se celebran conciertos y todo tipo de exposiciones. 

La siguiente en popularidad es la Sinagoga Vieja-Nueva, famosa por ser la más antigua de Europa: se construyó en 1270 en estilo gótico y todavía sigue en funcionamiento. 

Más al sur, en la entrada del Cementerio Judío, está Pinkas, del siglo XV y que alberga un monumento con los nombres de los 77.297 judíos checos que murieron durante el genocidio nazi. 

Al oeste, cerca de la Calle Parizska se encuentra la cuarta sinagoga: Maisel, del siglo XVI, en un bonito edificio y que alberga variadas exposiciones para conocer la historia del pueblo judío en Praga.

La quinta sinagoga está en la salida del Cementerio Judío y se llama Klausen. Es de finales del siglo XVII y famosa por su colección de obras en hebreo. 

Finalmente, la Sinagoga Alta cierra este recorrido por el Barrio Judío. Es del siglo XVI y en su interior podrás disfrutar de colecciones textiles y en plata. También es un buen lugar para comprar un souvenir.

Cementerio Judío

Es el epicentro del Barrio Judío, tanto por arquitectura como por su historia. Fue construido en 1439 y hasta que José II no relajó las relaciones entre judíos y el resto de la población checa, este era el único lugar donde se podía enterrar a la población judía. 

Aunque es un cementerio pequeño, hay más de 12.000 tumbas con sus respectivas lápidas. Y debajo hasta diez niveles de enterramiento. El lugar es sobrecogedor.

Crucero por el río Moldava

Como otros ríos centroeuropeos, el Moldova cuenta con una profundidad y ancho capaz de convertir a una vía fluvial en un curso navegable para grandes barcos como ferries. Pero lo más interesante del río Moldava es que se puede recorrer en paseos turísticos. 

Es cierto que la Presa de la Ciudad Vieja limita el recorrido entre las zonas norte y sur del río, pero en ambas hay muelles y servicios turísticos que utilizan las típicas barcazas de hace ciento cincuenta años.

En cuanto a los tipos de cruceros por el río Moldava, puedes recorrer la zona norte en dirección sur hasta llegar al Puente Carlos, cerca de la presa. 

Más allá de la misma, también hay muelles y pequeños puertos en los alrededores de la Isla Kampa, frente al barrio de Malá Strana. 

Además de poder obtener una visión diferente de Praga, podrás disfrutar de un tranquilo crucero donde también suelen ofrecerte bebidas.

Puedes escoger entre alguno de los siguientes cruceros:

Praga en 3 dias: Día 2

Puente de Carlos

Puente de Carlos

Praga posee muchos puentes, pero el más importante y más antiguo de la ciudad es el Puente de Carlos, lugar imprescindible en tu visita a Praga de 3 días. 

Construido en su totalidad en piedra, se empezó a levantar en 1357 por orden de Carlos IV, de ahí su nombre. 

Desde entonces, no sólo sirvió para conectar la Ciudad Vieja con el Castillo de Praga -del que luego te hablaré-, también se convirtió en una de las vías comerciales principales entre el norte y sur de Europa. 

No hay que olvidar que el río Moldova llega a superar los 500 metros de anchura. De hecho, el Puente de Carlos tiene 516 metros de longitud.

En cuanto a su diseño, posee 16 arcos y tres torres. La oriental, en el lado de la Ciudad Vieja es un gran ejemplo de estilo gótico.

Mala Strana

Ya te conté al principio que el origen de Praga está en su castillo, en la orilla oeste del río. Y justo a sus pies se desarrolló Malá Strana o el “barrio pequeño” como lo llaman. Es decir, esta zona es tan antigua como la Plaza de la Ciudad Vieja, sino más.

Ubicado en una colina, está conectado con la Ciudad Vieja por varios puentes, entre ellos el de Carlos. 

Además, pese a ser una zona más pequeña que el centro, posee un buen número de atractivos, restaurantes y estupendas vistas del río Moldova y la Ciudad Vieja.

Isla de Campa

Es como una subzona” del Barrio de Malá Strana, está situada justo en la entrada del Puente de Carlos y se extiende un poco al norte, pero sobre todo al sur. 

La isla se ubica entre el propio río Moldava y el Canal del Diablo, nombre que le fue dado debido a que en la isla, según algunos, vivía una mujer poseída, y según otros, no era un ejemplo de bondad. 

Hay referencias que afirman que en el siglo XII ya existía este canal. Es un lugar muy fotogénico ya que el canal está rodeado de edificios muy románticos.

