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Dónde alojarse en Milán: las 8 mejores zonas

Dónde alojarse en Milán

En este post encontrarás una selección de las mejores zonas donde alojarse en Milán. Te explico qué ventajas y qué te ofrece cada zona, y cómo es el alojamiento en cada una de ellas. Te será útil para planificar bien tu visita.

Milán es la segunda ciudad más grande de Italia y la capital económica. De ahí que su skyline esté perfilado con gigantescos y modernos edificios y rascacielos. 

Pero también ostenta el honor de ser “la capital mundial de la moda”, de poseer un casco histórico rebosante de joyas arquitectónicas, que la convierten en uno de los referentes del gótico lombardo, y una gastronomía que rinde homenaje a los sabores mediterráneos más tradicionales.

Por ello, no extraña que sea uno de los principales destinos turísticos de Italia. Si has planificado un viaje a la capital lombarda y buscas información acerca de las zonas más recomendadas para dormir en Milán, toma nota.

En Milán hay todo tipo de alojamientos: hostales y apartamentos con precios discretos, hoteles de categoría media y de lujo. Sin embargo, los precios son elevados, muy a la altura del resto de ciudades italianas, especialmente si hay algún evento importante.

No obstante, las diferencias en el presupuesto son sustanciales en función de la zona de la ciudad en la que se busque.

De este modo, los barrios más caros para alojarse en Milán son el centro histórico, Brera, y Fiera Milan-City Life.

Encontrarás las opciones más baratas en Stazione Centrale, Navigli, Cittâ – Studi y San Siro.

Las mejores zonas donde alojarse en Milán

1. Centro histórico, la mejor zona donde alojarse en Milán para visitar

Centro de Milán

Ocupa el corazón de la ciudad y concentra la mayoría de los atractivos monumentales, presentándose como una excelente zona para dormir en Milán. 

El centro de este histórico barrio es la plaza del Duomo, donde se levanta el monumento más importante de la ciudad: la catedral, también conocida como el Duomo. Es una de las más grandes del mundo al contar con 157 metros de longitud. 

Su fachada, que está cubierta de mármol blanco y rosado procedente de las cuevas de Candoglia, es una maravilla, por cuanto luce distintos estilos arquitectónicos, siendo especialmente destacados el gótico, y elementos lombardos tradicionales.

La cumbre está coronada con varios pináculos, relieves y esculturas, entre las que se encuentran el símbolo de Milán, Madonnina. Si quieres contemplarlas de cerca, sube al mirador que la corona, desde donde además tendrás bonitas vistas de la ciudad.

Su interior está jalonado con gigantescas columnas de mármol tallado, y guarda un clavo de la cruz de Cristo y un bonito altar renacentista. El subsuelo del templo acoge varios yacimientos arqueológicos de la basílica de Santa Tecla, sobre cuyos restos se construyó la catedral.

Junto a la catedral se encuentran las Galerías Vittorio Emanuele, conocidas entre los locales como “el salón de Milán”. Son el paraíso para quienes les encanta comprar, pues acogen numerosas tiendas de las marcas de moda más prestigiosas nacionales e internacionales. 

También cuentan con otros muchos restaurantes y cafeterías, entre las que se encuentra el Caffe Biffi, que es uno de los más vetustos de la capital lombarda.

Pero estas galerías, construidas en el siglo XIX, también constituyen un atractivo desde el punto de vista arquitectónico. Están cubiertas por una enorme cúpula de cristal y acero, que ejerce de elemento de unión entre las plazas Duomo y Scala

Además, están decoradas con magníficos mosaicos, siendo el más popular el del toro. Se ha extendido entre los visitantes la creencia de que si se colocan los pies sobre este y giran tres veces con los ojos cerrados, se cumplirán sus deseos.

Saliendo por el pasillo que cubre la cúpula de acero de las Galerías Victtorio Emanuele, se llega al teatro La Scala. Es uno de los más importantes del mundo. 

Tanto es así que ha acogido el estreno de obras tan célebres como Otello y Nabucco de Verdi, así como conciertos de cantantes importantes como Plácido Domingo o María Callas. 

