Por tener un territorio muy extenso, que recorre de Norte a Sur más de 3.700 kilómetros, el clima en Argentina no puede definirse dentro de una sola categoría: el país abarca desde una zona subtropical a lo largo de la frontera brasileña, hasta una subpolar en el extremo sur. Te contamos en detalle como es el tiempo en Argentina y cuando es la mejor época para viajar a Argentina.
La mayor parte del territorio argentino tiene temperaturas relativamente templadas, pero algunas de las regiones más visitadas, como la cálida y húmeda Buenos Aires, las Cataratas de Iguazú o los fríos y áridos Andes patagónicos, presentan situaciones extremas de frío o calor.
El tiempo en Argentina según la zona
El cálido norte
El clima en Argentina en la zona norte es subtropical, caracterizado por un intenso calor en los meses de verano y temperaturas agradablemente cálidas en invierno. La parte occidental, denominada el Gran Chaco recibe lluvias moderadas en la época estival, mientras que el resto del año experimenta un alto grado de sequía.
En Rivadavia, provincia de Salta, el calor es intenso de noviembre a febrero, con temperaturas promedio de 36ºC y con los picos de calor más altos del continente sudamericano, de hasta 50ºC. En invierno se experimentan unos agradables 25ºC, excepto cuando sopla el Pampero, un viento muy frío que viene del sur y que puede afectar a todo el territorio.
En Formosa, las temperaturas bajan un poco, pero hacia el este el tiempo en Argentina es mucho más húmedo y lluvioso, dado que el nivel de precipitaciones es regular todo el año. En la provincia de Misiones, al este de Paraguay y del río Paraná, las lluvias son aún más abundantes, tanto que esta zona está cubierta por bosques y no hay estación seca. En esta zona están las Cataratas de Iguazú.
Centro del país
En esta área, que se encuentra al sur del Gran Chaco y se extiende hasta el estuario del Río de la Plata, el clima es templado, con inviernos suaves y veranos calurosos. Aquí las precipitaciones varían según la época, con veranos moderadamente lluviosos, especialmente hacia el este, sobre el mar y la frontera con Uruguay debido a los chubascos y tormentas eléctricas, que suelen presentarse a la tarde. En cambio, el invierno es lluvioso en el este y más seco en el oeste.
En Buenos Aires, la capital de la República Argentina, las temperaturas promedio recuerdan al clima mediterráneo, aunque allí llueve incluso en verano.
Además, los cambios de temperatura son mayores, ya que no existen obstáculos que impidan la llegada de las masas de aire frío del sur (que pueden provocar heladas ligeras por la noche de mayo a septiembre) y los calientes aires del norte, por lo que, hasta en invierno se pueden dar picos de 25 a 30ºC.
En Rosario, que se encuentra a 270 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, el clima es más o menos el mismo que en la capital. En cambio, en Córdoba, ubicada a 700 kilómetros hacia el oeste de Buenos Aires y a casi 500 m sobre el nivel del mar, los rangos de temperatura diurnos son más altos, con promedios de 10°C en julio y 24°C en enero y los inviernos resultan definitivamente más secos.
La zona más árida
Existe una vasta superficie, que abarca el área occidental de la Pampa y la mayor parte de la Patagonia, donde el clima en Argentina puede ser árido, semiárido o desértico, debido a la distancia del mar y a la presencia de la cadena andina, que bloquea los vientos húmedos del Pacífico. Eso causa que el sur de la costa atlántica sea árido, porque prevalecen los vientos del oeste y las corrientes marinas son frías, factores que contribuyen a reducir la evaporación.
Si bien las temperaturas varían con la latitud, esta zona tiene características similares: la diferencia entre las temperaturas diurnas y las nocturnas suele ser considerable particularmente en áreas distantes del mar, el viento, ya sea frío o caliente, puede barrer las vastas llanuras y causar tormentas de polvo y la cantidad de luz solar es buena en verano, mientras que, en el período más frío, de mayo a septiembre, el cielo tiende a estar nublado.
