Anclada en su larga historia marinera, A Coruña cautiva a las personas que la visitan, con su patrimonio cultural y natural, su gastronomía y las muchas actividades que ofrece. Y para que disfrutes de su visita al 100%, aquí te propongo una lista con algunos de los mejores planes que hacer en A Coruña.
Qué hacer en A Coruña: los mejores planes
1. Aprovechar un free tour por A Coruña
Para conocer la capital gallega de un vistazo y antes de entrar más a fondo en sus múltiples atractivos, bien vale la pena aprovechar las ventajas de este free tour .
Ponlo en tu lista de cosas que hacer en A Coruña. Es gratis (solo tienes que aportar una propina voluntaria para el guía si te sientes satisfecho con su trabajo) y seguro que lo disfrutas.
El tour comienza en la céntrica plaza del Obelisco y se emprende un recorrido de dos horas que pasa por los famosos Cantones, donde se encuentran esculturas de personajes famosos como John Lennon.
Pasando por hermosos edificios, como el kiosco Alfonso o el Teatro Colón, se llega al puerto, admirando en la Avenida de la Marina los edificios de grandes ventanales que han hecho que A Coruña sea conocida como “ciudad de cristal”.
Tras callejear por la ciudad vieja se llega a la Plaza de María Pita, dedicada a esta heroína local. Ya en plena Coruña medieval se puede admirar la fachada de la iglesia de Santiago.
El tour continúa paseando después por los Jardines de San Carlos, importantes durante la Guerra de Independencia y pasando a conocer la tumba del General Moore.
Por la céntrica calle Real, vía comercial por excelencia, se alcanza el Mercado de San Agustín, donde se amontonan multitud de productos frescos de la ría. Se finaliza este interesante tour en la plaza del Humor, dedicada al mundo del cómic.
2. Admirar la característica silueta de la Torre de Hércules
La torre de Hércules es el principal símbolo de la ciudad, una construcción de origen romano, del siglo I d.C y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2009
Es el faro más antiguo del mundo en funcionamiento. Según la leyenda, el mismo Hércules llegó a la costa coruñesa y allí enterró la cabeza del gigante Gerión.
Este único faro de origen romano en pie en el mundo mide 55 metros de altura y ha pasado por muchas reformas en su historia. El aspecto exterior que hoy vemos es más bien fruto de una remodelación en estilo neoclásico siglo XVIII.
Su situación es estratégica, sobre una colina en lo que en tiempos de los romanos se consideraba que era el “final de la tierra” y constituye un lugar mágico, con unas vistas espectaculares. Sobre todo si se ascienden sus 234 escalones para divisar el mar desde lo más alto.
En su interior, es un museo con una colección de esculturas romanas y varias obras de arte moderno.
En el entorno de la Torre de Hércules se despliega un parque verde de 47 hectáreas donde se exponen más de 15 esculturas de artistas del siglo XX. Es un museo al aire libre con esculturas simbólicas de la mitología y las leyendas que rodean la torre herculina.
3. Recorrer el litoral por el paseo marítimo, un imprescindible que hacer en A Coruña
La ciudad de A Coruña tiene un precioso paseo marítimo que discurre a lo largo de todo su litoral, casi 14 kilómetros de recorrido bordeando el mar. Es uno de los más largos de Europa.
En la zona más occidental de la península en que se asienta la ciudad, el paseo comienza a la altura del Castillo de San Antón, junto al puerto. El paseo transcurre por playas y acantilados, ofreciendo siempre impresionantes vistas del Atlántico.
Pasa por lugares como las playas de Riazor y de Orzán, dos grandes espacios de arena fina de color muy claro, bañada por aguas transparentes.
También pasa junto a lugares tan emblemáticos como la Torre de Hércules y su parque escultórico o el estadio de fútbol de Riazor y llega al pie del ascensor por el que se asciende a la cima del Monte de San Pedro.
En el paseo llaman mucho la atención sus llamativas farolas de inspiración modernista, famosas por su intenso color rojo. Presentan cuatro esmaltes diferentes, que hacen referencia a distintos momentos históricos de la ciudad, según la zona en que se hallan ubicadas.
En muchos tramos el paseo ofrece la posibilidad de recorrerlo en bicicleta, por carriles bici habilitados.