Además de ser un área muy tranquila por la que pasear, lo primero que quiero destacar son precisamente las escaleras que conectan el Puente de Carlos con el barrio

Más al sur, en la orilla occidental del canal se encuentra el último de los molinos que se instalaron en el Canal: el del Gran Prior, construido en 1400. 

En la isla también se ubica el Museo de Kampa, la Villa Werichova, con exposiciones literarias, y hay un gran parque -de hecho ocupa la mayor parte de la isla- por donde puedes pasear y descansar un rato antes de seguir ruta.

Aunque no está dentro de la misma, al norte, si te gusta la literatura, te recomiendo visitar el Museo Kafka, o atravesar  la Calle Vinarna Certovka,  tan estrecha que hasta cuenta con un semáforo para regular el paso, y hacerte alguna foto en el muro de John Lennon.

El Muro de John Lennon

Está en Malá Strana, al oeste del Canal del Diablo y es una calle que se empezó a pintar con grafitis tras la muerte de Lennon. 

El mayor significado de este lugar es político, ya que esos grafitis se convirtieron en un símbolo de la lucha de los habitantes de la ciudad contra el régimen comunista.

Iglesia de San Nicolás (la de Mala Strana)

Más al oeste todavía se encuentra esta iglesia barroca cuya construcción se fnalizó en 1755. De gran tamaño, a diferencia de otras iglesias, no tiene forma de cruz sino cuadrada. 

Además, posee una cúpula de 74 metros de altura que la hace visible desde casi toda la ciudad. El interior es bellísimo, con numerosos frescos en un techo de 1.500 metros cuadrados y estatuas de todos los tamaños y formas.

Todo ello la convierte en una de las iglesias barrocas más impresionantes de Europa.

Jardines de Mala Strana: Jardines Wallenstein y Jardines Vrtba

Mala Strana está llena de pequeños jardines. Uno de ellos es el que está al sur del Edificio del Senado: Wallenstein, del siglo XVII y de acceso público. Son jardines elegantes, con numerosas estatuas barrocas y una curiosa cueva artificial con estalactitas.

Otros interesantes son los Jardines Vrtba, están al suroeste y limitan con el gran parque Jardín del Seminario. 

A diferencia del de Wallenstein, son de pequeño tamaño, un siglo más modernos y tienen tres niveles de altura. Desde el último se tienen buenas vistas del castillo.

Calle Nerudova

Es una de las calles más antiguas de Malá Strana, con origen en el siglo XIII. Desde aquel entonces fue el camino principal al Castillo de Praga. 

Tuvo varios nombres a lo largo de su historia y el actual se debe al escritor local Jan Nerudova, que vivió precisamente en esta calle durante el siglo XIX y que hizo mucho por la cultura local.

Si recorres gran parte de esta calle podrás disfrutar de la típica arquitectura burguesa del siglo XIX, especialmente en palacios y casas señoriales repartidas a lo largo de toda la calle.  

El Castillo

Aunque es del siglo IX y el lugar donde nació Praga como ciudad, no esperes un castillo con almenas. 

De hecho, es más un gran complejo rodeado de una muralla de medio kilómetro de largo que cuenta con otros edificios de gran interés de los que luego te hablaré. Ese tamaño lo convierte en uno de los castillos más grandes del mundo.

En cuanto a la historia de este lugar, como en toda población medieval, el castillo fue el epicentro de la vida social -hasta que se construyó la Plaza de la Ciudad Vieja- y, en sus alrededores vivían campesinos, artesanos y demás. 

Desde un principio, fue el hogar de grandes nobles hasta que en el siglo XII se convirtió en sede de los monarcas del Reino de Bohemia

A lo largo de su historia sufrió muchas renovaciones, las más importantes fueron en 1541, tras un gran incendio, y entre 1920 y 1934. 

Esta última realizada por el gran arquitecto esloveno Jože Plečnik y que le dio el aspecto actual.

Con todo, este complejo cuenta con varios estilos arquitectónicos, que van desde el románico al modernismo de Jože Plečnik

Su entrada principal está al oeste de la ciudadela, donde hay dos grandes patios y varios halls y las Cuadras Imperiales. Además, las mejores vistas de Praga se obtienen desde varios puntos del castillo.

Puedes entrar al recinto gratuitamente y pasearte por él, pero para visitar los interiores de sus edificios debes adquirir una entrada. Esta cuesta 250 coronas (que al cambio viene a ser algo más de 10 euros). La entrada también está incluida en la Prague Card.