Si sientes curiosidad por este edificio y quieres saber más detalles, puedes visitar el museo que guarda en su interior. Contiene un completa colección de vestuarios de obras, fotografías y objetos de célebres músicos como Mozart o Verdi.

El centro histórico también concentra una generosa oferta museística. Es el caso del Museo Poldi Pezzoli, que guarda en el Salón Dorado trabajos de artistas relevantes del Renacimiento italiano, como Rafael, Miguel Ángel o Botticelli.

Los tesoros de la colección son La piedad de Botticelli, La Virgen y el niño de Mantega y Ecce Homo de Bellini. Aunque también goza de importancia la armería, pues contiene una colección de armaduras y armas antiguas muy completa.

Por su parte, el museo de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci expone una de las colecciones más relevantes del mundo, entre las que se encuentran muestras tan inéditas como un submarino o la primera locomotora del mundo. 

Aunque la que despierta el interés de los visitantes es la de Leonardo da Vinci, en tanto que muestra sus inventos más originales.

No obstante, el más buscado es la pinacoteca Ambrosiana, que se encuentra en el interior de un palacio. Es el museo más antiguo de la ciudad, pues su fundación data de 1618. 

Las 24 salas que lo componen contienen una extensa colección artística, que incluye trabajos de grandes maestros como Leonardo da Vinci, Botticelli, Caravaggio o Tiziano.

Las más buscadas son el Retrato de un músico de Leonardo da Vinci, Virgen del pabellón de Botticelli y La adoración de los Magos de Tiziano. 

Además, cuenta con una gigantesca biblioteca, que guarda más de 750.000 volúmenes y 35.000 manuscritos como las 1.000 páginas del Codex Atlanticus de Leonardo da Vinci, en el que están reflejados sus inventos.

Por su parte, el museo del Novecento, ubicado en la plaza del Duomo, tiene una colección de más de 400 obras de artistas italianos del siglo XX, siendo especialmente destacadas las salas dedicadas al futurismo y el Hall de Fontana.

Contigua a la plaza del Duomo se encuentra la plaza Mercanti. Durante la Edad Media, fue el centro gubernamental y comercial de Milán. Por este motivo, atesora edificios importantes, que hoy se conservan en excelente estado. 

Es el caso del Palazzo della Ragione, que era el tribunal de justicia, el Palazzo dei Giureconsulti, fue la sede de la Cámara de Comercio, la Loggia degli Osii, que fue la oficina de los jueces y los notarios, y el Palazzo delle Scuole Palatine, que era la Escuela Superior. 

Incluso en el centro de la plaza se conserva un pozo de agua originario del siglo XVI, que se usaba para abastecer a la población de la zona.

En el centro histórico también se encuentran algunos de los templos más importantes de Milán como la basílica de Santa María de la Gracia, que se alza en la plaza homónima. 

Aunque es una maravilla desde el punto de vista arquitectónico por la enorme cúpula poligonal que la cubre y los bonitos claustros que la componen, su valor estriba en el interior al atesorar La última cena de Leonardo Da Vinci.

Este cuadro no solo es una de sus obras maestras, sino también la más inédita por la técnica que empleó, yeso seco en lugar de pintura, y el modo tan original, no exento de controversia, de representar a los personajes.

No muy lejos se encuentra la basílica románica de San Ambrosio, que está consagrada al patrón de Milán. De su fachada, destacan los dos campanarios que la jalonan, el de los canónigos y el de los monjes, cada uno de los cuales presentan diferentes alturas. 

En el interior los espacios más sobresalientes son la cripta de la basílica, que guarda los restos óseos de los santos Ambrosio, Protasio y Gervasio, y el Sarcófago de Stilicho, originario del siglo XIV.

En frente de la iglesia de San Lorenzo, se encuentran las columnas del mismo nombre, uno de los pocos vestigios que quedan del Imperio romano. Para ser exactos, son un conjunto de 16 columnas corintias de mármol. 

No solo crean uno de los espacios más bonitos de la ciudad, sino que forman parte indiscutible de la cultura de los milaneses, por cuanto son un punto de encuentro y reunión. 