4. Pasear por las callejuelas de la Ciudad Vieja
Recorrer el casco antiguo es algo imprescindible que hacer en A Coruña, para conocer sus calles con encanto y siglos de historia, que invitan a pasear y tapear.
En este entorno nostálgico de edificios bajos de piedra el mejor plan es perderse por sus callejuelas, sin mirar demasiado la dirección y parando para disfrutar de la gastronomía de los muchos bares y restaurantes.
Sin duda, esta es la zona más viva de la ciudad, que ha sabido combinar el comercio y la hostelería tradicional con locales de otros tipos.
Un buen punto de comienzo es la enorme plaza de María Pita, uno de los lugares más emblemáticos y verdadero centro neurálgico de A Coruña.
También es emblemática la calle Real, en la zona más animada y comercial del casco antiguo.
El centro histórico está lleno de vida, con tiendas y todo lo que se pueda necesitar. Además, está repleto de monumentos que visitar.
Entre algunos de los monumentos a visitar destaca la iglesia de San Jorge, con su bonita fachada y la Colegiata de Santa María del Campo. Entre otros monumentos, la iglesia románica de Santiago, la más antigua de A Coruña, con su característica talla del apóstol a caballo.
5. Participar en las actividades de los museos interactivos de ciencia
En A Coruña hay varios museos dedicados a la temática científica. Una iniciativa del Concello de A Coruña comprende tres museos interactivos de ciencia.
La Casa das ciencias se encuentra en el parque de Santa Margarita. Abierto en 1985, cuenta con tres plantas de exposiciones y un planetario. En la planta baja destaca un péndulo de Foucault.
Organizan también conferencias, talleres y exposiciones sobre diversos temas relacionados con ciencia y tecnología.
La Domus, antes conocida como la Casa del Hombre, destaca por su llamativo aspecto exterior, con forma de vela, diseñado por Arata Isozaki. Ubicado en pleno paseo marítimo, es un museo interactivo dedicado en exclusiva al ser humano.
Cuenta con exposiciones sobre genética, evolución, sentidos o sistema motor. También tiene un salón de proyecciones con pantalla de 80 m2.
El Aquarium Finisterrae, también conocido como Casa de los Peces, es el acuario de la ciudad, con más de 300 especies marinas. Localizado en el paseo marítimo, es un centro interactivo de divulgación científica de la biología marina, la oceanografía y el mar.
Dispone de varias salas, destacando la Sala Nautilus, ambientada al estilo del capitán Nemo de Julio Verne, con una gran piscina de 4,4 millones de litros.
6. Toma algo en las terrazas de la imponente plaza de María Pita, un gran plan que hacer en A Coruña
En pleno corazón del centro histórico y como punto neurálgico de A Coruña se encuentra esta gigantesca plaza peatonal de 10.000 m2, verdadero lugar de encuentro y visita obligada para turistas.
A un lado de la plaza se encuentra el ayuntamiento de la ciudad, un edificio modernista de principios del siglo XX, enorme, majestuoso y con un aire muy elegante.
En el centro, preside la plaza la estatua de María Pita, en honor de la muy querida heroína que se muestra con una lanza en la mano derecha.
María Pita animó a los ciudadanos a la resistencia contra los invasores ingleses durante el asedio de las tropas de Francis Drake en su expedición contra la ciudad gallega en el siglo XVI.
En los alrededores de la plaza de María Pita se distribuyen edificios con portales con toques clásicos de la arquitectura gallega y las típicas galerías blancas en sus fachadas.
Además, se pueden encontrar numerosos locales especializados en gastronomía local y muchas terrazas en las que tomar algo disfrutando del ambiente.
La plaza es testigo de las principales festividades de la ciudad gallega, con numerosas actividades y conciertos y decoración muy vistosa durante las Navidades.
7. Ver la fortaleza del Castillo de San Antón
El castillo de San Antón es otra de las joyas monumentales de A Coruña. Fue construido en el siglo XVI, a orillas del mar y a escasa distancia del centro histórico. Está ubicado en una pequeña isla del inicio del paseo marítimo, hacia el oeste de la ciudad.
Esta fortaleza formaba parte de una serie de fortines que ayudaban a la defensa de la ciudad de los ataques ingleses, una parte más del entramado defensivo, junto al castillo de Santa Cruz y el de San Diego.