Además, puedes optar por hacer la visita de la mano de un guía con un tour por el Castillo con entradas o con un Free tour (ideal si compras la entrada por tu cuenta o tienes la Prague Card para visitar por dentro los sitios del Castillo una vez acabe el tour).

Catedral de San Vito

Catedral de Praga

Este es el edificio que destaca sobre el resto del complejo gracias a sus tres grandes torres

Su construcción se inició en el siglo XIV, aunque ha sido reformada en varias ocasiones, la última en el siglo XX. Es cierto que todavía mantiene el estilo gótico del inicio pero con cambios a nivel exterior e interior.

¿Quién fue San Vito? Fue un mártir del siglo IV y, aunque murió en Italia, la Catedral de Praga le dedicó su nombre en 1989. Además, también se venera a San Wenceslao y San Adalberto, y en su interior está la gran tumba de San Nepomuceno. 

Pero lo más curioso de esta catedral es que, pese a ser un templo de rito católico, el inmueble pertenece al estado.

El Palacio Real

Otro de los edificios que forman parte del complejo llamado Castillo de Praga es el antiguo Palacio Real, sede donde vivieron los reyes de Bohemia a partir del siglo XIV

Ese fue el siglo de construcción y en un estilo gótico tardío que se puede apreciar especialmente en su interior.

Como curiosidad, el palacio está conectado a la catedral por un pequeño pasaje elevado sobre dos arcos. A pesar de que solo hay unos metros de distancia entre ambos edificios, los reyes preferían acceder a la Catedral por este paso.

La Basílica de San Jorge

Precisamente frente al Palacio de Rosenberg se encuentra el edificio religioso más antiguo de Praga. La primera basílica se construyó en el siglo X por orden del Príncipe Vratislav. 

Y ya en el siglo XII, en 1142 y tras un incendio, el templo sufrió una gran reconstrucción en el estilo románico de entonces. Además, su entrada principal (frente a la catedral), también fue modificada siglos después, en este caso en el estilo barroco que mantiene hoy.

En cuanto al interior, se mantiene todavía el estilo románico inicial y se han añadido elementos como la Capilla de Juan Nepomuceno.

El callejón del Oro

Praga en tres días: Callejón del Oro

También se lo denomina el “Callejón dorado” y está en el complejo del Castillo de Praga, justo al este de la basílica. 

¿Por qué es tan famoso? Parece como sacado de un cuento de los Hermanos Grimm debido a sus pequeñas casas de colores del siglo XVI. Se construyeron para los guardias del castillo y han sido reformadas varias veces. 

Aunque dejaron de habitarse en los años 50 del siglo pasado, hoy en día siguen en perfecto estado y algunas cuentan con exposiciones, como el número 22, donde Franz Kafka trabajó en su literatura durante un año.

El Palacio Lobkowicz

En la esquina sureste de la Ciudadela del castillo se encuentra este palacio barroco. Además de contar con unas magníficas vistas de Praga, en este palacio se encuentra una de las entradas al complejo, la cual está custodiada por dos agentes con sus respectivas casetas.

Este palacio tiene un antecedente en dos casas de estilo gótico que, a su vez, se convirtieron en el renacentista Palacio de Pernstejn

Se produjeron algunas reformas más hasta que en 1625 quedó casi destruido por un incendio. En 1627 la familia Lobkowicz se hizo cargo del inmueble y realizó la reforma barroca que conocemos hoy.

Hoy es un museo que expone valiosas pinturas, muebles e instrumentos musicales entre otras cosas. También se celebran conciertos de música clásica y tiene un café en el primer piso con terraza con vistas. 

Además, adherida al palacio se encuentra la “Torre negra”, construida en el siglo XVI y que debe su nombre al color que mantuvo durante años debido al incendio del castillo en 1541.

El Palacio Rosenberg

Adosado al Palacio Real, este palacio toma el nombre de la familia Rosenberg, quien construyó el palacio tras el incendio de 1541. 

Posteriormente pasó a manos del emperador Rudolf II que lo convirtió en una residencia  para mujeres nobles, solteras y con más de 24 años.

En su interior, el principal atractivo son sus estancias de época, con decoración y arquitectura renacentista y barroca. Además, el palacio cuenta con la Capilla de la Asunción y algunas estancias tienen bonitos frescos en el techo.