En las proximidades se yergue la Porta Ticinese, los restos de la antigua muralla medieval que rodeaba la ciudad durante el siglo XII.

Al casco antiguo lo preside el castillo de Sforzesco, cuyo interior custodia una biblioteca y diez museos, siendo especialmente destacados el de Arte Antiguo, que posee un interesante colección de esculturas medievales y renacentistas, entre las que se encuentran la Piedad Rondanini, el último trabajo de Miguel Ángel. 

También lo es la Pinacoteca del Museo al atesorar más de 1.500 obras creadas entre los siglos XIII y XVIII

Detrás del castillo se extiende el parque más concurrido de Milán, Sempione. En el centro tiene un gigantesco lago artificial rodeado de numerosas zonas verdes, perfectas para disfrutar de actividades en contacto con la naturaleza. 

Aquí también se encuentran el Acquario Civico, que reúne ejemplares de más de cien especies diferentes, y Arena Civica, un anfiteatro que suele acoger competiciones de atletismo y conciertos.

Tal y como he comentado, la mayoría de los atractivos turísticos se concentran en el casco antiguo de la ciudad. Por lo tanto, es la zona más cómoda y mejor comunicada para alojarse en Milán. 

Aquí hay una extensa oferta de hoteles y alojamientos turísticos diseminados por las distintas callejuelas que conforman el barrio. 

Sin embargo, los precios son más elevados que en cualquier otra parte de Milán. De hecho, es la zona más cara y es difícil encontrar una habitación por menos de 100 € la noche.

2. Stazione Centrale-Porta Nuova, zona moderna con alojamiento a buen precio

Las mejores zonas de Milán: Porta Nuova

El distrito Stazione Centrale, que ocupa la parte norte del callejero milanés, gira en torno a la Estación Central

Tiene conexión directa con todos los aeropuertos de Milán, con el centro urbano, pues tiene acceso a todas las opciones de transporte público, especialmente tranvía y metro, y con el resto de ciudades italianas, algunas muy turísticas como Venecia o Roma.

En los alrededores hay una buena oferta de hoteles de distintas categorías, cuyos precios son más económicos que en otros barrios de la capital lombarda. Así que si quieres estar bien comunicado y no pagar mucho, este es uno de los distritos de referencia para alojarse en Milán.

Sin embargo, la Estación Central constituye un atractivo en sí mismo. La razón estriba en que es una de las más antiguas de Europa y una de las más imponentes, pues su fachada mide más de 200 metros. 

Además, luce un diseño que trae a la mente la Union Station de Washington al combinar elementos art déco y art nouveau. El interior, en especial el hall, está cubierto con techos abovedados y bonitos paneles de azulejos en los que se representan las ciudades italianas.

Este barrio no atesora construcciones históricas como el centro de la ciudad, pero tiene alguna moderna muy interesante como el rascacielos Pirelli, conocido popularmente como el “Pirellone”.

Fue el primer rascacielos de la ciudad y, hasta hace poco, el más alto de la Unión Europea con 127 metros de altura. Da cabida a la sede del Ayuntamiento, la Sala del Consejo y las oficinas de Lombardía. La última planta tiene un mirador, que regala privilegiadas vistas de la ciudad.

El distrito queda muy cerca de Corso Como, una de las calles más concurridas del callejero milanés. 

Está repleta de tiendas de moda internacional e italiana, que conviven con un sinfín de bares y cafeterías, los cuales constituyen una dirección de referencia para disfrutar del típico apertitivi italiano.

Anejo a este se encuentra el distrito de Porta Nuova, que es la zona de negocios de Milán y la más moderna. Está repleta de edificios de nueva construcción y rascacielos, que conviven con algunos antiguos, como los palacios Parigi y Dugnani, dándole un aire de lo más genuino al barrio.

El corazón de Porta Nuova es la plaza Gae Aulenti. Se trata de un espacio de reciente creación fruto de la puesta en marcha de un proyecto de rehabilitación de los distritos de Isola, Garibaldi y Varesine. 

