Descubre qué ver y qué hacer en Fez. Fez se ha convertido en una de la ciudades marroquíes más aclamadas por los viajeros. Comprensible, pues en ella reina un ambiente puramente árabe que la dota de una singularidad única.
Entre sus calles, el tiempo parece haberse detenido en el pasado, en la época de máximo esplendor de las mezquitas, de los oficios consuetudinarios, de los hammames y de los zocos tradicionales.
Además, atesora un rico legado patrimonial y siglos de historia, visibles en cada uno de sus rincones, y cuenta con un recetario pródigo en sabores, aromas y texturas irresistible para cualquier alma viajera.
Fez es, por tanto, una ciudad evocadora, cuya visita te hará olvidar el presente y te transportará a tiempos pretéritos llenos de magia. Además, ofrece un interminable abanico de planes para disfrutar.
A continuación, te ofrecemos un listado de cosas imprescindibles que hacer en Fez con el objetivo de que puedas sacar el máximo partido a tu estancia en esta ciudad imperial.
Las 26 mejores cosas que hacer en Fez
1. Pasear por la medina Fez el-Bali
El entorno de la medina está conformado por un extensísimo e intrincado laberinto de más de 10 000 callejuelas estrechas y sinuosas, por las que siempre discurre una marabunta de gente y entre las que se cuelan numerosos zocos, comercios típicos, escuelas coránicas y riads -casas típicas del país-.
Además, está presidida por la El-Qarawiyyîn, una de las mezquitas más impresionantes del Magreb. Perderse por sus calles es un plan imprescindible que hacer en Fez, si lo que se pretende es conocer su cara más auténtica.
2. Acercarse hasta el mausoleo de Mulay Idrís II
Ubicado en el interior del barrio de la medina, está consagrado al rey que da nombre al santuario. Fue el fundador de la ciudad y es el patrón y santo de la misma. La razón de tal atribución es que encontraron -para sorpresa de muchos- su cuerpo totalmente intacto cinco siglos después de su muerte.
Desde entonces, la Zaouia se convirtió en el lugar sagrado por excelencia, al que los locales le profesan un gran culto y admiración y donde acuden en busca de bendición.
Al margen de esta curiosidad histórica, lo cierto es que merece la pena acercarse hasta este santuario. Le acompañan la casa del Quitún, que era la antigua residencia del rey, la casa del Wudú, donde se realizan las abluciones, la mezquita de Asraf y una fuente.
Dar una vuelta por las calles que circundan este conjunto arquitectónico es una de las cosas más recomendables que hacer en Fez. Al considerarse como un espacio sagrado, no se permite la entrada a los que no profesan la fe musulmana.
3. Cruzar la puerta Bab Bou Jelou
Esta puerta se construyó en 1913 para dar acceso a la medina. Ubicada en la plaza Pacha el Baghdadi, es conocida como «la puerta azul», pues sus tres arcos simétricos, desde los que se pueden ver bonitas vistas a los minaretes, están decorados con azulejos azules.
Cruzarla constituye la mejor forma de aventurarse a la zona antigua de la ciudad, repleta de magia y atractivo para el viajero.
4. Visitar la sinagoga Ibn Danan
Inserto intramuros de las murallas, este santuario judío es originario del siglo XVII. Es uno de los más grandes del norte de África y constituye uno de los mejores representantes de la cultura judía en la ciudad marroquí, por lo que visitarlo entra dentro del listado de cosas imprescindibles que ver en Fez.
Declarada Patrimonio de la Humanidad, destaca por la rica mampostería de su interior, por sus aplicaciones de yesería y por su techo con artesonado de madera. Esta maravilla arquitectónica, símbolo de multiculturalidad, ha recibido a visitantes tan insignes como el príncipe Carlos de Inglaterra.
5. Recorrer el zoco de los curtidores
Fez sigue conservando muchos oficios desaparecidos en la cultura occidental, como es el caso de la artesanía del cuero. Hay cuatro curtidurías, pero esta, también conocida como Chouwara, es una de las más importantes y, por tanto, un imprescindible para ver en Fez.
Permite contemplar cómo los artesanos convierten las pieles de cordero, cabra, buey o camello en bonitos bolsos, babuchas o mochilas. En los alrededores de la misma se disponen tiendas dotadas de terrazas desde donde es posible ver a los artesanos trabajar.