El Palacio Sternberg

Dejamos la Ciudadela, pero no Malá Strana por que, precisamente al oeste del castillo se encuentra este palacio de finales del siglo XVII, época en la que varios nobles construyeron sus palacios cerca de la entrada principal del castillo.

Además de ser considerada una de las mejores construcciones laicas en estilo barroco, el Palacio de Sternberg es un lugar muy visitado por su importante colección artística, que forma parte de la Galería Nacional. 

En cuanto a las obras, hay que destacar las de Rubens, Rembrandt, Durero, Tiziano y otros artistas europeos. Junto a estos atractivos, también puedes visitar los jardines que rodean al palacio en su ala noroeste.

El Loreto

Nos alejamos un poco más al oeste para destacar este lugar de peregrinación de la congregación mariana. El complejo es un monasterio del siglo XVII que cuenta con una gran iglesia. 

Todo el edificio se construyó a imagen y semejanza de la Casa Santa que hay en la ciudad italiana de Loreto. De ahí su nombre.

De todo el edificio, destaca sobre todo la torre del campanario, que cuenta con un carillón de 27 campanas de Loreto. El monasterio también tiene seis capillas y un gran claustro.

Barrio Novy Svet

Esta calle que conecta la zona oeste de Malá Strana con el castillo da nombre también a un pequeño y tranquilo barrio muy popular y que llaman ”Nuevo mundo”

Las razones de esa fama son sus casas antiguas y pintorescas, algunas con siglos de antigüedad, y sus románticos rincones.

El barrio siempre ha sido un lugar poblado por gente humilde y local, por lo que es un buen sitio para conocer el día a día de los praguenses en tu visita a Praga en 3 días.

Praga en 3 días: Día 3

Funicular Petrin

Al este del barrio de Mala Strana se encuentran los jardines de Pretink, que forman parte del barrio del mismo nombre. 

El espacio verde es el más grande de la ciudad de Praga y se extiende por más de un kilómetro de diámetro de sur a norte. Uno de sus atractivos y para alcanzar su cúspide es el Funicular de Petrin. 

Su origen está en la parada del tranvía de Ü jezd y, durante algo más de 500 metros, se va elevando hasta alcanzar un desnivel con respecto a la base de 130 metros. Al final de su trayecto las vistas son excepcionales. 

El funicular lleva funcionando desde 1891.

Torre de Observación Petrín

Praga en tres días: Torre Petrin

También se encuentra en el Barrio de Petrín y se construyó en 1891 como una pequeña imitación de la Torre Eiffel de París y con motivo de la Exposición cultural de ese año. 

Esta imitación se realizó a escala 1:5. Es decir, la torre es cinco veces menor que el techo de París. Alcanza los 58 metros.

De todas formas, se puede subir casi a la cúspide y, dado que se encuentra en un lugar elevado, las vistas de la ciudad de Praga y su región son muy buenas.

Laberinto de los Espejos

No tendrás que andar mucho para disfrutar de otro atractivo turístico muy divertido en tu visita a Praga en 3 días. Este laberinto también se construyó para la exposición de 1891 y está ubicado en un edificio que parece de cuento por las siete alargadas torres de su techo.

En el interior está el laberinto, compuesto únicamente por madera y espejos. El recorrido no es muy grande y no demora más de 10 minutos atravesarlo. De todas formas es un lugar interesante para los niños.

Monasterio Strahov

Al sur de Loreto, sobre una colina, se levanta este monasterio medieval construido en el siglo XI y famoso en toda Europa por su patrimonio arquitectónico y documental. 

Dentro del complejo se encuentra la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, la cual destaca sobre el resto de edificios por sus dos grandes torres. Al sur de la misma comienza lo que es el monasterio, con grandes patios y salas de gran valor histórico.

La más importante es la Biblioteca de Strahov, repleta de manuscritos, mapas y globos terráqueos acumulados durante siglos. 

De la época es la Sala Teológica, que tiene una sala casi gemela llamada la Sala Filosófica, la cual destaca también por sus frescos. 

Por último, el monasterio también cuenta con un museo pictórico: la Pinacoteca Strahov que, como la biblioteca, acumula obras desde la época gótica.

Teatro Nacional

Dejamos Mala Strana para volver a la orilla oriental del río Moldava a través del puente Most Legi, en estilo neobarroco y flanqueado en el lado oeste por dos torres. 

Una vez superadas, llegarás al Teatro Nacional, construido en 1881 pero que tuvo que volver a reformarse dos años después debido a un incendio.