La componen varios edificios y rascacielos, siendo el más emblemático Unicredit Tower, que es el rascacielos más alto de Milán con una altura de 231 metros.

Los dos restantes edificios están ocupados por un gigantesco y vistoso bosque vertical. Está compuesto por 2.000 especies de plantas, que acercan la naturaleza al corazón de la ciudad.

Como atractivo extra, la plaza da acceso al Corso Como a través de una pasarela. 

Además, queda relativamente cerca del Cuadrilátero de Oro, así llamado por su forma triangular fruto de la disposición de las vías Corso Venecia, Spiga, Montenapoleone y Alessandro Manzoni. 

Concentra más de 500 tiendas de moda, entre las que se encuentran firmas prestigiosas como Armani, Dolce & Gabbana o Valentino. 

Junto a estas, abren sus puertas elegantes cafés y restaurantes y un buen número de hoteles lujosos, que son una de las opciones más demandadas para dormir en Milán por los viajeros que buscan alojamientos exclusivos sin importar el presupuesto.

Porta Nuova tiene espacios verdes para disfrutar de actividades en contacto con la naturaleza como los Jardines Públicos, que son los segundos más grandes de Milán. 

Además de gran variedad de plantas y árboles y zonas de juegos infantiles, atesora algunas construcciones interesantes como el palacio Dugnani y el museo de Historia Natural, que expone interesantes colecciones sobre zoología y mineralogía.

3. Brera, donde alojarse en Milán en una zona exclusiva y con ambiente

Brera

Este barrio se encuentra dentro del casco histórico de Milán, a diez minutos a pie. Es conocido como la “Bohemia de lujo”, ya que concentra un buen número de restaurantes caros, galerías de arte, tiendas de artesanías, ateliers y boutiques de lo más exclusivas.

También conserva un extenso catálogo de edificios del siglo XVIII, que le imprimen monumentalidad, y algunos de los atractivos turísticos más buscados como es el caso de la Pinacoteca de Brera

Puede vanagloriarse de ser una de las más valiosas del mundo al reunir las obras más relevantes de importantes artistas desde los siglos XIII al XX como El hallazgo del cuerpo de San Marcos de Tintoretto, Boda de la Virgen de Rafael o Lamentación sobre Cristo Muerto de Mantegna.

Pero este lujoso barrio, cuyo epicentro es la Piazzetta di Brera, que da cabida a la Academia de Bellas Artes, también acoge el Piccolo de Milano, uno de los teatros más importantes de la ciudad. 

Conviven con valiosas iglesias como Santa María Carmine, cuyo interior guarda un llamativo presbiterio barroco, San Marco, que destaca por el eclecticismo de su portada al combinar elementos góticos y barrocos, y San Simpliciano, que fue una de las primeras iglesias que se construyeron en Milán.

Aquí, en el interior del palacio de Brera, también se encuentra el jardín botánico. Destaca por la prolífica colección de plantas y árboles que tiene, entre los que se encuentran algunos ejemplares valiosos como el Ginkgo biloba que es uno de los más vetustos del continente europeo

Dicho palacio también acoge el observatorio astronómico, donde el astrónomo Giovanni Schiaparelli vio por primera vez los canales de Marte.

El barrio también está salpicado de un buen número de típicos cafés milaneses, que son un reclamo para viajeros y locales a la hora de disfrutar del tradicional aperitivi.

Brera es uno de los barrios más evocadores y exclusivos de Milán, que además rebosa historia y cultura. Dispone de todos los servicios y atractivos que busca un viajero. Además, su ubicación es muy buena al estar a unos pasos del corazón del centro histórico. 

Por ello, es una excelente opción a la hora alojarse en Milán para quienes busquen zonas céntricas y con identidad. A diferencia del centro, es un poco más económica, pero sigue siendo cara.

4. Navigli, donde dormir en Milán en una zona animada de noche

Navigli

Situado al sur del casco antiguo, a unos quince minutos a pie del centro, es uno de los barrios con más encanto que puedes encontrar para dormir en Milán. El que le dan los canales que lo atraviesan, que le han valido el calificativo de la “Venecia de Milán”

Se construyeron durante el siglo XII para que las embarcaciones pudieran acceder más fácilmente a la ciudad. Además, en el proyecto participaron importantes ingenieros, siendo especialmente destacada la aportación de Leonardo da Vinci.