Su construcción fue encargada por Felipe II, pero adquirió su configuración actual entre los siglos XVI a XVIII y tuvo un papel fundamental en la expulsión de la Armada Invencible en el siglo XVI.
Durante determinada época sirvió también como prisión e incluso alojó un centro de cuarentena para aislar a los marineros que llegaban a puerto afectados de enfermedades infecciosas.
Desde 1968, el castillo alberga el Museo arqueológico e histórico de A Coruña, todo un viaje al pasado y la historia local.
Tiene exposiciones en tres plantas, con una colección de interesantes restos arqueológicos de diferentes épocas y objetos relacionados con la historia de la ciudad.
8. Bañarse en la famosa playa de Riazor
Disfrutar de un relajante día de playa es otra de las muchas actividades que hacer en A Coruña.
Las dos playas urbanas más famosas son las de Riazor, extenso arenal de aguas de color turquesa distinguida con la Bandera Azul, y la contigua playa de Orzán, consideradas ambas entre las más bonitas de España.
Son las más céntricas y concurridas, con más de un kilómetro de longitud, caracterizadas por su forma de concha y recorridas por un tramo muy hermoso del paseo marítimo.
Ambas playas están separadas por la llamada coraza del Orzán, restos de una antigua fortaleza desde donde se puede disfrutar de preciosas panorámicas de la bahía coruñesa de Orzán.
Al tener una exposición muy abierta al mar son perfectas para amantes del surf y deportes acuáticos. Por esa misma circunstancia, durante el invierno se crea una duna de arena para que las olas no lleguen hasta el paseo y la carretera.
En primera línea de playa podemos ver el estadio de Riazor, donde juega el Dépor, equipo local de A Coruña. Una playa más pequeña, pero bastante visitada es la cala del Matadero, refugiada del viento y las corrientes marinas por su posición entre las rocas.
9. Divisar las mejores panorámicas desde el mirador del Monte de San Pedro
En el Monte de San Pedro, situado en el extremo oriental de la playa de Riazor, se encuentra el mejor mirador de A Coruña.
Por su posición, a unos 150 metros sobre el nivel del mar, permite disfrutar de la panorámica más completa de la ciudad y los alrededores, con la inmensidad del océano, llegando incluso a las islas Sisargas.
Al atardecer se puede disfrutar de una de las puestas de sol más bonitas de toda Galicia.
Se puede ascender andando, aunque el camino es bastante largo, de unos 4 kilómetros desde la plaza de María Pita, o en coche. También se puede ascender desde un ascensor panorámico exterior de cremallera con forma de bola de cristal.
La privilegiada ubicación del monte sirvió para la vigilancia y defensa de la ciudad. Los restos de dos cañones de gran calibre son testigos de esa función. Se pueden recorrer las antiguas garitas de vigilancia, las baterías excavadas en la roca y otros elementos.
También se puede visitar la Cúpula Atlántica, un mirador cubierto de 360º, construido en un antiguo depósito de agua. Además, hay zonas verdes y un divertido laberinto, así como cafetería y restaurante con terraza.
10. Saberlo todo sobre la cerveza en el museo Mundo Estrella Galicia (MEGA)
Inaugurado en 2019 por esta marca gallega, en realidad no es un museo, sino todo un universo dedicado a la cerveza, donde se puede visitar la fábrica, hacer catas y disfrutar de actividades en un auténtico mundo inmersivo y sensorial.
Es uno de los espacios más sorprendentes que hay en A Coruña actualmente, un lugar de peregrinación para amantes de la cerveza, divertido y didáctico.
Prácticamente, todo lo que hay en el MEGA es interactivo, en más de 2.500 m2 dedicado a mostrar los diferentes procesos relacionados con la cerveza, la historia de la misma y las materias primas que la conforman, desde la prehistoria hasta la actualidad.
Es un recorrido por cuatro plantas repasando las materias primas y los procesos de elaboración, pasando por el silo, la sala de calderas o un campo de cebada.
También se puede montar en una moto de GP y observar curiosos hologramas de maestros cerveceros.
En la tercera planta se recrea una verdadera cervecería en la que se puede practicar tirando cañas y disfrutar de distintas propuestas gastronómicas.
