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Praga en 1 día: Itinerario completo

Praga en 1 día

¿Tienes la oportunidad de visitar Praga pero solo tienes un día para hacerlo? Pues en este post te propongo un itinerario para visitar Praga en 1 día para que no te pierdas los sitios imprescindibles de esta ciudad tan bonita como interesante a nivel histórico y cultural.

Lo ideal sería poder dedicarle dos o tres días, aún así con un día te dará tiempo a visitar el Castillo, pasearte por las callejuelas de Mala Strana y de la Ciudad Vieja.

Por su gran bagaje histórico y su belleza desbordada, es uno de los destinos favoritos de Europa y no te puedes perder algunos de sus lugares más emblemáticos, como es el caso del Puente de Carlos o el Castillo de Praga, de los que vamos a continuación.

Si quieres tener una experiencia formidable y disfrutar de un día memorable, te recomiendo que tomes nota de estos sitios populares y que empieces a hacer tu recorrido a primera hora de la mañana para que puedas visitarlos todos y obtener un bonito recuerdo.

¿Quieres conocer Praga en 1 día? Es posible, y con el itinerario que te propongo disfrutarás de un recorrido diseñado para que puedas ver lo máximo posible con el poco tiempo del que dispondrás.

Praga en 1 día: Itinerario completo

El Castillo de Praga

Como no podía ser de otra forma, puedes empezar el día visitando el Castillo de Praga. Eso sí, te recomiendo hacerlo en primer lugar para que dispongas de tiempo suficiente para verlo todo con detenimiento.

Es una zona de gran interés cultural y tendrás la oportunidad de visitar su interior para disfrutar de tesoros increíbles como el Palacio Real, la Basílica de San Jorge o la Catedral de San Vito, entre otros lugares.

El Castillo de Praga no deja a nadie indiferente. Es uno de los más grandes del mundo y también uno de los más visitados. Es como si se tratara de una pequeña ciudad que está repleta de rincones maravillosos.

¿Quieres conocerlos más de cerca? Pues no tienes que más que comprar la entrada conjunta que te da acceso a ellos. La entrada al recinto es gratis, permitiéndote pasear por él y admirar los edificios por fuera. Sin embargo, si quieres acceder a ellos debes comprar la entrada.

También puedes aprovecharte de los Free tour para conocer más sobre el Castillo de la mano de un guía en español o reservar un tour por el Castillo con entradas.

La Catedral de San Vito

La Catedral de San Vito es un edificio religioso imponente de arquitectura gótica que cuenta con más de siete siglos de historia. A lo largo de su historia ha acogido entierros, bodas y coronaciones de los reyes y emperadores más importantes.

Algunas de las visitas que no te puedes perder en la Catedral de San Vito son:

  • El Portal Dorado en el que encontrarás un mosaico sobre el Juicio Final de 80 metros cuadrados.
  • La capilla de San Wenceslao con reliquias del santo y la monumental tumba de San Juan Nepomuceno hecha de plata.
  • La preciosa vidriera al más puro estilo Art Noveau.
  • El mirador de la Torre Sur al que se sube por una escalera de caracol.
  • El mausoleo real donde se encuentran los antiguos reyes.

Como consejo decirte que para evitar largas colas de personas impacientes que esperan entrar, intenta madrugar y evita visitarla a media mañana, especialmente si has decidido viajar a Praga en temporada alta.

El Palacio Real

El Palacio Real se edificó sobre los restos de otro palacio de origen románico. Forma parte de la historia antigua de la República Checa al haber sido la residencia de príncipes y reyes.

El palacio ha sido sometido a continuos cambios por orden de los reyes que entraban al trono e iban sucediéndose unos a otros, dando lugar a una mezcla arquitectónica interesante entre estilo gótico y renacentista.

Una de las habitaciones que más sorprenden a los visitantes es el salón de Vladislav de estilo gótico, donde tenían lugar coronaciones, banquetes y los populares enfrentamientos a caballo entre caballeros, las llamadas justas en torneos medievales.

El Callejón del Oro

Callejón del Oro

También hay que hacer mención a esta calle situada en el interior del castillo porque uno de sus residentes más especiales fue Franz Kafka. El literato vivió largo tiempo en una casa de color azul ubicada en esta bonita calle, la número 22, la cual es distinguida rápidamente.