6. Adentrarse en el mundo de la cosmética árabe en el zoco de la henna
Es innegable. Los zocos situados en la inmediaciones de la medina son parte de la esencia de esta ciudad imperial, por lo que constituyen una de las cosas imprescindibles que visitar en Fez.
El de henna, ubicado al final de la calle principal de Talaa Kebira, es uno de los más singulares de cuantos hay en esta zona. Como su nombre invita a pensar, en él predominan los puestos de henna, aunque también hay otros muchos de productos de cosmética naturales.
Este tinte natural, también conocido como alheña, es muy usado por las locales para teñirse el pelo o para hacerse los tradicionales tatuajes.
7. Conocer las características de la artesanía marroquí en el museo Dar Batha
La belleza de este museo radica en que se encuentra en el interior de un palacio árabe del siglo XIX, cuya fachada muestra un estilo arquitectónico repleto de detalles decorativos.
En su interior, encontrarás diversas colecciones de piezas, artesanías y otros objetos tradicionales del mundo árabe como bordados, instrumentos musicales e incluso alfombras bereberes.
Sin embargo, la más extensa y la que capta todas las miradas es la de cerámica marroquí. Incluye un sinfín de piezas desde el siglo XIV hasta la actualidad. Como atractivo añadido, el museo está rodeado de un bonito jardín, decorado con encinas, naranjos y multitud de vegetación, por el que te recomendamos pasear.
8. Ver la puerta del Palacio Real
Construido en el siglo XIV, es uno de los más antiguos del país. Pertenece al rey y constituye uno de los símbolos de la ciudad y también del poder monárquico. No se permiten las visitas, pero no importa su impresionante fachada tiene un atractivo excepcional.
Está presidida por siete enormes puertas decoradas en bronce y enmarcadas en alfices cubiertos de microazulejos de cerámica. Cada una de ellas representa un día de la semana, así como los niveles de la monarquía. Sacarse un foto frente a ella es una de las cosas imprescindibles que hay que hacer en Fez.
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9. Pasear por la plaza Seffardine
Esta concurrida plaza, la cual preside el corazón del barrio de la medina, está repleta de puestos artesanos del metal o caldereros. Podrás ver in situ cómo dan forma al cobre hasta lograr bonitos recipientes, teteras y ollas. El repiqueteo constante de los martillos predomina en el ambiente, creando una atmósfera especial que, sin duda, te retrotraerá en el tiempo.
10. Ver tallas artesanales en el museo del Arte y Artesanía de la Madera
Este museo, el cual abrió sus puertas en 1998, constituye un visita recomendada para hacer en Fez, sobre todo si te interesan los temas artísticos y la artesanía.
En sus tres plantas verás un sinfín de objetos entre los que se incluyen muebles de madera, objetos tradicionales tallados en madera, instrumentos musicales… Uno de los más curiosos es la puerta de la Medersa Bou Inania.
Como atractivo añadido, este museo está en el interior de una fonda levantada en el siglo XVIII, cuya función era dar hospedaje y comida a los comerciantes de alto poder adquisitivo que acudían a vender a la ciudad.
11. Entrar en la madraza Bou Inania
Esta madraza se construyó en 1350 y es una de las más cuidadas de cuantas hay en Fez. Sirvió como centro de estudios del Corán y hoy sirve como mezquita, a la que acuden los locales a rezar sus oraciones. Es de las pocas que permite la entrada a los visitantes, así que no hay que perder la oportunidad.
Destaca su patio interior, pues está decorado con abundantes detalles de estuco, madera y preciosos motivos geométricos tallados a mano. En su exterior, sobresale el minarete recubierto de bonitos azulejos verdes que decora la fachada.
12. Adentrarse en la historia de las armas en el museo de las Armas
Este espacio museístico, situado en la fortaleza de Borj Nord, es el mayor de África en esta temática, por lo que lo incluimos dentro del listado de cosas que ver en Fez.
Alberga una amplia colección en la que se incluyen armas de diferentes periodos históricos y civilizaciones, permitiendo ver su uso y evolución a lo largo del tiempo. Aunque hay varias colecciones, la más llamativa es la que incluye armas procedentes del mundo marroquí.
No dejes de echar un ojo al enorme cañón de cinco metros, el cual fue utilizado durante la batalla de los Tres Reyes.