Lamentablemente, de toda la extensa red de canales que se construyeron, hoy solo se conservan dos: Naviglio Grande y Naviglio Pavesse

Sus márgenes están repletos de restaurantes y bares con terrazas panorámicas y tiendas, que lo convierten en una de las zonas con más animación de Milán y en uno de los epicentros de la fiesta, especialmente a partir de las siete de la tarde.

Además de los canales, este barrio conserva construcciones importantes como la iglesia de San Cristóforo. Aunque en realidad, son dos iglesias juntas, que combinan gótico y románico. 

También atesora lugares significativos como el Callejón de las Lavanderas, que era el lugar donde las mujeres de clases humildes acudían a lavar la ropa en los lavaderos, los cuales se conservan.

Navigli también es popular por sus mercadillos vintage, siendo especialmente destacado el de antigüedades, que abre sus puertas en Naviglio Grande el último domingo de cada mes. 

En sus más de 400 puestos puedes encontrar todo lo inimaginable a precios excelentes. A este se suma la Feria Sinigaglia, un mercado de pulgas que abre todos los sábados. En él puedes comprar desde artesanías y productos gastronómicos típicos de Milán hasta ropa.

El número de alojamientos es menor que en otros barrios, concentrándose principalmente al norte de los canales, en la zona de Carrobio

Son un poco más baratos que en el centro, por lo que se perfilan como una opción interesante para alojarse en Milán desde el punto de vista económico; también turístico si buscas zonas con personalidad y disfrutar del auténtico ambiente milanés.

5. Città Studi, donde alojarse en Milán barato

Città Studi

Este barrio, que se encuentra en el noroeste del callejero milanés, acoge los edificios que conforman la Universidad Politécnica de Milán, por lo que tiene un ambiente muy animado y estudiantil. 

También acoge la sede de otras instituciones importantes como el Instituto Nacional para el Estudio y Tratamiento de Tumores y el Instituto Nacional de Neurología Carlo Besta.

Desde el punto de vista turístico, no va sobrado de atractivos monumentales. Sin embargo, está próximo a la Estación Central y el Corso Como, una de las arterias comerciales más importantes de la ciudad.

Además, cuenta con una excelente oferta de cafeterías y restaurantes, ideales para disfrutar de los sabores locales, y tiendas.

Como está un poco más alejado del centro de Milán, podrás evitar el ajetreo y disfrutar de tranquilidad. Además, los precios de los hoteles son los más baratos que encontrarás a la hora de dormir en Milán.

6. Porta Vittoria, una zona de Milán tranquila cercana al centro

Dónde dormir en Milán: Porta Vittoria

Este barrio, que se encuentra al sudeste del centro, junto a Città Studi, era la puerta de entrada oriental de la muralla, de la que hoy no queda ningún vestigio. 

Es uno de los más elegantes, por cuanto conserva un extenso catálogo de edificios de postguerra y art nouveau. Se alternan con un sinfín de tiendas, especialmente de artesanía y souvenires, que se concentran principalmente en el Corso de Vittoria, la principal arteria comercial del barrio.

El corazón de Porta Vittoria es la plaza Cinque Giornate, presidida por el obelisco de Grandi, que celebra la unificación italiana. 

No muy lejos, hay museos interesantes, especialmente para los viajeros más inquietos, como WOW Spazio Fumetto. Está consagrado al mundo del noveno arte, es decir, del cómic, la animación y la ilustración. 

Por su parte, la Fundación Prada, que se encuentra entre lujosos edificios de estilo milanés, acoge una rica colección de obras contemporáneas de los siglos XIX y XX de artistas italianos e internacionales significativos como Pino Pascalli o Walter de Maria.

Al barrio tampoco le faltan los atractivos monumentales, siendo especialmente destacada la iglesia Santa María de Miracoli, que destaca por su monumental fachada. 