Su nombre se debe a los orfebres que la ocuparon durante el siglo XVII y, si decides visitarlo, verás casitas de colores muy coquetas que en un primer momento sirvieron para hospedar a los guardianes del castillo.

En el siglo XIX, la calle fue ocupada por delincuentes y mendigos, aunque su desalojo tuvo lugar en el siglo XX. 

Hoy en día, las casas se han convertido en pequeñas tiendas en las que se venden diferentes productos típicos de la zona, así como cristal y marionetas, o exhiben pequeñas muestras de la cotidianeidad de antaño.

La basílica de San Jorge

Es la iglesia más antigua que se conserva en el Castillo de Praga. Se fundó por iniciativa del duque de Bohemia, Vratislaus I, en homenaje a San Jorge. Se amplió 50 años después con la abadía de la orden benedictina y en el año 1142 tuvo que ser reconstruida tras un incendio devastador.

Lo que hicieron en aquel momento fue ampliar las naves laterales y levantar varias torres blancas puntiagudas que hoy se conservan. 

Más tarde se incluyó la capilla de Santa Ludmila de estilo gótico, y con el tiempo fueron añadiéndose otros elementos barrocos y renacentistas hasta conformar la apariencia actual.

Su esencia románica ha podido conservarse gracias a los procesos de restauración realizados en los últimos años. El ábside, sin ir más lejos, está decorado con frescos del siglo XII que podrás disfrutar junto a otros cuadros religiosos. 

Además, su interior contiene varias tumbas y reliquias de santos, por no mencionar que actualmente alberga una colección de arte del siglo XIX y que es utilizada como sala de conciertos.

La fachada es barroca y su interior está formado de piedra caliza. En el exterior cuenta con un bajorrelieve que recoge la leyenda de «San Jorge y el dragón», un soldado romano que liberó a todo un reino de una bestia y que murió mártir al no renunciar a su fe cristiana.

El Palacio Lobkowicz

Este palacio también forma parte del complejo del Castillo de Praga, aunque es el único que pertenece a una propiedad privada. Su interior posee una colección de arte perteneciente a la familia Lobkowicz que data desde el siglo XVI al siglo XX.

Estas obras se encuentran distribuidas a lo largo de más de 20 galerías y está considerada como una de las mejores exposiciones del mundo, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que alberga piezas únicas de Rubens o Velázquez, e incluso partituras originales de Beethoven y Mozart.

Si decides hacer una visita a este museo, es conveniente que utilices una audioguía para obtener datos interesantes sobre las obras que podrás ver durante el recorrido. Es gratuita y podrás acceder a su versión en español.

También decirte que en este palacio tienen lugar conciertos de música clásica en directo basados en compositores extraordinarios como Vivaldi, Chopin, Bach, Mozart o Beethoven. 

Si te interesa es posible adquirir una entrada combinada con la que poder disfrutar del museo y de sus conciertos.

El Palacio Rosenberg

En este itinerario tan completo no podía faltar el palacio de Rosenberg, otro de los edificios que forman parte del circuito de Castillo de Praga. 

Se trata de un edificio renacentista que se construyó por iniciativa de la familia Rosenberg en el siglo XVI, aunque en el siglo XVIII se llevó a cabo una reconstrucción que dio lugar al resultado actual del edificio. 

Alberga varias exposiciones, una de las cuales está dotada de gárgolas originales.

En un primer momento se trataba de un edificio dirigido por una abadesa en el que vivían doncellas solteras pertenecientes a la nobleza, todas ellas mayores de 24 años. Estas jóvenes iban abandonando el edificio según contraían matrimonio.

La calle Nerudova

Qué ver en Praga en 1 día

La calle Nerudova es la más bonita de la ciudad al estar dotada de edificios de estilo barroco y de casas pintorescas. El recorrido de esta calle comienza en la plaza de Malostranske y llega hasta la Plaza del Castillo. 

Posee un estilo arquitectónico envidiable al formar parte de lo que fue el Camino Real de Praga y la ornamentación que presentan sus fachadas es espectacular. De hecho, pasear por este lugar significa trasladarse al siglo XVIII.