MEGA dispone, además, de una completa agenda de eventos en los que se ofrece una experiencia diversa en actos culturales, musicales y gastronómicos. Puedes acceder al museo por libre comprando la entrada a través de su página oficial .
También puedes acceder al museo mediante esta actividad con guía especializado y degustaciones reservando aquí
11. Descansar en los hermosos Jardines de Méndez Núñez
Estos jardines, originarios de mediados del siglo XIX, son los más antiguos de la ciudad. Situados muy cerca del puerto y de la plaza María Pita, constituyen una de las zonas verdes más importantes de A Coruña.
Al tiempo, es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y punto de encuentro para los coruñeses. Tienen un encanto especial, con sus palmeras y dispone de terrazas y lugares donde tomar algo.
Es un parque muy cuidado, con una belleza natural que se ve enriquecida con adornos florales y una serie de esculturas que representan a personajes ilustres de la ciudad, como la escritora Emilia Pardo Bazán y otras figuras muy diversas, como la de John Lennon.
En la plaza central del parque cuenta con un kiosco de principios del siglo XX. Es un edificio de estilo modernista que alberga diversas exposiciones.
Por las inmediaciones de los jardines de Méndez Núñez se pueden visitar otros edificios emblemáticos como el Casino, el Teatro Colón o la casa museo del pintor Picasso, que muestra la huella de los años en los que estuvo viviendo en A Coruña.
Además, en los jardines se celebran periódicamente diversas ferias de artesanía, de libros y gastronómicas, entre otras.
12. Vivir el ambiente del mercado de la Plaza San Agustín o Plaza de Lugo
Este mercado tradicional de abastos, también conocido como Mercado de Eusebio da Guarda, fue inaugurado en abril de 1910, en un edificio de hierro forjado, mármoles y mosaicos, diseñado y realizado por el arquitecto Pedro Mariño.
El mercado se amplió en 1958 y acabaría por ser derrumbado completamente para construir uno más moderno, inaugurado en 2006. Sin duda, es el mercado urbano con más movimiento, ritmo y vida.
Es especialmente reconocido por la venta de pescados y mariscos frescos recién capturados en la ría. Eso le convierte en el mercado de estas características más famoso de España, donde variedad y calidad son protagonistas.
Esto impresiona a los turistas que entran en el mercado y ven la enorme cantidad de productos, aunque sea algo que los gallegos ven como normal y rutinario.
En sus dos plantas no solo cuenta con esta gran oferta de pescado y marisco, sino que ofrece buena variedad de carnes gallegas de calidad, así como frutas, verduras, flores y especias.
La trascendencia del mercado es tal que la plaza de Lugo se ha revalorizado de forma que las marcas más importantes se han instalado aquí, convirtiéndose en la actual “milla de oro” de A Coruña.
13. Seguir la ruta de la Costa da morte entre los mejores planes que hacer en A Coruña
A Coruña puede ser el punto de partida de la ruta por la Costa da morte, viajando por uno de los parajes más remotos de España. Se encuentra en el noroeste gallego, recorriendo sus playas y pueblos, hasta llegar a Finisterre, donde, en un tiempo se pensaba que acababa el mundo.
Este es uno de los tramos más salvajes del litoral gallego, extendiéndose por docenas de kilómetros. Es un paisaje inconfundible de gran belleza paisajística e interés cultural.
En su camino nos permite encontrar playas desiertas de arena blanca, ensenadas y acantilados de vértigo, miradores con vistas asombrosas y faros en lugares insólitos.
La ruta alberga preciosos pueblos pesqueros o impresionantes cabos que se internan en un océano de aguas agitadas, como Finisterre, Touriñán o Vilán.
Frente a estas costas navega buena parte del tráfico marítimo del Atlántico Norte. La línea de costa es muy recortada y las tormentas y temporales son muy habituales, sobre todo en invierno. Por eso, siempre ha sido escenario de multitud de naufragios.
La forma de vida de los habitantes de esta costa está muy ligada al mar. Una de sus imágenes más representativas es la del trabajo del percebeiro, saltando de roca en roca para hacer su cosecha.
14. Desplazarse al puerto de A Coruña
En una ciudad de tan larga tradición pesquera, el puerto es uno de los lugares más característicos. Sin duda, un lugar muy interesante por cuanto significa en todos los aspectos para A Coruña, aunque no se tiene acceso libre en su totalidad.