13. Recorrer la antigua ciudad romana de Volubilis
Se encuentra a unos 33 km de la ciudad, pero es una de los grandes atractivos del país. Estas ruinas constituyen una de las muestras mejor conservadas de la presencia de los romanos en Marruecos. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, conserva innumerables restos en perfecto estado de conservación.
Entre los más destacados figuran las termas con las letrinas comunales, el templo de Júpiter, el foro, el arco de Caracalla, así como una extensa colección de mosaicos de belleza espectacular. Los más aclamados son El baño de las ninfas, Las pruebas de Hércules o El baño de Diana.
14. Pasear por el barrio de los Andaluces
Se encuentra inserto en el corazón del barrio de la medina y es uno de los más antiguos. Es originario del siglo IX y, como su nombre invita a pensar, acogió a población musulmana procedente del sur de España, la cual huyó tras la matanza del Arrabal, en Córdoba.
Recorrerlo es como adentrarse en una ciudad diferente a Fez, pues está decorada con un sinfín de viviendas con mucho arte y que lucen un estilo arquitectónico diferente al de Fez.
Entre sus calles se cuelan algunas joyas arquitectónicas como la mezquita de los Andaluces, que destaca por su bonito minarete verde y blanco y por la decoración de su puerta norte rematada con un bonito tejado de madera.
15. Caminar por el barrio judío
Este barrio, también conocido como Mellah, está dentro de la medina y constituye una muestra inexpugnable de la cultura y las presencia judías en Fez. Además, es una de las zonas más tradicionales, pues en ella pervive un ambiente típico dominado por los mercados y los zocos de comerciantes y orfebres árabes.
Pero la esencia de la cultura judía aún es visible en sus típicas casas decoradas con balcones de hierro forjado, en el antiguo cementerio, en el zoco de los joyeros -alberga las mejores joyerías de la ciudad-, así como en la sinagoga de Ben Dannan. Sin duda, su visita constituye una de la cosas recomendadas que hacer en Fez.
16. Probar sabores locales
La gastronomía de Fez es, como la del resto de Marruecos, pródiga en sabores, aromas y texturas, los cuales constituyen un atractivo y una novedad para los paladares occidentales. Integra platos muy conocidos, pues algunos están bastante extendidos en nuestras mesas, como el cuscús o el tajine.
Sin embargo, también engloba otros más desconocidos e igualmente sabrosos como el harira – una sopa con harina, garbanzos, especias, fideos y arroz-, el zaaoluk -una ensalada marroquí- o el kefta -albóndigas especiadas-.
Igualmente, los dulces y las pastas gozan de gran reputación y la mayoría lleva como ingredientes principales miel y almendras.
Recuerda que en su cultura no está permitida la ingesta de alcohol, así que encontrarás propuestas carentes de esta sustancia, pero muy ricas. Por ejemplo, el té moruno o los zumos, especialmente los de granada y naranja.
17. Ver la medina Fez el-Jdid
Construida a finales del siglo XIII por los mereníes, fue la sede del poder real y hoy es considerada como la nueva medina de la ciudad.
Está presidida por el Palacio Real, cuya visita al interior no está permitida, recorrida por el barrio judío y decorada con una suerte de zocos tradicionales, donde puedes comprar tus souvenirs. Es recomendable recorrer sus estrechas callejuelas, las cuales destilan un ambiente tradicional y entre las que se cuelan casas típicas. Sin duda, una experiencia mágica.
18. Adentrarse en la madrasa Attarine
Con permiso de la de Inania Bou, esta es una de las escuelas de Corán más importantes de la ciudad. Fue ordenada levantar por el sultán Abu Said en 1323 y debe su nombre al barrio en el que se encuentra, junto al zoco de las especias. Su interior maravilla, pues se extiende en torno a un patio presidido por una monumental fuente de mármol.
En su interior, las paredes están decoradas con elaborados mosaicos que muestran abundantes elementos decorativos, así como algunas inscripciones del Corán. Estas características la convierten en una de las más bellas y ricamente ornamentadas de la ciudad.
19. Hacer una excursión a Chefchauen
Ubicada sobre las montañas del Rif, cerca de Tetuán, esta ciudad destaca, como su nombre ya anticipa, porque todo en ella es de color azul: las casas, los callejones, las puertas, las ventanas…
Tanto es así, que incluso descubrirás tonalidades de este color increíbles: azul celeste, azul cobalto, azul índigo… La razón de tan peculiar diseño se debe al buen hacer de los judíos y moriscos exiliados de Al-Andalus, quienes decidieron pintarlo de este color.