En Mendoza, ubicada a 700 metros sobre el nivel del mar y al pie de los Andes se experimenta un clima seco, con muy pocas lluvias, buena cantidad de sol y temperaturas invernales de 8°C y de 25°C en diciembre y enero. Durante el día, la temperatura puede alcanzar o superar los 30°C incluso en invierno, pero por la noche, especialmente entre abril y septiembre, son de 0ºC o menos.
La Patagonia, la región sur de Argentina que nace aproximadamente en el paralelo 40, es el área en dónde comienza el cambio, puesto que el clima se vuelve fresco y ventoso, con fuertes vientos, que a menudo aumentan la sensación de frío reinante. Puerto Madryn, en la costa atlántica, a una latitud de 42° S, las temperaturas pasan de los 20°C en enero a los 7°C en junio y julio, con picos de calor estivales de hasta 35°C y cielos despejados de noviembre a marzo.
En esta zona el océano Atlántico está muy frío y no son aconsejables los baños de mar, puesto que su máxima temperatura, en enero y febrero apenas alcanza los 17ºC y el resto del año puede llegar a los 9ºC. Las lluvias son muy escasas, lo que explica que el paisaje sea semidesértico, prácticamente sin árboles, salvo algunos arbustos xerófilos. En invierno, la nieve es abundante y todo se congela.
La fría Tierra del Fuego
En la parte más austral de la Patagonia y en Tierra del Fuego, el clima es del tipo frío oceánico, es decir, con temperaturas promedio cercanas al cero en invierno y alrededor de 10°C en verano.
El nivel de precipitaciones, que en esta latitud ocurren a menudo en forma de nieve, es más alta que en la zona árida, porque allí los Andes son más bajos, lo que permite que las corrientes húmedas del Océano Pacífico penetren tierra adentro y que los vientos fríos y húmedos de origen antártico afecten a la región.
La ciudad más austral del mundo es Ushuaia y está ubicada en un fiordo a una latitud de 54º S. Su temperatura diurna en invierno es de 1.5°C, elevándose en enero tan solo hasta los 10ºC y la nocturna puede caer por debajo de los 0ºC durante todo el año, con extremas invernales de hasta -10 / -15°C. Las nevadas son abundantes en la época más fría y también las lluvias en verano, por lo que los cielos a menudo están nublados.
Andes
La temperatura promedio en los Andes oscila entre 22°C en enero y 11.5°C entre junio y agosto: por lo tanto, en general el clima en Argentina en estas áreas es templado, incluso a bajas altitudes montañosas, aunque por las noches pueden presentarse heladas de mayo a septiembre.
En Argentina hay varios picos de gran altitud, entre los cuales se encuentra Aconcagua, la montaña más alta de todo el continente americano con 6.962 metros. Está ubicado en la latitud 32° sur y a partir de los 4000 metros de altitud sus nieves son perennes.
En cambio, en la zona de Cerro Torre, que está aproximadamente en los 49º sur, las llamadas “nieves eternas” se presentan a partir de los 1.500 metros. Es de destacar que el glaciar Viedma, que está junto al lago homónimo, se reduce a solo 250 metros. En cambio, en el extremo sur hay nieves permanentes a partir de tan solo 150 metros de altura.
A la altura del Aconcagua, las precipitaciones son más frecuentes en las épocas invernales y se presentan en forma de intensas nevadas, con cantidades de 250/300 mm por año, como en climas semidesérticos. Pero a partir del paralelo 40 sur, ya es posible encontrar un poco de vegetación a lo largo de las laderas de los Andes argentinos.
Al sur del mencionado paralelo, las ciudades ubicadas al pie de las montañas reciben más lluvia que las que se hallan más al este, donde el paisaje es desértico: por ejemplo, en San Carlos de Bariloche a 850 metros sobre el nivel del mar caen anualmente 800 mm de lluvia (o nieve), mientras que 200 km al este, en Maquinchao, apenas se alcanzan los 200 mm.