Su interior custodia numerosos frescos y obras artísticas de gran valor, especialmente del barroco y el renacimiento milanés como El bautismo de Jesús de Gaudenzio Ferrari y Giovan Battista della Cerva.

Junto a esta se yergue la iglesia de San Celso, que destaca por su campanario del siglo XI y la portada románica con motivos animales que preside su fachada.

No muy lejos, se encuentra uno de los rincones más singulares de Milán, el jardín de Rotonda della Besana

Este espacio está formado por un conjunto de edificios del barroco tardío, cuya disposición crean un pórtico heptagonal, decorado con columnas, los cuales encierran un precioso jardín y la iglesia de San Miguel de los Sepulcros.

Como atractivo extra, está próximo al barrio de Porta Romana, que es uno de los más modernos y animados de Milán al concentrar un sinfín de restaurantes y bares.

En definitiva, Porta Vittoria es uno de los lugares más elegantes y tranquilos para alojarse en Milán. La oferta hotelera es bastante generosa y los precios muy dispares. No obstante, si reservas con antelación, puedes conseguir un alojamiento económico.

7. San Siro, para los amantes del fútbol

Dónde alojarse en Milán: San Siro

Ubicado en la parte oeste de la ciudad, a unos cinco kilómetros del centro, es la ciudad deportiva de Milán, ya que alberga las sedes deportivas más importantes. Es el caso de San Siro o la Scala del Calcio, cuyo nombre oficial es Giuseppe Meazza

Este estadio de fútbol es la casa de los grandes rivales locales, A.C. Milán y el Inter de Milán, y ostenta el honor de ser el más grande de Italia. 

Tanto es así que su terreno de juego se ha convertido numerosas veces en escenario de conciertos de artistas de la talla Bruce Springsteen, Madonna o The Rolling Stones.

Las visitas están abiertas a los aficionados y curiosos e incluyen un tour por prácticamente todas sus partes como los vestuarios, las gradas o la sala de prensa. 

También tiene un museo en el que se exhiben los trofeos ganados y algunas camisetas y material gráfico de jugadores importantes de ambos equipos.

Aquí también se encuentra el Palacio de los Deportes, las piscinas Lido de Milano, el hipódromo, que es el más importante de la capital lombarda, que se alteran con varias zonas verdes, ideales para disfrutar de actividades en contacto con la naturaleza.

San Siro es el barrio más deportivo del callejero milanés, presentándose una buena opción para alojarse en Milán para los viajeros que tengan pensado combinar la visita a los atractivos turísticos milaneses con la práctica de deportes o tengan la intención de ver un partido de fútbol. 

Los precios de los alojamientos son muy compatibles con todos los presupuestos, si bien es cierto que durante la celebración de acontecimientos deportivos importantes se incrementan. Por ello, hay que ser previsor a la hora de reservar.

8. Fiera Milano-City Life, zona céntrica, moderna, y elegante

Fiera Milano - City Life

Fiera de Milán está al noroeste de la ciudad, contiguo al barrio de San Siro. Toma su nombre del edificio que acoge la Feria de Milán, que ostenta el honor de ser la más importante de Europa. 

Está compuesto por dos complejos: Fiera Milano City y Fiera Milano Rho. Da cabida a ferias tan importantes como el Salone del Mobile o la Milano Desing Week.

Por su parte, City Life se ubica en el centro de Fiera. Se trata de complejo residencial de reciente creación surgido tras el traslado del edificio de la Feria de Milán al lugar que actualmente ocupa.

Está presidido por la plaza delle Tre Torri, en la que se levantan tres modernas torres de edificios: Isozaki, Hadid y Libeskind, que destacan por su inusitada arquitectura en la que las formas sinuosas toman el protagonismo. 

Conviven con otros siete modernos edificios de viviendas, una extensa zona peatonal, un enorme parque y un gigantesco centro comercial.

Alojarse en esta zona de Milán es hacerlo en una de las zonas más modernas y exclusivas de su callejero

Los alojamientos no son tan abundantes como en el centro y tienen precios un poco más elevados, especialmente cuando hay algún evento. La anticipación a la hora de reservar será tu gran aliada si quieres ahorrar.

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