En la zona visitable se pueden ver los amarres de los barcos que salen a faenar. Hay otra ocasión de visita cuando llegan los buques escuela, durante el verano, que amarran para que los ciudadanos puedan visitarlos.
En las inmediaciones del puerto, en la Avenida de la Marina, se pueden conocer una de las estampas más icónicas de la ciudad gallega, en los edificios blancos con sus preciosas fachadas compuestas por galerías de grandes cristaleras.
Aunque estos edificios del XIX con balcones de madera y grandes ventanales no son únicos, ya que existen en otras localidades gallegas, sí que son los más característicos.
Por estas famosas galerías, hechas así para dejar pasar la luz y protegerse de los numerosos días lluviosos, es conocida A Coruña como la “ciudad de cristal”.
Además, en el paseo marítimo nos encontramos con el Casino, con sus preciosas decoraciones y en el parque de la Marina disponemos de una bonita zona para pasear.
15. Disfrutar de la excelente gastronomía coruñesa
Sin duda, una de las mejores cosas que hacer en A Coruña es comer, porque es todo un placer. Evidentemente, los mayores protagonistas son los productos de la costa atlántica, capturados a diario.
El marisco autóctono es de merecida fama. Tiene un auténtico sello de identidad de la Costa da morte.
No se debe dejar de comer una mariscada en A Coruña y son muchos los establecimientos que la ofrecen. Es un plato en el que conviven ricos y variados mariscos. Por supuesto, también son de calidad y muy frescos los pescados.
Un típico y rico plato gallego de tradición marinera es la calderaida de pescado, guiso que admite casi cualquier tipo de pescado, acompañado de ingredientes como cebolla, patata o guisantes.
Entre estos productos del mar, el pulpo ocupa un lugar de privilegio, especialmente en el plato más típico de toda Galicia, el pulpo a feira.
No hay que dejar al margen las carnes, porque la ternera gallega, de indudable calidad, también tiene su certificación de Indicación Geográfica Protegida.
Por eso, otra comida muy típica en A Coruña es una bandeja de churrasco, como protagonista de muchas celebraciones, con el toque de la salsa chimichurri.
16. Conocer la iglesia de Santiago
La iglesia de Santiago, ubicada en pleno centro histórico, en uno de los extremos de la plaza de la Constitución, es uno de los templos más famosos de A Coruña.
Es la iglesia más antigua de la ciudad y el segundo monumento en ese aspecto, solo superado por la Torre de Hércules. Verdadera joya del estilo románico coruñés, es originaria de la segunda mitad del siglo XII, aunque cuenta con importantes reformas posteriores.
Como rasgos distintivos de su portada, la fachada occidental está conformada por unos arcos apuntados con la imagen de Santiago Matamoros a caballo, empuñando una espada. En la parte superior del templo hay un rosetón y en los muros laterales destacan sus contrafuertes.
En su interior alberga dos valiosas tallas de la virgen y unas aras romanas de la Torre de Hércules, entre otros valiosos objetos. Otra característica notable de la iglesia de Santiago es ser el punto de inicio de la variante del Camino Inglés, que parte desde A Coruña.
A poca distancia de la iglesia podemos conocer la casa familiar de la escritora gallega Emilia Pardo Bazán, sede de la Real Academia Galega, así como un pequeño museo dedicado a la autora.
17. Acercarse hasta la villa de Betanzos una pintoresca visita que hacer en A Coruña
A menos de media hora de la capital coruñesa, encontramos la ciudad de Betanzos, que fue, por designación de los Reyes Católicos, una de las siete capitales del reino de Galicia.
Allí vivían importantes familias y la localidad se conocía como Betanzos de los Caballeros. Por las noticias que se tienen, fue fundada hacia 1219, aunque ya en tiempos del Imperio Romano está documentada su existencia.
Betanzos es una villa de callejones de piedra con indudable ambiente medieval. Su núcleo urbano se sitúa sobre una pequeña colina, bañado por los ríos Mendo y Mandeo, que convergen para formar la ría de Betanzos.
Resulta imprescindible pasear por el pueblo y recorrer sin prisa su bien cuidado centro histórico, con sus edificios góticos. Es muy pintoresco, lleno de pequeñas plazas, con sus iglesias, edificios porticados y casas con bonitas galerías que recuerdan a las de A Coruña.