A ello se le suma que el viento de ladera descendente llamado Zonda, puede causar un aumento rápido y anormal de las temperaturas y también de la cantidad de lluvia.
La temperatura promedio en Bariloche va de 2.5°C en julio y de 14°C en enero. En el cercano Cerro Catedral, a 2.400 metros sobre el nivel del mar, donde sopla el viento todo el año, entre junio y septiembre los fríos son muy intensos, con nevadas abundantes y temperaturas por debajo del cero y las máximas estivales no sobrepasan los 7ºC e incluso es posible que nieve en verano.
Cuál es la mejor época para viajar a Argentina
Al estar ubicada en el hemisferio sur, en Argentina las estaciones se invierten en comparación con las de América del Norte o Europa.
Quienes se preguntan cuándo viajar a Argentina, deben saber que todo depende de la zona que se quiera conocer, dado que el mejor momento para ir a determinado lugar puede ser el peor para pasear por otro, por lo que emparejar más de una región en un mismo viaje puede dificultar la planificación de los paseos y de lo que se debe llevar en la maleta.
En general, el tiempo en Argentina aconseja que la primavera, desde finales de septiembre hasta principios de diciembre es buena época para visitar los lugares más emblemáticos del país, excepto si se quiere aprovechar para esquiar en Bariloche y/o ver los glaciares en su máximo esplendor, para lo cual es aconsejable el invierno (julio y agosto).
La mejor época para viajar a Argentina a visitar la zona subtropical norteña y con el objetivo principal de evitar los momentos de mayor calor, es sin dudas de marzo a mayo, teniendo en cuenta que los cielos pueden encapotarse a menudo y que, durante las noches las temperaturas pueden ser bastante más frías que durante el día.
El rio Iguazú experimenta el mayor nivel de su caudal entre enero y mayo y al ser el que da origen a las Cataratas de Iguazú, en este período del año es cuando lucen con mayor esplendor y sus caídas resultan más espectaculares, aunque en verano los alrededores son muy calurosos, especialmente en el espeso bosque que las rodea.
Tomando como referencia las temperaturas, los mejores momentos para visitar Buenos Aires son primavera y otoño (octubre-noviembre y marzo-abril), aunque a veces pueden darse períodos muy lluviosos. En la capital, el sol brilla regularmente en primavera, mientras que en otoño e invierno hay una alternancia de períodos soleados, con jornadas nubosas o lluviosas.
Si lo que se busca es darse un chapuzón, es importante tener en cuenta que el océano Atlántico en el lado este de América del Sur sufre una bajada muy importante de temperaturas, por la influencia de la Corriente de las Malvinas, que fluye desde las islas homónimas y llega hasta la localidad costera de Mar del Plata, donde la temperatura del mar oscila entre los 19 y los 20ºC, en pleno verano.
La zona patagónica se puede visitar en cualquier época del año, aunque la mayoría de los visitantes prefieren hacerlo en la temporada primaveral, cuando las temperaturas son frescas, incluso frías por la noche, pero tolerables, al menos si no soplan vientos fuertes. El verano también es un momento muy adecuado, para conocer la Patagonia y sus mil maravillas.
En la zona andina hay estaciones de esquí de renombre, en las que es posible esquiar, cuando en América del Norte y en Europa es verano, lo cual contribuye a que los turistas que aman el frío acudan en pleno invierno. Muy cerca de los Andes, hay vastos glaciares y lagos del mismo origen con bellos fiordos, que tienen un encanto especial y particular, en cada época del año.
A quienes quieran visitar el extremo sur del país y pretendan evitar los fuertes fríos, es aconsejable que elijan el verano austral, de diciembre a marzo, aunque en noviembre y abril, también se puede hacer turismo y conocer Ushuaia y sus alrededores, con temperaturas bajas, pero soportables.
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Fotos: pixabay