Se encuentra situada en el barrio de Malá Strana y se trata de una pendiente que se puede bajar desde la parte elevada del castillo. Merece la pena hacer recorrido por esta calle por sus casas burguesas y sus espectaculares palacios

Además, parte de sus edificios conservan emblemas en sus fachadas que representan a las familias y los oficios de las personas que vivían en ellas. Dentro de las casas más destacadas de la zona se encuentran las siguientes:

  • La casa de los Tres Violines que perteneció a la familia Luthiers durante varias generaciones.
  • La casa del Cisne Blanco en cuya fachada existe un curioso ganso dorado.
  • La casa del Diablo que actualmente es un restaurante donde poder descansar del recorrido.
  • En la casa de Dos Soles vivió el poeta Jan Neruda.
  • La casa de los Tres Lirios, cuyas flores se encuentran en la parte superior y que se presta a uno de los cuentos del literato, tal y como sucedió con otras casas.
  • La Langosta Verde con un crustáceo colgado encima de la puerta.
  • La Llave Dorada donde vivían orfebres del castillo que se identificaban a través de este emblema.

Malá Strana

Cuando hayas bajado del Monte Petrín, podrás explorar el barrio de Malá Strana (o Ciudad Pequeña). Se trata de un distrito muy antiguo, cuyas calles están formadas por preciosos edificios que merece la pena contemplar, así como la Plaza de Mala Strana que es el corazón del barrio.

Este barrio es el lugar más encantador de Praga por la antigüedad de sus edificios y las fachadas de colores vivos de algunos de ellos. Este lugar se remonta al siglo VIII, aunque por aquel entonces era un mercado. 

Con el paso del tiempo, multitud de artesanos, muchos de ellos alemanes, decidieron establecerse aquí hasta llegar a convertirse en una ciudad independiente, allá por el siglo XIII.

Posteriormente, tras el conocido incendio que tuvo lugar en 1541, muchos nobles decidieron instalarse en la zona por su proximidad al castillo. 

Por esa razón, aún es posible admirar bastantes palacios de estilo renacentista, aunque el arte que predomina en el barrio es el barroco, de ahí que Malá Strana sea conocida también como «Perla del Barroco».

Actualmente, Malá Strana no tiene muchos residentes porque gran parte de estos edificios se han convertido en hoteles, embajadas y otras instituciones oficiales. 

De esa forma, aunque durante el día está muy transitado principalmente por turistas, el ambiente decae mucho al caer la noche.

La Iglesia de San Nicolás

En Malá Strana se encuentra esta iglesia barroca construida en el siglo XVIII. Se levantó en un terreno donde anteriormente se encontraba una iglesia gótica del siglo XIII, erigida también en honor a San Nicolás. 

En realidad, la construcción comenzó en el siglo XVII por mandato de los jesuitas, aunque las obras no llegaron a completarse del todo hasta un siglo después.

Es un gran ejemplo del llamado barroco praguense y su fachada presenta el escudo del tío del mecenas oficial que no quiso asociar su nombre al edificio por la humildad que le caracterizaba. 

Una vez que estés dentro podrás apreciar un órgano barroco de gran amplitud que fue utilizado por Mozart en el siglo XVIII. De hecho, en esta iglesia interpretó su obra maestra «Misa en Do». 

Además, su interior está colmado de obras de arte, empezando por las pinturas que decoran sus bóvedas y techos, y terminando por las esculturas que visten sus paredes.

El campanario de esencia rococó cuenta con casi 80 metros de altura y se encuentra conectado con una cúpula espectacular. La torre de esta iglesia es muy apreciada por los visitantes. La subida no deja de ser emocionante y, además, cuenta con varias salas que pueden visitarse durante el camino.

Desde aquí es posible contemplar todo el barrio de Malá Strana. De hecho, como curiosidad, decir que fue empleada por fuerzas secretas comunistas para vigilar desde allí a las embajadas de otros países.

El muro de John Lennon

Praga en 1 día: El Muro de Joh Lennon

Otra de las visitas más populares que se encuentran en este barrio es el muro de John Lennon, una pared dedicada al cantante después de haber sido asesinado en 1980. En él existe un retrato de Lennon y parte de las letras de sus canciones.

Cuando los jóvenes escribían sobre el muro las frases legendarias de Lennon, la policía no hacía más que eliminarlas y la juventud Checa no paraba de repetirlas.

Así que no solo se trataba de un tributo al artista, sino que formó parte de un símbolo de libertad que trataba de expresarse contra un régimen conservador y autoritario.