El inmueble es de gran tamaño y cuenta con un estilo renacentista que se aprecia sobre todo en la fachada central. El interior sorprende todavía más gracias a una decoración exquisita diseñada por los principales arquitectos y artistas checos del siglo XIX. 

Esa decoración y estructura incluye estatuas, cuadros, frescos, grandes lámparas y otros elementos que lo convierten en uno de los mejores teatros del país. 

La sala de representaciones tiene una altura impresionante y el precio de las entradas es bastante asequible.

Cabeza de Kafka

Para los amantes de la literatura, Praga es sinónimo de Franz Kafka, el escritor que pasó sin pena ni gloria por el mundo literario de su tiempo, pero que póstumamente se convirtió en un autor universal. Por eso su figura está muy presente en la ciudad.

Uno de los lugares más impresionantes construido en honor a Kafka es esta construcción metálica de gran tamaño frente al centro comercial Quadrio, en la estación de metro de Národní Trída. 

El monumento tiene 10 metros, fue diseñado por David Cerný y colocado en el año 2014. Como curiosidad, la cara está formada por 42 piezas que se pueden mover libremente para, si se quiere, descomponer el rostro de Kafka.

Casa Danzante

Casa Danzante

Otras de las cosas que, por supuesto, te recomiendo hacer en tu visita a Praga en 3 días es pasear por las orillas del río Moldova. Si lo haces desde el Teatro Nacional en dirección sur, te encontrarás con la Casa Danzante, un proyecto arquitectónico creado por Vlado Milunic y Frank O. Gehry en 1996.

La forma del edificio (dividido en torres) se inspira en la famosa pareja de baile Fred Astaire y Ginger Rogers. ¿Quién es quién lo dejo a tu elección? Además, en la parte alta de la torre más rectilínea hay un magnífico mirador de 360º para disfrutar de las vistas.

Vysehrad

Todavía más al sur de la Casa Danzante se encuentra ese barrio residencial que toma el nombre de la ciudadela amurallada que, de hecho, ocupa gran parte del barrio. 

La primera construcción en la zona fue la del Castillo Chrasten, sólo un siglo más antiguo que el de Praga y en el que vivieron por un tiempo los reyes checos en el siglo XII.

Antes, en el siglo XI, se construyó el Templo Capitular de los Santos Pedro y Pablo y en estilo románico. Este templo sufrió una gran reforma en el siglo XIV, ya en estilo neogótico. Vysehrad también albergó la Basílica Románica de San Lorenzo.

Sin embargo, tras la toma de la zona en 1420 por parte de los husitas, la mayoría de los edificios fueron derribados, incluido el castillo y la basílica románica, de la que todavía quedan algunos restos. 

Sí sobrevivieron la Iglesia neogótica de San Pedro y San Pablo, que puedes visitar y que posee unos frescos en su interior impresionantes; la Rotonda Románica de San Martín que, en realidad es una torre con más de 1000 años de historia; o el Cementerio de Slavin, justo frente a la basílica. 

La zona también posee amplias zonas verdes y algún que otro restaurante donde picar algo.

Si quieres saber más sobre el recinto y su historia vale la pena reservar un free tour por Vysehrad.

Plaza Wenceslao

Plaza Wenceslao

Es el centro comercial más importante de Praga. A simple vista, puede parecer una gran avenida, pero realmente es una inmensa plaza de 50 metros de ancho por cientos de largo.

Además de ser un lugar donde se han celebrado algunos de los eventos más importantes de Praga, también es uno de los sitios donde disfrutar del mejor ocio en la ciudad en todos los sentidos. 

Si buscas buena arquitectura, en el extremo noroccidental, encontrarás la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves. Y si buscas tiendas y restaurantes, este es uno de los mejores lugares donde ir.

Museo Nacional

Para terminar esta pequeña guía para visitar Praga en 3 días, acabo en el extremo suroriental de la Plaza Wenceslao, donde se encuentra el Museo Nacional de Praga. Como otros grandes edificios de Praga, fue inaugurado en el siglo XIX, concretamente en el año 1818.

Es el museo más grande del país, imponente y que además sirve a los mejores investigadores de la República Checa en varias áreas: ciencias naturales, historia, música, y culturas foráneas. 

De hecho, estas disciplinas del conocimiento han creado las secciones de este museo. Los 13.000 documentos y objetos que posee el museo lo han convertido en uno de los mejores catálogos de Europa.

Fotos: Shutterstock

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