Se puede empezar la visita cruzando la Porta da Ponte Vella, una de las pocas que se conservan de la muralla del siglo XV.
Su gastronomía local nos obsequia con la famosa tortilla de Betanzos. Plato que podrás encontrar en alguno de los muchos locales de hostelería que abundan en el centro histórico.
18. Descubrir las huellas del Modernismo
Cuando a finales del XIX se amplía la ciudad con el Ensanche, la nueva burguesía enriquecida con el comercio con las Américas. Se empiezan a construir allí lujosas residencias que imitan a las de Viena, París o Berlín.
Encargan sus viviendas y locales a afamados arquitectos que incorporan las nuevas tendencias y aparece el Modernismo. De esta manera llega a la ciudad en 1906 con el arquitecto cubano Ricardo Boán Callejas y el coruñés Antonio López Hernández.
Se conservan bastantes edificios de gran belleza con sus característicos balcones, adornos florales, volutas y esculturas. Las fachadas aparecen decoradas con profusión de detalles, rostros femeninos, motivos de la naturaleza como lirios, hojas, plantas acuáticas o guirnaldas.
Se puede decir que la plaza de Lugo es epicentro del modernismo coruñés, una joya con varios edificios que son una maravilla.
Se encuentra la Casa Arambillet, un palacio urbano con grandes ventanales, balcones y una fachada llena de cariátides o la llamada “casa de los cisnes”.
En los jardines de Méndez Núñez destaca el kiosco Alfonso, una preciosidad con ventanales enmarcados en forja, con dragones fraguados. Se encuentran entre las icónicas casas de galería blancas de la Avenida de la Marina, el conocido como el “diente de oro”.
19. Asombrarse con unos espléndidos atardeceres
Si en cualquier lugar las puestas de sol son un momento muy especial, la situación geográfica de A Coruña hace que su atardecer sea absolutamente espectacular y colorido.
Cerca de la hora de la puesta, el cielo va adquiriendo una gama increíble de colores preparando el espectáculo final.
Como A Coruña es una península, las mejores puestas de sol, ese momento mágico que en gallego se llama solpor, hay que disfrutarlas desde el litoral occidental.
Uno de los mejores lugares es el monte de San Pedro, que sirvió para vigilar y defender la ciudad y hoy es el mejor mirador. Desde el entorno de la Torre de Hércules, también se disfruta de preciosos atardeceres.
Entre las estatuas del parque circundante está la figura del Ara Solis, que homenajea como se hunde el sol cada día en Finisterre. En el lugar se forma un arco entre el que podemos ver cómo cae el sol sobre las Islas Sisargas.
En la bahía de las playas de Riazor, Orzán y Matadero, se encuetran varios miradores. Algunos de estos miradores son el de As Lagoas, la Fuente de los surfistas y la Coraza. También encontramos la explanada de las Esclavas, que se adentra en el Atlántico y permite observar las playas y el mar.
20. Visitar el yacimiento del Castro de Elviña
El poblado se encuentra a solo 5 kilómetros al sur de A Coruña. Situado a las afueras de la ciudad, tenemos la oportunidad de conocer los restos de un antiguo poblado fortificado prerromano.
Es un típico poblado de la cultura castreña que estuvo habitado entre el siglo III a.C. y el siglo IV d.C. Ubicado sobre una elevación de unos 120 metros, es uno de los más grandes de toda Galicia, con una superficie de más de cuatro hectáreas.
El castro está delimitado por murallas, constando de tres recintos amurallados, de los que los dos inferiores se yuxtaponen al superior.
En el yacimiento se pueden observar diferentes construcciones, mostrando dos niveles de ocupación diferente, uno prerromano y el otro de plena época romana.
Por su situación estratégica respecto de los sistemas de comunicaciones, se deduce que este asentamiento tuvo cierta importancia. Se concentraban en él funciones de carácter económico, social, político y religioso.
Los materiales que se han encontrado en las excavaciones están en exhibición en el Museo Arqueológico e Histórico del Castillo de San Antón.
Entre ellos, se encuentra el llamado “tesoro de Elviña”, un conjunto de piezas de oro con una diadema-cinto, gargantilla y collar.
OTROS ARTÍCULOS QUE TE PUEDEN INTERESAR
Foto: Shutterstock