Isla Kampa

Dentro del distrito de Malá Strana se encuentra la Isla Kampa. He querido mencionar este rincón encantador para que disfrutes de un pequeño oasis que destaca por ser romántico y bohemio.

Se encuentra a muy poca distancia del Puente de Carlos y es una isla artificial con algunos molinos de viento antiguos, como el llamado Molino del Gran Prior dotado de un puente que lleva a la plaza del Gran Priorato, que a su vez alberga la sede de los caballeros de la Orden de Malta.

Es un rincón muy tranquilo que podrás disfrutar para hacer un pequeño descanso y comer en alguno de sus restaurantes. 

A pesar de que suele haber poca gente, no sólo podrás visitar sus molinos y el popular Puente del Amor (también conocido como el Puente de los Candados), sino acceder a la calle más estrecha de Praga llamada Vinarna Certovka y disfrutar de la visita del Museo de Franz Kafka.

Este museo está dedicado al que fue uno de los escritores más influyentes del siglo XX. Nació en Praga y sin duda estamos ante el personaje más destacado de República Checa. 

En su interior tendrás acceso a la obra del autor e incluso podrás ver algunos de sus manuscritos originales.

Su ambientación sigue de cerca el estilo kafkiano y lo cierto es que está muy logrado. La idea es que sus visitantes se metan de lleno en el mundo de Kafka para que les sea más fácil entender el interior de su mente.

El Puente de Carlos

Nadie puede marcharse de Praga sin pasear por el popular Puente de Carlos. En la ciudad existen varios puentes que también cruzan el río Moldava, pero ninguno es tan espectacular.

Este en concreto conecta al barrio de Malá Strana con la Ciudad Vieja, así que crúzalo y contempla sus estatuas barrocas del siglo XVIII. Además, apreciarás unas preciosas vistas desde aquí y merece la pena hacer un alto en el camino para poder disfrutarlas bien.

En el pasado lo llamaban Puente de Praga o Puente de Piedra, pero finalmente decidieron ponerle su nombre actual en honor al Rey Carlos IV, responsable de su construcción.

El Puente de Carlos, claro referente de la época medieval, permanece silencioso durante las noches, aunque por el día es transitado por un gran flujo de turistas, que también disfrutan de la actividad incesante de artistas y comerciantes.

La Torre de la Pólvora

Qué ver en Praga en 1 día: La Torre de la Pólvora

Después de recrearte en el Puente de Carlos y antes de visitar la Plaza de la Ciudad Vieja, callejea hasta llegar a la Torre de la Pólvera.

Subir a la Torre de la Pólvora es otra opción más que te hará descubrir Praga en todo su esplendor. Cuenta con 44 metros de altura y las vistas de la Ciudad Vieja desde su mirador son excelentes. 

Esta torre de origen gótico se levantó a principios del siglo XV, convirtiéndose desde entonces en uno de los emblemas más importantes de Praga.

Antiguamente era la puerta de la antigua muralla de la ciudad desde la que se iniciaba el cortejo de las coronaciones de los reyes. De hecho, el recorrido empezaba aquí para finalizar en el Castillo de Praga.

La Plaza de la Ciudad Vieja

Fueron los habitantes del barrio del Castillo los que decidieron expandirse en el siglo XI hasta conformar lo que es la Ciudad Vieja. Es el área más medieval de Praga y está compuesto por casas, plazas e iglesias. Actualmente es la zona más turística de la ciudad, desde donde poder pasear y buscar el perfecto alojamiento.

La Ciudad Vieja de Praga es un lugar precioso donde destaca su plaza principal, un centro adoquinado formado por atracciones históricas que forman parte del pasado como el famoso Reloj Astronómico de origen medieval, el Antiguo Ayuntamiento o las iglesias de Nuestra Señora de Tyn y la de San Nicolás.

Al igual que con el Castillo, esta zona puedes visitarla de la mano de un free tour. Hay horarios de día y de tarde, así que si acabas las visitas de la otra parte del río a una hora razonable seguro que te da tiempo a apuntarte.

La Iglesia de Nuestra Señora de Tyn

La iglesia de Nuestra Señora de Tyn es una de las favoritas de los visitantes. Se encuentra entre las casas que forman parte de la Plaza de la Ciudad Vieja y se caracteriza por sus torres elevadas que no son simétricas.

Aunque no es perceptible a simple vista, la torre derecha es algo mayor, algo bastante curioso, aunque por aquel entonces formaba parte de una cuestión arquitectónica bastante común.