Los motivos no están muy claros. Unos creen que eligieron este tono para reemplazar el tono verde el islam, mientras que otros mantienen la teoría de que lo escogieron para ahuyentar las moscas, pues este color parece ser que las repele.
A pesar de este desacuerdo, lo cierto es que esta ciudad es una visita en Fez más que imprescindible. Además de la paz y el sosiego que ofrece, guarda numerosos puntos de visita obligada como la impresionante alcazaba, el manantial Ras-el-Mâa, la medina o la plaza del Hammam.
20. Impresionarse con la mezquita El-Qarawiyyîn
Levantada en el 859, acoge la universidad más antigua del mundo, situando a Fez como el epicentro cultural del país. Está integrada una enorme biblioteca con más de 30.000 obras, lo que la convierte en una de las más completas del país.
Aunque no se permite la entrada a quienes no profesan la religión musulmana, merece la pena acercarse a ver su bonita fachada enmarcada en un bonito alfiz decorado con azulejos dorados.
21. Disfrutar de la naturaleza en el jardín Bab Jdid
Este jardín se extiende anejo a la medina y constituye el auténtico pulmón verde de la ciudad. Originario del siglo XVIII, destila tranquilidad y paz, lo que lo ha convertido en el rincón predilecto de descanso de los locales y también en un lugar imprescindible para visitar en Fez para los que llegan a la ciudad.
Está recorrido por una red de senderos entre los que se cuelan innumerables especies vegetales, un jardín de bambú e incluso un gran estanque rodeado de palmeras.
22. Alojarse en un riad
Los riads son alojamientos típicos de Marruecos, que suelen estar dotados de un patio central, habitualmente decorado con mosaicos, ornamentos árabes y, en algunas ocasiones, piscina o fuente.
Alrededor de este se disponen las habitaciones, normalmente pocas y diferentes. Son más acogedores y ofrecen un trato muy familiar y personalizado que los hoteles. La mayoría de ellos se ubican en torno a la medina.
23. Hacer compras en la avenida Hassan II
Es la arteria principal que articula c, la parte nueva de la ciudad construida por los franceses a lo largo del siglo XX. En dicha calle encontrarás una inmensa oferta de bares, restaurantes, tiendas, pastelerías, heladerías y numerosas tiendas donde puedes comprar tus recuerdos.
Como atractivo añadido, está dotada de fuentes y espacios verdes en los que puedes reponer fuerzas entre visita y visita.
24. Acercarse hasta la plaza Nejjarine
Es una de las más tradicionales de Fez, pues no solo alberga la fuente más antigua de la ciudad, sino que también acoge a los artesanos de la madera, permitiéndote ver in situ cómo trabajan este material.
En uno de los lados se encuentra el museo de Arte y Artesanía de la Madera; en otro, una bella fuente. Destaca porque muestra una decoración típica árabe, con azulejos tallados en piedra.
25. Disfrutar de las mejores vistas desde las tumbas mereníes
Extramuros de la medina, en lo alto de una colina, se enclavan estas tumbas. Aunque forman parte del patrimonio de la ciudad, su finalidad y su origen son un misterio, pues no se sabe con certeza quiénes están enterrados en ellas, ni tampoco quién las construyó.
Se conoce que datan del siglo XIV, época de reinado de la dinastía Merení. Sea como fuere, desde lo alto las vistas a la ciudad y a las principales joyas arquitectónicas de la ciudad son increíbles. Su visita es de las más interesantes que hacer en Fez.
26. Acudir a un hammam tradicional
Los hammames son baños públicos típicos de la cultura árabe, cuya visita constituye una auténtica experiencia. No solo tienen la función de higiene, sino también de descanso, relajación y también de socialización.
En Fez también encontrarás numerosos, la mayoría diseminados por las calles del barrio de la mediana. Elige uno y relájate como los locales en uno de estos complejos termales.
Fotos: pixabay, (2)Andrew Nash, (3)Andrew Nash,(5)just_a_cheeseburguer,(6)Dafydd Vaughan, (7)manuel.comis, (9)James Merhebi, (10)Anna&Michal.