Las torres miden 80 metros de alto y en el interior de la iglesia se encuentra enterrado Tycho Brahe, un astrónomo checo bastante famoso, cuya sepultura de mármol podrás contemplar.

Si finalmente decides hacer una visita a esta iglesia, decirte que está construida en el interior de un patio y que la fachada principal se encuentra cubierta por los edificios de la plaza, por lo que no se encuentra visible desde la misma y tendrás que acercarte hasta ella para apreciarla en detalle.

La entrada es gratuita, aunque se recomienda a los turistas hacer una pequeña donación.

El Reloj Astronómico de Praga

Qué ver en Praga en 1 día: El Reloj Astronómico

El Reloj Astronómico medieval de Praga data del siglo XV y es uno de los principales símbolos de la capital checa. 

Lo construyó el maestro relojero Hanus, aunque durante el siglo XVI, su mecanismo fue perfeccionado a manos de Jan Taborsky. Una antigua leyenda cuenta que para evitar que Hanus volviera a hacer un reloj del mismo calibre, le dejaron ciego.

El reloj se encuentra situado en la pared sur del Ayuntamiento y es una de las atracciones más populares de los turistas. Básicamente se compone de tres partes:

  • El calendario de Josef Mánes con pinturas que representan los meses del año, así como pequeñas esculturas, elementos representativos de los signos del zodiaco y el símbolo del Escudo de Armas.
  • El reloj astronómico propiamente dicho que es la esfera superior, cuya misión es representar las órbitas de la Luna y el Sol.
  • Figuras animadas en forma de 12 apóstoles que desfilan en las ventanas superiores cada vez que el reloj marca una hora. A estas figuras hay que añadir otras adicionales: la Vanidad, la Avaricia, el Turco y la Muerte en forma de esqueleto, que es la encargada de iniciar el desfile. Sin duda, este desfile pintoresco es uno de los principales acontecimientos de los turistas.

La Iglesia de San Nicolás (Plaza Vieja)

Esta iglesia se levantó en honor a San Nicolás y se encuentra en una de las esquinas de la Plaza de la Ciudad Vieja. Se construyó en el siglo XVIII en plena época del barroco y el arquitecto que lo hizo posible fue Kilián Ignác Dientzenhofer.

El edificio se erigió sobre los restos de una antigua iglesia quemada de estilo medieval. Su grandeza es espectacular y es de enorme interés para los visitantes. Su cúpula mide 46 metros y las torres 47, un metro más.

En el interior de la iglesia llaman la atención los frescos del techo que representan escenas del Antiguo Testamento y sobre la vida de dos Santos: San Benedicto y San Nicolás.

El edificio se encuentra abierto al público y se puede visitar su interior para el culto sagrado y para disfrutar de conciertos de música clásica.

El barrio judío

En un itinerario para ver Praga en 1 día hay que sacrificar muchas cosas iimportantes, y el barrio judío probablemente vaya a ser una de ellas a menos que hayas ido a la velocidad del rayo visitando el resto de cosas que te sugiero.

A estas alturas muy probablemente la tarde ya esté bien entrada y ya tengas apenas tiempo de visitar esta parte de la ciudad. 

En función de la hora que sea confórmate con visitar por fuera brevemente lo más importante de este barrio, o visitar el cementerio judío y alguna de las sinagogas más importantes (por rápido que hayas ido en tus visitas no tendrás tiempo de mucho más).

Josefov es el barrio judío de Praga y uno de los rincones más populares de la ciudad. Sus orígenes datan de la Edad Media y contiene sinagogas muy bien conservadas. 

Se sabe que los judíos vivieron en esta ciudad en el siglo X. Desde su llegada comenzaron a construir sinagogas, que hoy en día podemos seguir disfrutando. La más antigua de ellas es la llamada Vieja-Nueva del año 1270.

Además de las sinagogas, en Josefov encontrarás el Antiguo Cementerio Judío. Se construyó en el siglo XV y durante tres siglos se empleó para enterrar únicamente a los judíos. 

Sin ir más lejos, se cree que pueden existir miles y miles de personas enterradas allí. Sin embargo, los cadáveres terminaron siendo apilados unos sobre otros ante la falta de espacio. 

En este sentido, el recuento de lápidas asciende a 12000 lápidas y se cree que existen en ellas 100.000 cuerpos enterrados. Un dato escalofriante que nos lleva a plantearnos la desproporción que existía entre el poco espacio disponible y el necesario.

Es un lugar impactante que no puede faltar en el recorrido de Praga en 1 día, aunque únicamente puedas echar un vistazo desde fuera. Es posible obtener una entrada combinada para visitar el cementerio y gran parte de las sinagogas.

Crucero por el río Moldava

Crucero por el río

El río Moldava es el más largo de la República Checa, mide 430 kilómetros y al final de su recorrido se une al río Elba.

Al cruzar el Puente de Carlos podrás ver un continuo número de barcos que navegan por el río Moldava, muchos de ellos cruceros para turistas. Estos cruceros son una experiencia gratificante que te permitirá apreciar Praga de una forma única y diferente.

Existen diferentes recorridos en barco para que escojas el más adecuado para ti, ya sea un pequeño paseo para contemplar la ciudad o un crucero nocturno o diurno en el que se incluya cena o comida. 

Lo cierto es que muchos visitantes se decantan por el paseo a la luz de la luna para ver Praga iluminada desde el río. Es ideal para parejas al poder disfrutar de una estupenda cena amenizada con música en vivo.

Lo más recomendable es hacer la reserva de los paseos en barco por internet. Algunos de los cruceros más populares son:

El Busto de Kafka

A estas alturas de tu recorrido muy probablemente ya se vaya acabando el día (si visitas Praga en invierno seguro que así será). Es el momento de visitar otra parte de la ciudad paseando y sin necesidad de entrar en ningún atractivo turístico.

Así, otra de las cosas que puedes hacer en este recorrido de Praga en 1 día es visitar la cabeza de Kafka, situado en la Ciudad Nueva, concretamente junto al centro comercial Quadrio.

Se trata de un busto de 39 toneladas de peso, fruto del artista David Černý. Se instaló en este lugar a finales de 2014 y la escultura compuesta por la cara del célebre escritor está dotada de 42 niveles movibles que llegan a alcanzar los 11 metros de altura.

Las diferentes planchas de metal inoxidable, divididas en diversas secciones móviles, van rotando cambiando la cara de Kafka.

La Casa Danzante

Casa Danzante

Después de visitar la cabeza de Kafka, sigue la orilla del río hasta llegar a esta obra constructivista originaria del arquitecto Frank Gehry de origen canadiense. 

Se trata de un edificio que genera mucho contraste en comparación con el resto de la arquitectura de Praga, que básicamente es gótica, barroca y de esencia Art Nouveau.

Está situado al lado del río Moldava, concretamente cruzando el puente Jiráskuv. En realidad se trata de dos edificios entrelazados: una torre de cristal y un edificio de formas curvas.

Esa es la razón por la que al principio se convirtió en fruto de la polémica y no gustó demasiado, aunque finalmente ha terminado siendo un emblema de la ciudad por su originalidad y exotismo.

En un primer momento recibió el nombre de Fred and Ginger al estar inspirada en la figura de dos bailarines, como bien podían ser Fred Astaire y Ginger Rogers. Sin embargo, finalmente se descartó el nombre.

Sea como fuere, se trata de un proyecto irreverente creado a finales de los noventa, que logró el equilibrio perfecto entre lo antiguo y lo moderno. Es una pieza muy particular que se ha posicionado como otro símbolo lejos del legado medieval de la ciudad, esta vez procedente de la nueva era.

La Plaza de Wenceslao

Y ya para finalizar este recorrido para visitar Praga en 1 día, acércate a la Plaza de Wenceslao. Esta plaza está dedicada al patrón de Bohemia, San Wenceslao, y en ella han tenido lugar acontecimientos históricos muy importantes. 

El más destacado hasta la fecha tuvo lugar en 1989, cuando multitud de personas se manifestaron en contra de la brutalidad policial, lo que dio paso a la llamada Revolución del Terciopelo y el fin del comunismo.

Se trata del centro neurálgico del Nove Mesto, más conocida como Ciudad Nueva. En realidad, su forma no es semejante al de una plaza convencional, sino que es alargada, siendo más propia de una avenida.

Está presidida por el Museo Nacional, y en ella encontrarás un buen número de centros comerciales, tiendas, restaurantes, cafeterías, bares, discotecas etc.

Fotos: Shutterstock

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